Loba de Mar. María Casiraghi
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Casiraghi, María
Loba de Mar / María Casiraghi. - 1a ed. - Florida : El Cedro Azul, 2020.
libro digital, EPUB
archivo digital: descarga / isbn 978-987-47627-9-5
1. Poesía Argentina. I. Título
CDD A861
ficha técnica Fotografía de tapa: Tierra del fuego, fotografía de la autora Diseño y maquetación: [email protected]
Contacto [email protected]
Lugar de publicación: Florida, Buenos Aires, Argentina
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin permiso previo del editor y/o autor.
A Teuco Castilla
Olas del mar,
olas del mar,
no las he visto
las oigo llorar.
Copla popular
Noche y día la espuma en el mar.
Ves la superficie espumosa, no el mar.
¡Qué increíble!
Chocamos unos contra otros como botes
y andamos a oscuras, aunque el agua sea diáfana.
Dormidos en la barca del cuerpo, flotamos
ajenos al Agua del agua.
El agua tiene un Agua que la conduce,
el espíritu tiene un Espíritu que lo llama.
Yahal Al din Rumi
VACA DE MATADERO
No me llamen sagrada
vaca de matadero
diosa de la india.
No espíen mi diario íntimo
el de la niñez
el del candado de plata y hojas rosadas.
No me saquen del mar
dejen mi cuerpo ardiendo
entre aguas vivas.
No me juzguen
si olvido a todos cuando viajo.
No me digan puta.
No me escriban cartas de amor
si no conocen mi primera lluvia
la de atrás del muro
la del vecino que nunca me amó.
Ni me llamen mala madre
mala esposa
mala vaca.
No se rían si bailo sordomuda.
IMAGEN
No tengo fósforos
para tanta podredumbre.
Si enciendo las alamedas
me dicen asesina.
Llamo a la puerta del ángel
y me hacen pasar
como a la muerte.
COTIDIANO
Voy de memoria a la plaza
a buscar globos para los hombres que me amaron.
Saludo al verdulero
y compro muebles viejos al evangelista.
Después me siento en un banco a mirar.
Un hombre hamaca a su perra como si fuera la hija
y una mujer de pelo blanco
con obsesión de araña
barre el otoño de la calle.
Estéril en ese entretiempo
envío, desde mi celular,
mensajes al aire
y vuelvo, sin memoria, a la casa
sólo después de los perros.
CONFIESO
Nunca es tarde
es una frase absurda.
Hoy
por ejemplo
los vasos envejecen
y yo mujer frágil
gelatinosa
me esfumo
en el lodazal del resto;
triunfa
la polvareda
que ejercen los actos prójimos.
Un humo lame y consume
mi vieja transparencia.
Cuando es tarde
los gritos se oyen de terraza en terraza
y los niños del jardín envían cartas
a los dioses que han venido de lejos.
A veces
se vuelve
demasiado tarde
cuando no has dicho
no has visto
no has cantado
frente al público en el día de tu muerte.
MEDITACIÓN
yo que soñé con aguaceros