A la sombra del asombro. Francisco Claro
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EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Vicerrectoría de Comunicaciones y Educación Continua
Alameda 390, Santiago, Chile
A la sombra del asombro
El mundo visto por la física
Francisco Claro
© Inscripción Nº 249.699
Derechos reservados
2015
ISBN Edición Impresa: 978-956-14-1497-6
ISBN Edición Digital: 978-956-14-2529-3
Diseño:
M. Francisco de la Maza
versión | producciones gráficas ltda.
Ilustraciones:
Christian Lungenstras
Diagramación digital: ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com [email protected]
CIP – Pontificia Universidad Católica de Chile
Claro Huneeus, Francisco
A la sombra del asombro: el mundo visto por la física / Francisco Claro.
Incluye bibliografía.
1.- Filosofía de la física.
I.- t.
2015 530.01 + DDC 23 RCAA2
A Isabel, Alejandra, Magdalena y Sebastián
CONTENIDO
Addendum: Novedades en la frontera
Prólogo a la nueva edición
A menudo me he preguntado acerca de la diferencia entre una novela y un libro de divulgación científica. Me inquieta la pregunta porque pudiendo ambos ser relatos fascinantes, la novela tiende a ser más cautivante para la mayoría de las personas. Creo que esta realidad tiene que ver con la estructura de ambos relatos: mientras la novela desarrolla un argumento progresivo, el discurso científico tiende a ser plano y carecer enteramente de ese gancho tan efectivo para la novela que es el suspenso. La novela no se puede abandonar, hay que terminarla para conocer el desenlace, mientras el texto científico no tiene desenlace alguno y se puede dejar de lado en cualquier punto sin grave daño psicológico al lector.
Pero hay también otra diferencia. Mientras la fascinación que despierta una novela como Crimen y Castigo de Fiódor Dostoievsky sigue vigente a ciento cincuenta años de su aparición, el relato científico se torna pronto obsoleto por muy inspirado que haya sido su autor al presentarlo. La ciencia cambia con los años, progresando y superándose continuamente.
Es entonces oportuna la actualización ocasional de cualquier escrito que exponga el estado de la ciencia contemporánea. La estrategia usual es la revisión del texto en sus detalles. Quizás sea esto a veces suficiente, pero en lo que respecta a la física de las últimas décadas definitivamente no lo es. Ha habido avances tan medulares y sorprendentes que no se cubren lealmente con un cambio por aquí y un retoque por allá, requieren un desarrollo aparte.
Es lo que he pretendido en esta nueva edición, agregando un capítulo completo sobre los descubrimientos recientes de mayor importancia. En él trato la aparición en escena del grafeno, el bosón de Higgs, vestigios de ondas gravitacionales y la expansión acelerada del Universo. Si el relato dejara con hambre al lector –confieso que es parte de mi objetivo– los poderosos recursos modernos de búsqueda de información constituirán siempre un valioso complemento a este texto.
Francisco Claro
Noviembre del 2014
Prefacio
En una de esas inolvidables correrías en bicicleta por las colinas de Algarrobo, localidad cercana a Santiago, le pregunté a un buen amigo que suele acompañarme, “si leyeras un libro de física, ¿qué debería contener?”. Desde hacía algún tiempo me interesaba la pregunta y quería una opinión. Pensaba yo que me diría “el rayo láser” o “el átomo” o quizás, “el Big Bang”. Reflexionó un momento y luego me dijo, “Mira, lo primero sería que explicaras qué es la física”. Su respuesta me dejó completamente descolocado. ¿Cómo se pueden escribir 200 páginas para explicar qué es la física? No soy filósofo. Además, soy de pocas palabras y me siento más cómodo con las matemáticas que con el lenguaje. ¿Qué hacer?
En andanzas posteriores hice varios intentos por conversarle de distintos temas de la física, buscando diferentes enfoques, diferentes ejemplos, diferentes estilos, siempre tratando de interesarlo y observando sus reacciones. La tarea era ardua porque notaba que las mismas palabras lo echaban todo a perder. Son a menudo tan técnicas y a más de alguno le traen malos recuerdos de la época de estudiante cuando quizás “odiaba la física” o era un suplicio enfrentarse con un problema de presión en gases. Recuerdo a mi sobrina Paz estudiando con su amiga Vesna para un examen y memorizando la ley de Boyle diciéndose mil veces, “Paz y Vesna No Tienen Remedio” (la ley se