La religión socialista. Los malhechores del bien. Jesús Ángel Murco Cacho

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La religión socialista. Los malhechores del bien - Jesús Ángel Murco Cacho страница 4

La religión socialista. Los malhechores del bien - Jesús Ángel Murco Cacho

Скачать книгу

que hace que las personas se unan en grupos con el mismo pensamiento para poder sobrellevar la vida lo mejor posible. Con la llegada de las religiones monoteístas, un solo dios, se dio un gran salto evolutivo en la humanidad que dura hasta nuestros días. De ese dios protector y creador se generó todo un entramado teológico que ha guiado a la civilización occidental hasta nuestros días. La diosa razón, que dirige el pensamiento racional y su mayor expresión, la ciencia y su método científico, viene a sustituir al antiguo dios pero el proceso es lento y a veces traumático. Cuando las personas en general que se rigen por la razón, o los científicos en particular, manifiestan su ateísmo no saben lo que dicen, simplemente han dejado de seguir a un dios sustituyéndolo por otro, en este caso una diosa, la razón. Los agnósticos, que no saben, desconocen, o no les interesa el tema de dios, son más coherentes.

      El filósofo Karl Marx consideraba que la religión adormecía el raciocinio de la gente y así se convertían en personas manipulables en manos de los dirigentes religiosos, vivían en un estado hipnótico, el opio del pueblo, la clase dirigente se aprovechaba de los oprimidos que aceptaban la esclavitud. Él ideó el marxismo para evitar estos síntomas y lo que logró, especialmente sus seguidores y divulgadores, es justo lo contrario, aumentar la manipulación, y el opio del pueblo se transformó en una droga todavía más adictiva y peligrosa, una nueva religión, o una nueva ideología religiosa, más dura que las existentes y con unas consecuencias terribles para las personas y las sociedades.

      La religión intenta explicar el origen y el sentido de nuestras vidas y consideran a dios como el padre creador y controlador del mundo. El religioso tiene un sentimiento contrapuesto; por un lado siente veneración ante este ser protector y a la vez sienten temor ante este ser omnipotente que ejerce un control psicológico sobre el creyente difícil de superar. El religioso socialista se comporta de igual manera que sus afines de las distintas religiones. Siente adoración por su dios, más adelante descubriremos quién es, y sus representantes en la tierra, pero a la vez lo teme porque sabe de lo que son capaces de hacer sus guiadores si no sigues sus normas o mandamientos.

      La religión se practica comúnmente con otros creyentes obteniendo así la sensación de pertenecer a un grupo con ideas afines, formando una serie de creencias y prácticas que refuerzan la cohesión de las personas. Los religiosos socialistas no son menos y en grupo se superan a sí mismos, su vida cobra sentido, el que le han impuesto en su mente y del que no han sido conscientes de su inoculación.

      La religión está basada en principios, creencias y prácticas morales que unen a los seguidores en el mismo camino, todos juntos y felices. En el socialismo el comportamiento es similar, varían ligeramente las manifestaciones de su teología, el conocimiento que tienen sobre su dios, si no fuera así no habría diferencias entre las religiones y seguiríamos todos la misma, pero si alguien lo ve desde fuera es capaz de darse cuenta de las similitudes. El socialismo, como todas las religiones, pertenecen al nivel mítico de desarrollo social e individual y como mito que es, según Mircea Eliade, “su función es revelar modelos y proporcionar así un significado al mundo y a la existencia humana… es una exposición falsa que describe algo verdadero.”

      Por medio de la religión, los creyentes buscan una conexión con lo sobrenatural, con algo superior a ellos, que les genere satisfacción y así superar los pesares y lograr la felicidad. Esta conexión con lo sobrenatural, en el caso de los religiosos socialistas, es una conexión con lo terrenal, su paraíso, donde moran y morirán. Es en la tierra y no en el cielo donde se manifestará todo su gozo, desprecian la vida del más allá, no existe nada más allá de la muerte, lo que les obliga a llevar una vida en la tierra con una perspectiva diferente a la de los demás religiosos, que creen que esta vida es un paso hacia un mundo mejor, más allá de la vida. Este mundo mejor, el único que existe para un religioso socialista, no es algo sobrenatural, sino terrenal, y se aplicarán en que los hombres disfruten de su paraíso terrenal siguiendo sus normas, quieran o no. La religión ayuda a los hombres a afrontar el momento de la muerte, pero para un religioso socialista, la muerte no se debe tener presente nunca, sería el fin de su paraíso, por esto crearon una nueva religión apartada de un final tan sin sentido para ellos.

      La pseudoreligión de la Cienciología afirma que “los tres criterios que los teólogos expertos de todo el mundo utilizan por regla general para determinar el carácter religioso de un grupo son:

      1. la creencia en una realidad máxima, como el Ser Supremo o la verdad eterna, que transciende el espacio y el tiempo del mundo seglar.

      2. prácticas religiosas dirigidas hacia la comprensión y consecución de dicha realidad máxima, o la comunión con esta realidad máxima.

      3. una comunidad de creyentes que se congregan para la búsqueda de tal realidad máxima”.

      Comparándola con la religión socialista, ese Ser Supremo, el Gran Hacedor, no tiene barbas y no está vestido de blanco, pero existe, y no es sobrenatural, sino muy terrenal; la realidad máxima o verdad suprema a la que se refieren los cienciólogos también está presente en los socialistas, el triunfo de las metas del socialismo en la tierra, la aplicación de sus mandamientos en el paraíso terrenal; pero nada de ello se lograría sin la comunidad de creyentes socialistas dispuestos a todo para que su utopía sea una realidad.

      Daniel J. Flynn escribe: “El acto de abandonar una idea cuando la evidencia indica lo contrario es casi excepcional. La evidencia contraria en las Ciencias Sociales y en Humanidades tiene por lo general, el efecto contrario: Los devotos se aferran a su teoría. Y como resultado, pierden el contacto con la realidad. Cuando uno se aferra a su ideología obligatoriamente se libera de los hechos y se convierte en un bobo intelectual... La adhesión automática a la ideología niega el pensamiento crítico. Es la vanidad del intelectual que se cree tan inteligente que no necesita pensar. La ideología le da una respuesta fija a ideas, personas y hechos. La ideología convierte a gente inteligente en tonta, creando así el bobo intelectual.”

      La secularización, el retroceso de los valores religiosos, parece evidente sobre todo en los países occidentales. El desarrollo de las sociedades, con el avance de la ciencia, la tecnología y la economía global, hace que los jóvenes especialmente se alejen de la religión como elemento aglutinador de la sociedad y busquen nuevas vías de unión entre ellos y la sociedad moderna en la que han nacido. El avance de la diosa razón es imparable. Pero de nada sirve esta inevitable evolución si los jóvenes confunden al socialismo como la gran alternativa a las viejas religiones volviendo a caer en otra religión más que hará confundir sus valores.

      ¿Es el socialismo una ideología que se puede equiparar a la religión? Veámoslo:

      Hay quien considera que el socialismo, en lugar de ser una religión, o de comportarse como una de ellas, o de ser una pseudoreligión (Cienciología, Teosofía, New Age, etc), es una ideología: “la ciencia que estudia las ideas y sus orígenes. Una ideología es un sistema de ideas, creencias y sentimientos, consideradas verdaderas que explican el mundo, guían nuestra forma de pensar y son ampliamente compartidas por un grupo social en una sociedad determinada. Una ideología es un sistema de ideas fundamentales que definen un modo de pensamiento político, religioso, cultural, etc, propias de una persona o de una colectividad”. También hay quien considera al socialismo como una ideología colectivista que se diferencia de la religión, que también es colectivista, en que el socialismo es secular, alejado de todo lo divino.

      En realidad, una ideología es una religión inconfesada, oculta los dogmas que contiene, a diferencia de la religión que los muestra aceptándolos por la fe. Se la puede considerar una forma secularizada de la religión que quiere ocupar su lugar, eliminado todo aspecto religioso. Para Karl Marx, es una herramienta de control social que elimina la libertad a los hombres transformándolos en parte de una masa manipulable, el proletariado no sabe lo que le conviene y necesita de líderes que les guíen. Entre esta definición y lo que entendemos por religión poca diferencia existe. Debemos tener la mente lo suficientemente

Скачать книгу