Estudio en Escarlata. Arthur Conan Doyle

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Estudio en Escarlata - Arthur Conan Doyle страница 6

Автор:
Серия:
Издательство:
Estudio en Escarlata - Arthur Conan Doyle

Скачать книгу

nada —dije sonriendo—. Me recuerda usted al Dupin de Allan Poe. Nunca imaginé que tales individuos pudieran existir en realidad.

      Sherlock Holmes se puso en pie y encendió la pipa.

      —Sin duda cree usted halagarme estableciendo un paralelo con Dupin —apuntó—. Ahora bien, en mi opinión, Dupin era un tipo de poca monta. Ese expediente suyo de irrumpir en los pensamientos de un amigo con una frase oportuna, tras un cuarto de hora de silencio, tiene mucho de histriónico y superficial. No le niego, desde luego, talento analítico, pero dista infinitamente de ser el fenómeno que Poe parece haber supuesto.

      —¿Ha leído usted las obras de Gaboriau? —pregunté—. ¿Responde Lecoq a su ideal detectivesco?

      Sherlock Holmes arrugó sarcástico la nariz.

      —Lecoq era un chapucero indecoroso —dijo con la voz alterada—, que no tenía sino una sola cualidad, a saber: la energía. Cierto libro suyo me pone sencillamente enfermo... En él se trata de identificar a un prisionero desconocido, sencillísima tarea que yo hubiera ventilado en veinticuatro horas y para la cual Lecoq precisa, poco más o menos, seis meses. Ese libro merecería ser repartido entre los profesionales del ramo como manual y ejemplo de lo que no hay que hacer.

      Hirió algo mi amor propio al ver tratados tan displicentemente a dos personas que admiraba. Me aproximé a la ventana, y tuve durante un rato la mirada perdida en la calle llena de gente. «No sé si será este tipo muy listo», pensé para mis adentros, «pero no cabe la menor duda de que es un engreído.»

      —No quedan ya crímenes ni criminales —prosiguió, en tono quejumbroso—. ¿De qué sirve en nuestra profesión tener la cabeza bien puesta sobre los hombros? Sé de cierto que no me faltan condiciones para hacer mi nombre famoso. Ningún individuo, ahora o antes de mí, puso jamás tanto estudio y talento natural al servicio de la causa detectivesca... ¿Y para qué? ¡No aparece el gran caso criminal! A lo sumo me cruzo con alguna que otra chapucera villanía, tan transparente, que su móvil no puede hurtarse siquiera a los ojos de un oficial de Scotland Yard.

      Persistía en mí el enfado ante la presuntuosa verbosidad de mi compañero, de manera que juzgué conveniente cambiar de tercio.

      —¿Qué tripa se le habrá roto al tipo aquél? —pregunté señalando a cierto individuo fornido y no muy bien trajeado que a paso lento recorría la acera opuesta, sin dejar al tiempo de lanzar unas presurosas ojeadas a los números de cada puerta. Portaba en la mano un gran sobre azul, y su traza era a la vista la de un mensajero.

      —¿Se refiere usted seguramente al sargento retirado de la Marina? —dijo Sherlock Holmes.

      «¡Fanfarrón!», pensé para mí. «Sabe que no puedo verificar su conjetura.»

      Apenas si este pensamiento había cruzado mi mente, cuando el hombre que espiábamos percibió el número de nuestra puerta y se apresuró a atravesar la calle. Oímos un golpe seco de aldaba, una profunda voz que venía de abajo y el ruido pesado de unos pasos a lo largo de la escalera.

      —¡Para el señor Sherlock Holmes! —exclamó el extraño, y, entrando en la habitación, entregó la carta a mi amigo. ¡Era el momento de bajarle a éste los humos! ¡Quién le hubiera dicho, al soltar aquella andanada en el vacío, que iba a verse de pronto en el brete de hacerla buena!

      Pregunté entonces con mi más acariciadora voz:

      —¿Buen hombre, tendría usted la bondad de decirme cuál es su profesión?

      —Ordenanza, señor —dijo con un gruñido—. Me están arreglando el uniforme.

      —¿Qué era usted antes? —inquirí mientras miraba maliciosamente a Sherlock Holmes con el rabillo del ojo. —Sargento, señor, sargento de infantería ligera de la Marina Real. ¿No hay contestación? Perfectamente, señor.

      Y juntando los talones, saludó militarmente y desapareció de nuestra vista.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4Sf1RXhpZgAATU0AKgAAAAgADAEAAAMAAAABA4QAAAEBAAMAAAABBaAAAAECAAMAAAADAAAA ngEGAAMAAAABAAIAAAESAAMAAAABAAEAAAEVAAMAAAABAAMAAAEaAAUAAAABAAAApAEbAAUAAAAB AAAArAEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAgAAAAtAEyAAIAAAAUAAAA1IdpAAQAAAABAAAA6AAAASAA CAAIAAgAD0JAAAAnEAAPQkAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENTNiAoTWFjaW50b3NoKQAyMDE3 OjA2OjA3IDE0OjQzOjU2AAAEkAAABwAAAAQwMjIxoAEAAwAAAAH//wAAoAIABAAAAAEAAAjKoAMA BAAAAAEAAA4QAAAAAAAAAAYBAwADAAAAAQAGAAABGgAFAAAAAQAAAW4BGwAFAAAAAQAAAXYBKAAD AAAAAQACAAACAQAEAAAAAQAAAX4CAgAEAAAAAQAAJm8AAAAAAAAASAAAAAEAAABIAAAAAf/Y/+IM WElDQ19QUk9GSUxFAAEBAAAMSExpbm8CEAAAbW50clJHQiBYWVogB84AAgAJAAYAMQAAYWNzcE1T RlQAAAAASUVDIHNSR0IAAAAAAAAAAAAAAAEAAPbWAAEAAAAA0y1IUCAgAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARY3BydAAAAVAAAAAzZGVzYwAAAYQAAABs d3RwdAAAAfAAAAAUYmtwdAAAAgQAAAAUclhZWgAAAhgAAAAUZ1hZWgAAAiwAAAAUYlhZWgAAAkAA AAAUZG1uZAAAAlQAAABwZG1kZAAAAsQAAACIdnVlZAAAA0wAAACGdmlldwAAA9QAAAAkbHVtaQAA A/gAAAAUbWVhcwAABAwAAAAkdGVjaAAABDAAAAAMclRSQwAABDwAAAgMZ1RSQwAABDwAAAgMYlRS QwAABDwAAAgMdGV4dAAAAABDb3B5cmlnaHQgKGMpIDE5OTggSGV3bGV0dC1QYWNrYXJkIENvbXBh bnkAAGRlc2MAAAAAAAAAEnNSR0IgSUVDNjE5NjYtMi4xAAAAAAAAAAAAAAASc1JHQiBJRUM2MTk2 Ni0yLjEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAFhZ WiAAAAAAAADzUQABAAAAARbMWFlaIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAABYWVogAAAAAAAAb6IAADj1AAAD kFhZWiAAAAAAAABimQAAt4UAABjaWFlaIAAAAAAAACSgAAAPhAAAts9kZXNjAAAAAAAAABZJRUMg aHR0cDovL3d3dy5pZWMuY2gAAAAAAAAAAAAAABZJRUMgaHR0cDovL3d3dy5pZWMuY2gAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAZGVzYwAAAAAAAAAuSUVDIDYx OTY2LTIuMSBEZWZhdWx0IFJHQiBjb2xv

Скачать книгу