y vivir en esa confianza sin importar cuán oscuro y pesado parezca, descanse en la plena seguridad de que Él le librará. Hay una tremenda liberación de preocupaciones y cargas cuando se lleva todo a Dios en oración. “¡Echa tus cargas sobre el Señor, y él te sustentará...! (Salmo 55: 4)
No permita que sus preocupaciones sobre el mañana afecten su relación con él. Se le puede confiar al mismo Dios que creó la vida en usted. Incluso la Biblia ni una sola vez dice, "figúratelo". Pero, una y otra vez dice, "Confía en Dios". Él es definitivamente el que le restablecerá y restaurará, levantándole y colocándole sobre la roca y estableciendo su camino.
Lo mejor es que no importa cuánto tiempo haya viajado en la dirección equivocada, siempre puede regresar. Su vida nunca será medida por uno o dos eventos, pero será medida por la gracia. Entonces, deje de castigarse por un error que cualquiera puede cometer. Porque nunca tiene la razón siempre, ni siempre está equivocado. Simplemente no mire atrás cuando sepa que no debe hacerlo, no se estrese por cosas sin importancia y no se preocupe por cosas fuera de su control. Dios tiene algo mejor que no puede ver completamente en este momento.
Tome la decisión de arrepentirse. Dado que el arrepentimiento es lo último que la mayoría de nosotros queremos asumir y es por eso que muchos nunca llegan a hacerlo, hasta estar rodeados de problemas. Todos tenemos esqueletos en nuestro armario, así que entre en su armario de oración *lekunutung le Morena y confiese cada uno a Dios. Porque Él es fiel y justo. Él da vida en lugar de muerte. Hace justos a los injustos, perdona a los que merecen ser castigados y favorece a los que no merecen ningún favor.
Por lo tanto, si tiene un deseo por Él en su corazón ahora mismo, eso solo es evidencia de que Él se está comunicando con usted. No endurezca su corazón. Arregle las cosas con Dios antes de que sea demasiado tarde. "Buscad al SEÑOR mientras pueda ser hallado; invócadlo mientras está cerca... vuélvete al SEÑOR para que tenga misericordia de ti. Sí, vuélvete a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad" (Isaías 57: 6-7)
Él *El Rey de Reyes... ya le ha extendido una invitación para que acuda con valentía al trono de la gracia. Aproveche este increíble privilegio. "Vamos, arreglemos el asunto", dice el SEÑOR. "Aunque sus pecados sean como la escarlata, serán blancos como la nieve; aunque sean rojos como el carmesí, serán como lana" (Isaías 1:18).
Entonces, independientemente de dónde adoren, es mi oración que llegue con gran expectativa en su corazón. Espere que la presencia de Dios se presente y se manifieste. Determine en su corazón que no dejará un lugar de la misma manera en que ha entrado. Porque Dios le está esperando pacientemente con amor incondicional para que venga a Él. Sí usted. Él le está esperando pacientemente como esperaba mientras Noé estaba construyendo su Arca. (1 Pedro 3:20)
Pero eso no significa que tenga todo el tiempo del mundo. Porque el mañana no está prometido. Una cosa es cierta, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor. No es una cuestión de "si" sino de "cuándo". Al final del día, todos tenemos que irnos, la muerte no es el final, es el comienzo del cielo o del infierno para siempre.
La vida es verdaderamente corta; no tiene idea de cuándo terminará este viaje. Nunca diga "eso no me pasaría a mí". La vida tiene una forma divertida de demostrarnos que estamos equivocados. A menudo no nos gusta pensar en ello, a nadie le gusta hablar de lo que es real, pero este podría ser nuestro último día de vida. No espere hasta estar en un funeral para pensar que necesita entenderlo, hoy es el día porque el mañana no está prometido. Como dice la Escritura, "Nuestros días en la tierra son como la hierba; como las flores silvestres, florecemos y morimos". (Salmo 103: 13)
Pero eso no debe asustarnos porque Jesús ha prometido que otorgará vida eterna a todos aquellos que pongan su fe en él. (Juan 10:28)
Solo se vive una vez es literalmente una falsa declaración. Usted vive todos los días, solo muere una vez. Por lo tanto, cometerá algunos errores mientras vive. El hecho de que haya cometido errores no significa que usted lo sea. Por lo tanto, dicen que la vida se trata de elecciones y decisiones, haga su mejor esfuerzo para tomar las correctas. Todos lo echamos de menos una y otra vez, y está bien si aprende de los equivocados. Sin embargo, no puede tirar la negatividad por todas partes y luego preguntarse por qué tiene una vida horrible. Enfréntese a la verdad en oración. No siga viviendo en la negación y nunca deje que su entorno le afecte o le impida elegir lo que sabe en su espíritu y corazón que es correcto o está en línea con Su palabra.
Cuando la palabra señala sus errores, no endurezca su corazón ni endurezca su cuello, conozca la voz de Dios por sí mismo y cuando la escuche; "No endurezcas tu corazón..." (Salmo 95: 8). Confiese sus faltas a Dios y su cambio vendrá. Cuando Dios interviene, el diablo sale. Porque Él vive, usted puede afrontar el mañana. Elija vivir una vida redimida. El Alfarero nunca tira la arcilla, no importa cuán desordenada se encuentre. Con paciencia, da forma a la arcilla para convertirla en algo mejor.
Recibirá el poder en usted para superar cualquier cosa que la vida le depare. Si la vida le derriba, puede usar el mismo poder para levantarse de nuevo y continuar, porque no hay nada tan poderoso como una decisión. No hay persona, situación o circunstancia que pueda interponerse en su camino o definir quién es usted, si se decidió a seguir al Señor. En el instante en que diga: "Jesús, quiero regresar de mis viejos caminos y seguirte todos los días de mi vida". El Espíritu Santo tomará el control. El mismo poder que resucitó a Jesús de la muerte estará en usted. Él realizaría *Obras poderosas a través de usted. Como dijo Jesús en su palabra: "De cierto, de cierto os digo, el que cree en mí, también hará las obras que yo hago; y mayores obras que estas hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12)
Quizás, muchos de sus amigos y asociados no están preparados o dispuestos a ir con Dios tan lejos como usted quisiera. Por lo tanto, para poder ascender, deberá seguir adelante. No permita que su estado de ánimo determine su avance. Su propósito lo empuja hacia adelante y, por lo tanto, no puede permitirse el lujo de que lo retengan. Tiene que decidir si quiere la voluntad de Dios o la suya.
Porque la vida es como un elevador, a veces en el camino hay que parar para dejar bajar a algunas personas. Porque si vive su vida de la manera en que está diseñada para ser vivida, todo y todos no podrán acompañarle. De lo contrario, no lo logrará. Incluso cuando no sepa qué hacer, puede destacarse entre la multitud y tener éxito simplemente al no seguir a las masas. Estas son las mismas cosas que lo frenarían, especialmente si piensa y actúa como todos.
Cuando las cosas no aporten nada a su vida, comience a restar. La vida se vuelve mucho más simple cuando despeja el desorden que lo hace complicado. Demasiadas cosas son innecesarias, ¿por qué las lleva consigo? Cuanto más caminamos en sabiduría, menos tenemos que andar pretendiendo ser felices. Es fácil culpar a otros por el drama y el trauma. Sin embargo, si se da cuenta de que invitó a todo y a todos a su vida, comenzará a vivir su vida sin muchas cosas.
A veces necesita estar solo, en silencio, solo, escuchando el viento, sentir el sol y apreciar que está vivo. Además, necesita estar solo para saber quién realmente es y qué es lo que realmente quiere. Porque puede hacer cualquier cosa en la vida que quiera hacer, pero no puede hacerlo todo. Hacer malabares con demasiadas cosas trae una mayor probabilidad de dejarlas todas. No es que no pueda tenerlo todo; simplemente no puede tenerlo todo exactamente al mismo tiempo, priorizar y concentrarse. No permita que su enfoque se desvíe de lo importante a lo urgente. Evitar la confusión. Porque, "Dios no es autor de confusión, sino de paz" (1 Corintios 14:33).
Aunque es genial saber que, bajo cualquier circunstancia, tiene buenas personas en su vida. Pero, si las personas en su círculo no están apuntando
