Francisco Franco. Heinz Duthel

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Francisco Franco - Heinz Duthel

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necesidad de disparar ni un solo tiro. En Larache, la única ciudad importante que quedaba en el Marruecos español, en la costa atlántica, la sublevación se produjo a las 2 de la madrugada del 18 de julio, encontrándose con una encarnizada lucha. Murieron 2 oficiales rebeldes y 5 guardias de asalto fieles al gobierno, pero al amanecer toda la ciudad estaba en manos de los rebeldes, y todos los escasos efectivos que se habían mantenido fieles al gobierno, habían sido encarcelados, fusilados o habían huido.

      Para esas horas, en Tetuán, el Comandante De la Puente Bahamonde había rendido el aeródromo (no sin antes haber inutilizado los aviones de su escuadrilla) ante el cerco de los hombres de Saénz de Buruaga. Al atardecer del 18 de julio, acababa en África (concretamente en Tetuán) la última resistencia republicana. La lucha en África había sido corta pero encarnizada, y dejó huella en el Ejército y en la población civil. El general en jefe del Ejército de África, Gómez Morato, estaba en la cárcel, y el comandante de la Circunscripción Oriental, Romerales, había sido fusilado (el comandante de la Circunscripción Occidental, el General Capaz, se encontraba en Madrid de permiso). En la Legión Extranjera, el inspector fue destituido junto con el comandante de la 1ª Bandera, mientras que el comandante de la 2ª Bandera, Yagüe, asumió el mando general. De los 5 jefes de tropas nativas, 3 (los coroneles Asensio, Barrón y Delgado Serrano) se unieron a la sublevación; El cuarto, el coronel Caballero, fue fusilado en Ceuta por negarse a unirse al Alzamiento mientras que el quinto, Romero Bassart, se había opuesto y huyó al Marruecos francés.

      La represión en las zona sublevadas

      Finalmente, y tras varios aplazamientos, el momento fijado para el inicio de la insurrección fue la mañana del 18 de julio de 1936. Aunque Mola pensaba probablemente en las autoridades republicanas y dirigentes sindicales y políticos y no en sus compañeros de armas, era consciente de que muchos oficiales sentían escasa simpatía por el movimiento golpista y en una de sus instrucciones advertía:

      "Ha de advertirse a los tímidos y vacilantes, que el que no esté con nosotros, está contra nosotros, y que como enemigo será tratado. Para los compañeros que no son compañeros el movimiento triunfante será inexorable".

      Las amenazas de Mola se cumplieron plenamente y al estallar la sublevación, ésta vino acompañada sistemáticamente de una represión feroz de la que eran víctimas todos los que oponían resistencia al golpe, incluyendo aquellos militares que optaron por mantenerse leales al poder legalmente establecido o incluso los que mostraron dudas, sin excepciones por parentesco o amistad. Se dio la trágica paradoja de que los oficiales que permanecieron leales a la legalidad republicana se enfrentaron a consejos de guerra en los que sus compañeros golpistas los juzgaban, condenaban y ejecutaban por el delito de rebelión.

      A pesar de la descoordinación de los golpistas en todas partes la pauta seguida fue muy similar: insurrección; detención y fusilamiento de jefes y oficiales opuestos o indecisos; adhesión de milicias falangistas y carlistas allí donde existían; control de las calles y puntos estratégicos; incursiones de castigo en los barrios obreros y asesinato de alcaldes, gobernadores civiles, autoridades republicanas y líderes obreros y políticos de izquierda.

      Fuerzas sublevadas

      Tal como señala el general Casas de la Vega, las guerras las hacen los ejércitos que se enfrentan. En este caso y por tratarse de una guerra civil, en la Guerra de España de 1936 a 1939 intervino un solo ejército que se partió en dos y combatió consigo mismo en una de las más trágicas contiendas de la historia:

      Si hemos de ver por qué se combate y cómo se combate en nuestra guerra, parece indispensable saber, primero por qué y cómo se partió el Ejército único e inicial, qué eran aquellos dos Ejércitos que se combaten , quiénes los mandaban y dónde estaban ubicadas sus unidades

      Rafael Casas de la Vega, Franco, militar página 327

      Situación final

      Aunque no existe ninguna fecha oficial para el final de la sublevación, muchos historiadores coinciden en señalar la fecha del 20 de julio de 1936 como el final de la fase de sublevación y el inicio de la guerra propiamente dicha.

      En ese momento los sublevados controlaban aproximadamente un tercio del territorio que incluía la práctica totalidad de Galicia, Castilla la Vieja, León, Álava, Navarra, la mitad occidental de Aragón (incluyendo las 3 capitales provinciales), el norte de Cáceres (incluyendo la capital), Canarias (excepto La Palma), Baleares (excepto Menorca), Ceuta, Melilla y todos los territorios coloniales españoles a excepción de la Guinea Española. También estaban bajo control de los sublevados las ciudades de Oviedo, Granada, Córdoba, Cádiz y Sevilla, así como un estrecho corredor que unía a estas últimas.

      Los rebeldes controlaban grandes áreas cerealísticas, pero la industria, tanto pesada como ligera, así como las grandes ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao) seguían en manos de la República.

      Hubo tímidos intentos de llegar a algún compromiso, como por ejemplo una llamada telefónica de Martínez Barrio al general Mola a las dos de la madrugada del 19 de julio, pero ninguno de los bandos en conflicto estaba dispuesto a ceder, por lo que la sublevación se convirtió en una guerra civil que duró 3 años.

      Consideraciones jurídicas

      En un auto dictado el 16 de octubre de 2008, Baltasar Garzón introdujo el "alzamiento nacional" como nuevo objeto del procedimiento de denuncia de las desapariciones forzadas, tipificándolo como delito contra los altos organismos de la nación y la forma de gobierno, objeto competencia de la Audiencia Nacional.

      Bibliografía

      García de Cortázar Ruíz de Aguirre, Fernando (2005). Editorial Planeta. ed. Atlas de Historia de España. ISBN 84-08-05752-9.

      Jackson, Gabriel (2005). RBA Coleccionables. ed. La República Española y la Guerra Civil. ISBN 84-473-3633-6.

      THOMAS, Hugh. La Guerra Civil Española. Ed. Grijalbo (Barcelona), 1976. ISBN 84-253-2767-9

      Juliá Díaz, Santos (2006). « Todo empezó un 17 de julio». Consultado el Agosto 2006.

      Moa Rodríguez, Pío (2004). Ediciones Áltera. ed. 1934, comienza la guerra civil: el PSOE y la Esquerra emprenden la contienda. ISBN 84-89779-59-7.

      Preston, Paul (1998). Mondadori. ed. Franco "Caudillo de España". ISBN 84-397-0241-8.

      Sublevación de Jaca

      Alzamiento Nacional

      Enlaces externos

      Wikisource

       Wikisource contiene el texto de la alocución radiada por el general Franco el 17 de julio de 1936

      Wikisource

       Wikisource contiene el bando proclamando el estado de guerra en las islas Canarias

      Wikisource

       Wikisource contiene documentos relacionados con la Guerra Civil Española

      Guerra Civil Española

      Guerra Civil Española

      Fecha 17 de julio de 1936 – 1 de abril de 1939

      Lugar España continental e insular, Marruecos Español, Sáhara Español, Guinea Española.

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