Atrévete a bucear (Color). Jaume Pinyol Martínez
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De todos modos, la sensación de frío es muy particular para cada buceador. Los hay que fisiológicamente son muy resistentes a las bajas temperaturas y otros, en cambio, sólo están 100% a gusto en pleno verano. Además, en el mercado encontraréis diferentes grosores de neopreno; generalmente van de 3 a 7 milímetros. A más grosor, más protección térmica. Claro que, por el contrario, a más grosor, menos flexibilidad y, por tanto, menor comodidad de uso. De todos modos, con la aparición del neopreno comprimido, de igual capacidad aislante que el neopreno convencional con menor grosor, queda resuelto eficazmente el problema del frío y el de la comodidad de uso.
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Un shorty bastará para bucear en aguas cálidas. El mono, para aguas templadas. El traje húmedo completo, para los más frioleros. |
Para alguno de vosotros puede que no sea suficiente la protección térmica que ofrece un traje húmedo. Entonces os podéis plantear la opción de utilizar un traje semiseco. Claro que quizá sería mas exacto llamarlo semihúmedo. Trabaja de un modo idéntico al traje húmedo, pero con la diferencia de que en él la renovación del agua interior es más lenta gracias a la utilización de cremalleras estancas y puños más ajustados a las extremidades. Al entrar menos agua fría, el proceso de pérdida de calor corporal es más lento. Por el contrario, acostumbran ser trajes menos flexibles que los húmedos, básicamente por la cremallera estanca que se sitúa en la espalda, horizontalmente de hombro a hombro. Tanto si os decidís por un traje húmedo como por uno semiseco, podéis aumentar su protección térmica vistiendo un chaleco de neopreno o lycra en su interior.
A más grosor, más protección térmica.
El tercer tipo de traje es el seco. A diferencia de los dos anteriores, en este tipo de traje el cuerpo del buceador se mantiene absolutamente seco. La cremallera es estanca, al igual que las aberturas de cuello y manos. Unos manguitos evitan que entre una sola gota de agua. Además, lleva incorporadas las botas, con lo que se eliminan dos posibles focos de entrada de agua. El uso de trajes secos se suele reservar a buceadores experimentados que bucean todo el año o que habitualmente bucean en zonas donde el agua siempre está fría. Un traje seco no es fácil de utilizar. Ni barato.
Sea cual sea el tipo de traje que uséis, aún os queda por escoger algunos elementos más de neopreno. Comenzaremos por la capucha. Te la venderán junto con el traje y puede estar unida al cuerpo de traje o puede ir suelta. Un traje con capucha independiente deja entrar menos agua en su interior, ya que la abertura del cuello se ciñe con más facilidad al cuello. Además, si vas a hacer una inmersión en aguas cálidas, es un placer hacerla sin capucha. De todos modos piensa que el 70% de la temperatura corporal la perdemos por la cabeza –sí, el 70%–, por lo que es un elemento de primer orden para no pasar frío. Un inconveniente de un traje con capucha independiente es que ésta se puede perder o puedes olvidarla en casa cuando estés preparando el equipo. También hay algunos buceadores a quienes les molesta en el cuello el cierre más compresivo de un traje sin capucha. Con todos estos datos, pruébate tantos trajes de neopreno como puedas y quédate con el que te sientas más cómodo.
Se acabó el frío con un traje seco.
Y otro con la capucha independiente. Elige el que te resulte más cómodo.
Más neopreno. No desprecies nunca la función de unos guantes. No sólo protegen una parte tan sensible como las manos del frío, sino también de posibles heridas producidas al rozar involuntariamente una roca, un animal punzante o un hierro retorcido del barco hun-dido que estés explorando.
Los guantes te protegen del frio, pero también de cortes y pinchazos.
Escarpines sin suela…
…o con suela. Tú eliges.
Y de las manos bajamos a los pies. Los botines que generalmente usamos los buceadores se llaman escarpines. Dependiendo del tipo de aleta que uses, los escogerás con o sin suela. Se puede bucear sin escarpines usando unas aletas cerradas, pero recuerda que los pies, como la cabeza, son una puerta abierta a la pérdida de calor. Finalmente, otros accesorios de neopreno son las coderas y rodilleras, aunque en muchas ocasiones no son necesarios porque la mayoría de los trajes llevan refuerzos en las articulaciones para evitar su desgaste.
¿Cómo me hundo? Y después ¿cómo salgo a la superficie?
Núria ya está preparada para evitar el frío. El paso siguiente es hundirse. El neopreno es un material que en su interior aloja miles de pequeñas burbujas de aire. Aparte de aislar térmicamente, estas burbujas dotan al neopreno de una marcada flotabilidad positiva. Lo podrás comprobar si te metes en el agua con tu traje de neopreno. Comprobarás que, sin moverte, flotas. Y flotas tanto que te será imposible sumergirte aunque lo intentes. La solución es bastante elemental. Basta con añadir plomo en un cinturón que el buceador lleva para tal efecto.
El cinturón de plomos. Elemental pero útil.
Un plomo en su funda…
…y la funda, en su bolsillo en el jacket.
El jacket te permite controlar tu flotabilidad.
La botella de aire va sujeta firmemente en la parte posterior del jacket.