E-Pack Magnate. Varias Autoras
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу E-Pack Magnate - Varias Autoras страница 21
Allí no había fotografías que pudieran turbarlo, como ocurría en el salón. Se sentó a la mesa mientras Sara calentaba el pastel en el microondas. El olor era francamente delicioso.
–¿Estás seguro de que no quieres un poco? –insistió ella mientras añadía helado.
–Seguro.
–Estupendo. Pues más para mí... No sabía que Justin iba a ir hoy a ver a mis padres.
–Te he impedido estar con tu familia.
–No importa. Ya iré el fin de semana que viene.
–Puedes ir mañana. Recuerda que tienes el lunes y el martes libres por haber trabajado el fin de semana.
Ella lo miró a los ojos. Los de ella tenían un brillo algo sospechoso que incomodaba a Luke.
–¿Y ahora qué? ¿Volvemos a tener una relación de trabajo normal?
–Sí... No... Mira, Sara. Ya sabes que a mí no me van los finales felices. No quiero nada malo para ti, pero...
–¿Pero?
–En estos momentos, no quiero que lo nuestro termine. Jamás me he mostrado tan indeciso como estoy ahora. Siempre sé lo que tengo que hacer. Esto me ha descolocado. No esperaba...
Se interrumpió. Por supuesto que no se había enamorado de Sara Fleet. Aunque él hubiera creído en el amor, algo que no era así, era imposible que ocurriera tan rápido.
–Entonces, ¿qué sugieres?
–Lo que dijimos ayer. Vivir día a día. Ver cómo va. Sin presión. Sin promesas. Lo siento, Sara, no te puedo ofrecer más, yo sólo...
–Estás centrado en tu negocio y no quieres distracciones.
–Sé que suena muy egoísta –dijo él aliviado de que Sara lo comprendiera–, pero en estos momentos no te puedo ofrecer más.
–Te aseguro que yo tampoco estaba buscando una relación...
–¿Tanto daño te hizo?
–¿Quién?
–El hombre que te hizo mostrarte cautelosa hacia los hombres.
–¿Qué te hace pensar eso?
–Que tú misma me dijeras que hubo una persona que no fue muy agradable contigo.
–No repito errores.
–¿Y crees que yo podría serlo?
–Eres adicto al trabajo. Como Hugh.
–Soy adicto al trabajo, lo admito, pero no soy como ése Hugh. Soy yo. No afirmo ser perfecto, pero te aseguro que no te haré daño intencionadamente. Tan sólo te pido que recuerdes que soy humano. Si hay algo que no te gusta, necesito que me lo digas. Sé sincera conmigo. Estoy acostumbrado a estar a solas. Debes recordarlo.
–Vaya, pues yo diría que más bien estás acostumbrado a estar con una larga lista de mujeres.
–Jamás he salido con más de una mujer a la vez. No es mi estilo. Mira, si te resulta más fácil, podemos volver a ser solamente compañeros de trabajo, pero creo que yo siempre me preguntaría si debería haber sido más valiente y haberme arriesgado un poco. Y creo que lo mismo te pasaría a ti.
–Entonces, ¿crees que merece la pena intentarlo?
–Sólo hay un modo de descubrirlo. Hay que vivir la vida.
Luke estaba a punto de despedirse de Sara con un beso cuando se oyó que se abría la puerta del apartamento. Segundos más tarde, Justin apareció en la puerta.
–¡Hola, Sara! Siento no haber estado aquí cuando regresaste –dijo mientras saludaba a su hermana con un afectuoso beso.
–Te perdono porque ya he visto que me has llenado el congelador de mi helado favorito.
–Bueno, tengo que tener contenta a mi hermanita.
–Por supuesto, si quieres que cocine para ti. Justin, éste es Luke. Luke, mi hermano mayor Justin.
–Me alegro mucho de conocerte, Luke –dijo Justin, con un apretón de manos firme y seco que tranquilizó a Luke–. Espero que mi hermana haya recordado sus buenos modales y te haya ofrecido pastel de manzana antes de zampárselo ella todo.
–Sí.
–Bien. ¿Qué tal os ha ido en Scarborough?
–Lo he tachado de la lista. Afortunadamente, tu hermana tiene más sentido común que yo.
Justin le cayó bien inmediatamente a Luke. Se parecía mucho a Sara y, por ello, terminó quedándose más tiempo de lo que había esperado en un principio. Cuando por fin se levantó para marcharse, le dio la mano y se dirigió hacia la puerta. A Sara le dio la mano también en vez de besarla. No estaba dispuesto a hacer pública la relación cuando ninguno de los dos estaba del todo seguro adónde se dirigían.
–Nos vemos el miércoles –dijo.
Ella sonrió.
–Eso es, el miércoles –repitió.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.