Las cadenas fisiológicas (Tomo V). Léopold Busquet
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METODOLOGÍA PARA LOS CUADRANTES TEMPORALES
51. Técnica de dinamización de la línea central
52. Técnica de dinamización de la periferia
53. Técnica de dinamización global
Trabajos de investigación en Oftalmología y Ortodoncia
I. Las cadenas fisiológicas y la visión
1. Hipermetropía
2. Miopía
3. Presbicia
4. Astigmatismo
5. Estrabismo
II. Las cadenas fisiológicas y la oclusión
1. Prognatismo
2. Retrognatismo
3. Oclusión cruzada
4. Apertura-cierre de las arcadas dentales
III. Las cadenas fisiológicas y la articulación temporomandibular
1. Apertura-cierre de la boca
2. Meniscos
3. Hueso hioides
4. Masticación y succión
Prefacio
Los años de práctica y de reflexión sobre la anatomía y la fisiología del cuerpo humano nos han llevado a describir lo que, en los numerosos estudios realizados sobre esta cuestión, hemos denominado “cadenas musculares”. Las cadenas musculares son estas cadenas dinámicas sobre las que, a nuestro modo de ver, se basa el funcionamiento de todo el cuerpo humano. Esta hipótesis ha resultado ser especialmente fecunda y nos ha permitido reestructurar completamente el método terapéutico, considerando el cuerpo humano en toda su globalidad.
A medida que hemos avanzado en este camino, nos ha parecido necesario perfeccionar dicho método, o más bien completarlo. Efectivamente, la práctica ha puesto de relieve otras cadenas que desempeñan un papel decisivo para el metabolismo: cadenas que, en oposición a las cadenas musculares dinámicas, hemos denominado cadenas estáticas. Entre ellas diferenciaremos tres cadenas principales:
• la cadena estática visceral,
• la cadena estática neurovascular,
• la cadena estática musculoesquelética.
Figura 1 La cadena estática: 3 planos/3 cadenas
Podemos ver que, en este caso, no sólo hablamos de músculos, sino también de relaciones de contigüidad operativas entre los músculos y las vísceras, el sistema neurológico y el sistema sanguíneo, el sistema óseo y el sistema articular. De hecho, se trata de la consideración terapéutica de todos los tejidos, hasta llegar a su composición celular y molecular. Una verdadera consideración de la globalidad del cuerpo humano no puede ignorar estas conexiones fisiológicas entre la dinámica muscular y estas cadenas estáticas que garantizan de alguna forma la organización, la base fisiológica indispensable para el buen funcionamiento del conjunto, para la ejecución de la sinfonía del cuerpo en movimiento sin que desentone ninguna nota...
Dadas estas condiciones, será la misma práctica la que conduzca a perfeccionar la teoría: si las cadenas musculares solamente cubren un tipo de cadenas determinadas entre todas las que observaremos en el cuerpo humano durante la práctica, debemos bautizar de nuevo nuestro método en función de este principio. Ésta es la razón por la que el método de las cadenas musculares adoptará la denominación de método de cadenas fisiológicas, que está más de acuerdo con este enfoque global y profundo del cuerpo humano.
Figura 2 Las cadenas fisiológicas
Introducción
Tratar un cráneo, ¿una utopía?
¿Cómo tratar un cráneo? La densidad y compacidad de esta parte del cuerpo convierten este tipo de preguntas en algo muy delicado y problemático. Sin embargo, este libro sobre las cadenas fisiológicas se propone como objetivo responder a esta pregunta.
Hace varias décadas que mi trabajo se centra en la esfera craneana. Mis estudios, mi práctica y mis investigaciones me han conducido unas veces al escepticismo, y otras al entusiasmo, a la crítica y a la puesta en cuestión.
Al principio, seguí el modelo explicativo propuesto por la osteopatía craneana. Lo estudié con respeto, lo practiqué con rigor y determinación. Pero, en cuanto adquirí una experiencia profunda e íntegra, experimenté la necesidad de poner en cuestión dicho modelo.
Durante varios años he enseñado a cientos de colegas. La enseñanza de la osteopatía craneana me ha obligado a profundizar, aclarar y poner en duda ciertas proposiciones defendidas por los doctores Sutherland y Magoun. Desde entonces, mis obras L’Ostéopathie crânienne y Ophtalmologie et ostéopathie han sido escritas según el siguiente razonamiento: sacar la enseñanza de la osteopatía craneana de la rutina de un estilo esotérico y cerrado para intentar proporcionar a mis colegas el máximo de información, a la vez que permitir que esta práctica se afirmara y liberara.
Las consecuencias de estos trabajos han sido muy positivas. En efecto, ahora parece evidente que esta teoría debe cuestionarse.
De no ser así, ¿cómo explicar que la osteopatía craneana que se enseña desde comienzos del siglo XX no haya obtenido un amplio reconocimiento en Estados Unidos? Planteemos la pregunta de forma más clara todavía: ¿por qué no es reconocida en el ámbito científico? La respuesta es sencilla: porque la teoría