Historia de la República de Chile. Juan Eduardo Vargas Cariola

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Historia de la República de Chile - Juan Eduardo Vargas Cariola Historia de la República de Chile

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las antiguas elites, lo que facilitó la recomposición de los patrimonios de sus integrantes. Este proceso es muy visible en Santiago, pero algo similar ocurrió en las restantes ciudades chilenas. En efecto, en el norte la independencia tuvo un tono menor, pues en ella prácticamente no hubo recurso a las armas; en el sur, en cambio, la guerra, extremadamente cruenta, ocasionó un empobrecimiento generalizado de la elite. Con todo, la economía regional no demoró demasiado en adquirir un nuevo ritmo, y fueron las mismas familias anteriores a la emancipación las que continuaron ocupando las situaciones de preeminencia en la sociedad local, sin perjuicio de la incorporación de nuevos integrantes. En 1828 Poeppig encontró en la semidestruida Concepción solo “unas pocas familias caracterizadas por su viejo abolengo o su riqueza”361. Después del reajuste político, proceso que durante 15 años constituyó un verdadero campo de experimentación, las viejas estructuras administrativas de la monarquía se adaptaron, con cambio menores, a los requerimientos de la república.

      Si durante la monarquía el sector superior, la nobleza, distaba de ser homogéneo, durante la república, el mismo sector o grupo alto, denominado la “gente decente” en la terminología de la época, tampoco lo fue. No obstante la continuidad que se advierte en los integrantes de la elite, hubo cambios en ella, cuya velocidad y extensión estuvo marcado por el enriquecimiento generalizado de las personas, por la difusión de modas provenientes del extranjero, muy decisiva en la adopción de mecanismos de diferenciación social e, incluso, por la coyuntura política.

      En el famoso Café de la Baranda, que funcionaba en Monjitas con San Antonio desde 1831, se había construido un tablado al que subían algunas conocidas chinganeras a interpretar uno que otro sainete, pieza teatral corta y jocosa que gozaba de gran aceptación popular.

      Domeyko dejó agudos bocetos acerca de la sociabilidad en La Serena, en que precisamente se advierten las “contradicciones bruscas” en las costumbres a que aludía Poeppig. Muy ilustrativa es la descripción de una recepción dada por el intendente Francisco de Borja Irarrázaval Solar con motivo del onomástico de su esposa Mercedes Undurraga Gallardo. Después de cruzar con dificultad el portal de la casa y de atravesar el patio “repleto por el populacho”, logró Domeyko entrar al salón, cuyo tercio o cuarto estaba ocupado por un público que no formaba parte del baile.

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