Realidades y retos del aborto con medicamentos en México. Georgina Sánchez Ramírez

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Realidades y retos del aborto con medicamentos en México - Georgina Sánchez Ramírez страница 8

Realidades y retos del aborto con medicamentos en México - Georgina Sánchez Ramírez

Скачать книгу

más cruentos del aborto provocado, mostró una significativa reducción de las complicaciones asociadas al aborto (Viggiano y otros, 1996; Faúndes y otros, 1996).

      Otra ventaja del aborto con medicamentos es que cuando no es completo y quedan restos que requieren su remoción en hospital, los síntomas y signos son iguales a los observados en caso de aborto espontáneo, lo que evita que las mujeres puedan ser denunciadas de haberse provocado un aborto ya que no hay ninguna señal de maniobras de interrupción del embarazo (Suh, 2014).

      Una posible desventaja del aborto con medicamentos en comparación con la Aspiración Manual Endouterina (AMEU) es que en servicios que ofrecen ambas alternativas, una mayor proporción de clientes relataron altos niveles de cuidados centrados en la persona y de comunicación y autonomía entre mujeres tratadas con AMEU, comparadas con las que recibieron aborto con medicamentos (Sudhinaraset y otros, 2019). Una posible explicación para esta diferencia puede ser que en el caso del AMEU la relación proveedor cliente necesita ser más próxima y directa. Por otro lado, la privacidad ha sido la principal ventaja, declarada por mujeres en los EEUU, para preferir el aborto auto-realizado con medicamentos (Aiken y cols, 2020).

      Por otra parte, un estudio realizado en Irán mostró que la tasa de visibilidad, definida como el número de conocidos o parientes que supieron del aborto, fue mayor cuando el aborto fue realizado con medicamentos (Zamanian y otros, 2016). Se entiende que una rápida visita al proveedor que práctica un AMEU, sin requerir internación, puede ser mucho menos evidente que un aborto con medicamentos que ocurre en el propio hogar, durante horas.

      Finalmente, una revisión Cochrane, relativamente reciente, no encontró ninguna evidencia de que el aborto con medicamentos no pueda ser administrado con seguridad a mujeres portadoras de infección por VIH (Saleem y otros, 2018). Otra revisión Cochrane más reciente, encontró que la auto-administración de medicamentos para provocar un aborto temprano era tan efectiva como la administración por un agente de salud. No pudo confirmar, sin embargo, si la seguridad del procedimiento era similar en los dos casos, por falta de estudios específicos sobre el tema (Gambir y otros, 2020).

      Con referencia al COVID 19, la existencia de la pandemia ha llevado a que menos mujeres busquen la atención en centros de salud y prefieran la auto-medicación sin contacto con unidades de salud, donde podrían ser contaminadas con el coronavirus (Aiken y otros, 2020).

      Conclusiones

      Se puede concluir que el surgimiento de la opción del aborto con medicamentos ha traído importantes progresos en cuanto al acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, reduciendo enormemente las complicaciones del aborto practicado fuera del marco legal y facilitando el acceso al aborto legal que, además, ha pasado a ser realizado en edades gestacionales cada vez más tempranas, al eliminar barreras que demoraban su ejecución.

      Una revisión de las estadísticas oficiales de países de altos ingresos económicos, por ejemplo, encontró que en los últimos 10 años había ocurrido un aumento paralelo en el uso de aborto con medicamentos y en la proporción de abortos con nueve semanas o menos de gestación (Popinchalk y Sedgh, 2019).

      Además, ha permitido que la limitación legal pase a tener menos importancia, porque dentro o fuera de la ley, la mayor parte de los abortos ha pasado a ser realizado principalmente con el uso de medicamentos, reduciendo enormemente el riesgo de complicaciones graves asociadas al aborto realizado fuera del marco legal (Vásquez-Quesada y otros, 2020).

      Bibliografía

      Aiken ARA, Starling JE, van der Wal A, van der Vliet S, Broussard K, Johnson DM, Padron E, Gomperts R, Scott JG., 2020, “Demand for Self-Managed Medication Abortion Through an Online Telemedicine Service in the United States” en Am J Public Health, Vol. 10, num. 1, pp. 90–97.

      Andersen KL, Basnett I, Shrestha DR , Shrestha MK, Shan M, Shilu Aryal S, 2016, “Expansion of Safe Abortion Services in Nepal Through Auxiliary Nurse-Midwife Provision of Medical Abortion, 2011-2013” en J Midwifery Womens Health, Vol. 61, núm. 2, pp. 177–184. Banwell SS, Paxman JM, 1992 “The search for meaning: RU 486 and the law of abortion” en Am J Public Health, Vol. 82, núm. 10, pp. 1399–1406.

      Baulieu EE, 1989, “Contragestion and other clinical applications of RU 486, an antiprogesterone at the receptor” en Science, Vol. 245, núm. 4924, pp. 1351–1357.

      Berer M, 2020, “Reconceptualizing safe abortion and abortion services in the age of abortion pills: A discussion paper” en Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol, Vol. 63, pp. 45-55.

      Briozzo L, Vidiella G, Rodríguez F, Gorgoroso M, Faúndes A, Pons JE, 2006, “A risk reduction strategy to prevent maternal deaths associated with unsafe abortion” en International Journal of Gynecology and Obstetrics, Vol. 95, pp. 221–226.

      Bugalho A, Faúndes A, Jamisse L, Usfá M, Maria E, Bique C, 1996, “Evaluation of the effectiveness of vaginal misoprostol to induce first trimester abortion” en Contraception, Vol. 53, núm. 1, pp. 243-246.

      Cameron S, 2018, “Recent advances in improving the effectiveness and reducing the complications of abortion” en Version 1, F1000Res. 2018; 7: F1000 Faculty Rev- 1881. Published online 2018 Dec 2.

      Diaz Olavarrieta C, Ganatra B, Sorhaindo A, Karver TS, Seuc A, Villalobos A, Sandra G García SG, Pérez M, Manuel Bousieguez M, Sanhueza P, 2015, “Nurse versus physician- provision of early medical abortion in Mexico: a randomized controlled non-inferiority trial” en Bull World Health Organ, Vol. 93, núm. 4, pp. 249-58.

      Drabo S, 2019, “A Pill in the Lifeworld of Women in Burkina Faso: Can Misoprostol Reframe the Meaning of Abortion” en Int J Environ Res Public Health, Vol. 16, núm. 22, p. 4425.

      Endler M, Cleeve A, Sääv I, Gemzell,Danielsson K., 2020, “How task sharing in abortion care became the norm in Sweden: A case study of historic and current determinants and events” en Int J Gynaecol Obstet, Vol. 150, Suppl 1, pp. 34–42.

      Faúndes A, Santos LC, Carvalho M, Gras C, 1996, “Postabortion complications after interruption of pregnancy with misoprostol” en Adv Contracept, Vol. 12, pp. 1–9.

      Faúndes A, Duarte GA, Andalaft-Neto J, Sousa MH, 2004, “The closer you are, the better you understand: the reaction of Brazilian Obstetrician-Gynaecologists to unwanted pregnancy” en Reproductive Health Matters, Vol. 12, 24 Supplement, pp. 47-56.

      Faúndes A, 2018, “Misoprostol, An essential drug in Reproductive Health” en J Pregnancy Reprod, Vol. 2, núm. 4, pp. 1-3.

      Gambir K, Kim C , Necastro KA, Ganatra B, D Ngo T, 2020, “Self-administered versus provider-administered medical abortion” en Cochrane Database Syst Rev núm 3, p. CD013181.

      Garris RE, Kirkwood CF, 1989, “Misoprostol: a prostaglandin E1 analogue” en Clin Pharm, Vol. 8, pp. 627-644.

      Grossman D, Baum SE, Andjelic D, Tatum C Torres G, Fuentes L,Friedman J, Ciccozzi M, 2018, “A harm-reduction model of abortion counselling about misoprostol use in Peru with telephone and in-person follow-up: A cohort study” en PLoS One, Vol. 13, núm. 1, p. e0189195.

      Jerman J, Onda T, Jones RK, 2018, “What are people looking for when they Google “self- abortion”?” en Contraception, Vol. 97, núm. 6, pp. 510–514.

      Kapp N, Eckersberger Er , Lavelanet A, Rodriguez MI, 2019, “Medical abortion in the late first trimester: a systematic review” en Contraception, Vol. 99, núm. 2, pp. 77–86.

      Kerestes

Скачать книгу