Aprender a diseñar la dieta perfecta con 100 ejercicios prácticos. MEDIAactive

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Aprender a diseñar la dieta perfecta con 100 ejercicios prácticos - MEDIAactive страница 7

Aprender a diseñar la dieta perfecta con 100 ejercicios prácticos - MEDIAactive Aprender...con 100 ejercicios prácticos

Скачать книгу

aminoácidos que provienen de las proteínas y ácidos grasos que provienen de los lípidos) para extraer de ellos energía o para producir nuevas materias.

      IMPORTANTE

      Para que el metabolismo de los nutrientes sea completo, es necesaria la presencia de determinadas enzimas y de ciertos ayudadores enzimáticos, como son las vitaminas y los minerales. Si hay carencia de estas sustancias, se producen deshechos de carácter ácido.

      1 Normalmente usamos la palabra metabolismo para hablar de la forma en la que “quemamos calorías”, pero en realidad es mucho más que eso. Realizamos dos tipos de procesos metabólicos: los catabólicos y los anabólicos. En los catabólicos sintetizamos productos, como pueden ser hidratos de carbono, lípidos, proteínas, aminoácidos u hormonas, a partir de los mencionados principios básicos. En los anabólicos, muy relacionados con los catabólicos y fundamentales para éstos, descomponemos los principios para extraer energía de ellos. Los peligrosos anabolizantes androgénicos esteroideos lo que hacen es precisamente estimular los procesos anabólicos a nivel celular para conseguir una mayor masa muscular.

      2 El cuerpo humano necesita contar con un aporte adecuado de proteínas y lípidos para garantizar la correcta renovación de las estructuras. Además, es capaz de extraer energía tanto de la glucosa, como de los aminoácidos o de los ácidos grasos. No lo hace directamente sino mediante la oxidación de estos principios a nivel celular: la cantidad de energía desprendida dependerá del tipo de nutriente ingerido. Las grasas liberan más calorías y los hidratos de carbono y proteínas liberan menos.

      3 El cuerpo cuenta con reservas de glucosa en forma de glucógeno en el hígado y en los músculos. Cuenta también, como probablemente ya sabrá, con reservas de grasa corporal que se acumulan alrededor de los órganos, entre las capas de tejido conjuntivo, bajo la piel y entre los músculos.

      4 El glucógeno reservado en el hígado es liberado en pequeñas dosis para garantizar la correcta aportación, sobre todo al cerebro, durante los períodos de ayunos, pero estas reservas se agotan pronto. El hígado y el riñón son capaces de sintetizar glucosa y ácido acetoacético a partir de las proteínas y de descomponer la grasa corporal en ácidos grasos (a partir de los cuales se sintetizan cetonas) y glicerina (a partir de la cual produce glucosa).

      5 Cuando el cuerpo se ve obligado a extraer la necesaria glucosa de grasas y de las estructuras proteicas de las células a gran velocidad, como sucede en ayunos o en dietas muy pobres en hidratos de carbono, se acumulan más cetonas que las que pueden ser utilizadas como combustible por el organismo y se produce la cetosis o acumulación de cuerpos cetónicos en la sangre, que se caracteriza por un intenso olor dulzón en la boca y en la orina, necesidad de beber agua para desintoxicar y, en algunos casos, fiebre.

      6 Si el cerebro no puede satisfacer su necesidad de glucógeno, utiliza los cuerpos cetónicos en lugar de su fuente natural. Además, sucede una demolición de las proteínas corporales que puede tener consecuencias. Por eso le rogamos que no siga una dieta drástica ni un ayuno sin asesorarse con un especialista de confianza.Si la ingesta de hidratos de carbono es muy baja, se impide la entrada a nivel cerebral de los aminoácidos, especialmente del triptófano, para facilitar la de los glúcidos disponibles. No puede entonces producirse la serotonina y se entra en estados de mal humor e irritabilidad y depresión.

      IMPORTANTE

      Para garantizar el abastecimiento de energía corporal, nuestro organismo es capaz de convertir los aminoácidos en hidratos de carbono y grasas, y la glucosa en grasas. Así mismo, cuando la ingesta de nutrientes supera nuestras necesidades, los aminoácidos y la glucosa, convertidos en grasas, se depositan en los tejidos adiposos y en las arterias.

007 La dieta mediterránea en su justo punto

      LA DIETA MEDITERRÁNEA ES UN SÍMBOLO cultural que nos ha distinguido desde su conceptualización en los años 60 del siglo XX. Sin embargo, se trata de una tradición con raíces mucho más antiguas que incluye hábitos alimenticios y de vida.

      IMPORTANTE

      El primer paso para alimentarse sanamente, no importa cuál sea su peso, es despedirse de la comida basura y los dulces industriales.

      1 Las bondades de la dieta mediterránea son conocidas a nivel internacional. Sin embargo actualmente casi la mitad de los niños españoles y un 38% de los adultos padecen sobrepeso y aproximadamente el 19% de los niños y más de un 14% padecen obesidad, debido a los malos hábitos de nuestros días, tanto en lo que se refiere a la alimentación como al sedentarismo. Y es que en realidad, en las últimas décadas nos hemos alejado de forma progresiva de las verdaderas tradiciones que han hecho de nuestra gastronomía un sinónimo de calidad. La obesidad que padecemos hoy en día es producto del abandono de la dieta mediterránea y del sedentarismo de la vida moderna.

      2 La dieta mediterránea es más que el punto de encuentro de la alimentación de los países europeos y africanos que rodean este mar y más allá de sus fronteras. Es producto de la mezcla de tradiciones de los pueblos que han poblado la zona: griegos y romanos sentaron las bases fundamentales, que son el pan, el vino y el aceite de oliva; las culturas germanas aportaron el consumo de las carnes, principalmente de cerdo; mucho después, los árabes extendieron el consumo del arroz y el trigo, además de algunos vegetales y finalmente, de América nos llegaron las patatas, los pimientos y el tomate.

      3 En la verdadera cocina mediterránea, los alimentos sólo se fríen de manera ocasional y siempre en aceite de oliva. El aceite de oliva crudo, sin embargo, está presente siempre en la mesa, en lugar de la mantequilla o la grasa animal. Originalmente los lácteos, quesos incluidos, se consumían en pequeñas cantidades y de forma ocasional en la región, pues eran un bien escaso y normalmente producido a partir de leche de cabra u oveja.

      4 Las cocciones deben ser a fuego lento, sobre todo en el caso de los granos, lo que asegura la correcta asimilación de sus nutrientes. En la dieta mediterránea tradicional las proteínas provienen sobre todo de la mezcla de legumbres y cereales, luego de pescados y, en menor medida, de las aves de corral y de carnes rojas, sobre todo como el cordero o el cerdo, aunque esto varía entre una zona y otra.El interés en la dieta mediterránea surge a mediados del siglo XX cuando científicos americanos deciden explorar la relación entre la alimentación y la mayor esperanza de vida de la región.

      5 Las verduras y frutas

Скачать книгу