Atrévete a bucear (Color). Jaume Pinyol Martínez
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Aletas abiertas o cerradas. Tú decides.
La característica más determinante a tener en cuenta en la compra de unas aletas es si las prefieres abiertas o cerradas. Las cerradas son las menos usadas. Cubren el pie totalmente y se las puede usar con escarpines sin suela o simplemente con el pie desnudo. En cambio, las aletas abiertas o calzables requieren un escarpín con suela. Que una aleta sea cerrada o calzable no condiciona en absoluto su rendimiento dentro del agua. Sin embargo, antes y después de la inmersión, cuando no las llevamos puestas y nos desplazamos andando –por un muelle, un barco o una playa–, agradeceremos una suela rígida a modo de zapato. En estos momentos unos escarpines con suela son mucho más prácticos y seguros para evitar cortes en los pies, y éstos, ya lo sabes, requieren una aleta abierta.
Ante todo, control, mucho control: ordenador, manómetro y profundímetro
Nuestra buceadora, en teoría, ya podría bucear. Está equipada con todo lo estrictamente necesario, pero aún no es suficiente. Para la práctica segura del submarinismo, el buceador debe saber en todo momento el tiempo que lleva sumergido, la profundidad a la que se encuentra, la máxima profundidad que ha alcanzado y el aire que le queda en la botella.
Profundímetro y manómetro te dan una información vital.
Si hubieras leído este curso a principios de los años 1990, cuando aún no estaba generalizado el uso de los ordenadores de buceo, ahora te hablaríamos del reloj, el profundímetro y el manómetro. Y vamos a hacerlo a pesar de que ya estamos en el siglo XXI. Ante todo, fundamentos.
Como aprenderás en próximos capítulos, los factores tiempo y profundidad marcan el perfil de una inmersión. Sólo conociendo estos parámetros podrás pla-near tu inmersión con el margen de seguridad que quieras. El tiempo, claro está, lo controlarás con un reloj, y la profundidad, con un profundímetro. Los profundímetros, sean analógicos o digitales, también te informan sobre la máxima profundidad que has alcanzado. Finalmente, una información tan valiosa como saber el aire que te queda en la botella te la proporcionará el manómetro. Te dará los datos en una unidad de presión llamada atmósfera (At) o en bares (bar), que son equivalentes: 1 atmósfera es igual a 1 bar. Generalmente, las botellas se llenan a 200 atmósferas. La aguja del manómetro señalará esa cifra y, a medida que vayas respirando, la aguja irá descendiendo al mismo ritmo que desciende la cantidad de aire que te queda en la botella. El manómetro va conectado mediante un latiguillo a una salida de alta presión de la primera etapa de tu regulador.
Pero la tecnología avanza que es una barbaridad y la informática ha llegado al mundo del buceo para facilitarnos nuestras inmersiones. Actualmente el buceo deportivo no se concibe sin un ordenador. Un ordenador te proporciona de una manera directa y de fácil lectura toda la información que necesitas para bucear con seguridad. Es un profundímetro porque te dice en todo momento la profundidad a la que te encuentras y la máxima que has alcanzado. Es un reloj porque cronometra el tiempo de inmersión. Y lo hace de una manera segura porque se pone en marcha automáticamente.
No lo dudes ni un segundo. Un ordenador de buceo es una herramienta de seguridad fundamental en el buceo deportivo. Aprende a utilizar el tuyo y tendrás un excelente asistente en tus inmersiones.
Un ordenador de buceo. La informática al servicio del submarinista.
El buceador consulta constantemente la información que le proporciona su ordenador de buceo.
Pero aún hay más. El ordenador calcula y valora todos estos datos y muchos otros –temperatura del agua a diferentes profundidades, ascensos y descensos a lo largo de la inmersión, ascensos demasiado rápidos…–, y mediante una complicada fórmula algorítmica te indica en tiempo real cuál es la curva de seguridad de tu inmersión. Ahí va un concepto importante: una inmersión realizada dentro de la curva de seguridad es aquella que no precisa que hagas ninguna parada de descompresión antes de salir a la superficie (en el capítulo VI te explicamos qué es eso de una parada de descompresión). El ordenador te da la información de una manera clara y concisa. Tú decides qué hacer con ella. Tú decides si sobrepasas la curva de seguridad y, por tanto, asumes que debes hacer una parada de descompresión. Tú decides el grado de seguridad de una inmersión.
Fácilmente podrás conectar tu ordenador de buceo a tu ordenador personal y estudiar todos los parámetros de la inmersión.
El ordenador es un gran asistente durante la inmersión. Te indica mediante una señal acústica si en algún momento del buceo realizas un ascenso demasiado rápido para que enseguida pongas freno al ascenso.
Los ordenadores de buceo modernos están preparados para trabajar con aire o con nítrox (aire enriquecido con oxígeno, ver capítulo VI) y los más sofisticados incluso controlan su respiración. Son los llamados de gestión de aire que actúan también como un manómetro inteligente. Te informan en todo momento del aire que queda en la botella. Calculan tu frecuencia respiratoria y, a partir de ella, te informan del tiempo que puedes estar en la profundidad en que te encuentras en un momento dado teniendo en cuenta el aire que te queda. Este tipo de ordenadores de buceo están pendientes de cómo respiras. Si por algún motivo empiezas a respirar de un modo más acelerado, te lo indican. Y es que, cuanto antes seas consciente de que algo te ha estresado y que se ha acelerado tu frecuencia respiratoria, antes podrás concentrarte para evitarlo.
Una vez finalizada la inmersión, podrás descargar toda la información de tu ordenador de buceo a tu ordenador personal. De esta manera visualizarás gráficamente el perfil de tu inmersión y toda la información almacenada durante el buceo.
Ya lo ves, los ordenadores de buceo son un compendio de tecnología con diferentes prestaciones que hacen que, en el momento de decidirte por uno, el factor económico sea un condicionante importante. Si estás haciendo tus primeros pasos en este deporte, quizás en principio no necesitarás el mejor ordenador del mercado. Posiblemente un buen ordenador sin gestión de aire será suficiente si llevas un manómetro tradicional en una consola.
¡Más madera! Más material: iluminación, cuchillos, globos de descompresión…
Y de la parte del equipo más sofisticado, el ordenador, al más elemental: el tubo respirador. Es un elemento que se debe llevar de manera obligatoria, aunque prácticamente no lo usarás. Su función es de seguridad y lo puedes utilizar, si quieres, en los desplazamientos por superficie. Algunos buceadores lo llevan colgando de la máscara. Otros prefieren llevarlo sujeto con la gomas del cuchillo en la pantorrilla. También es obligatorio llevar encima el cuchillo en toda inmersión. Posiblemente nunca