Comprendiendo las parábolas de Jesús. Klyne Snodgrass

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Comprendiendo las parábolas de Jesús - Klyne Snodgrass страница 35

Автор:
Серия:
Издательство:
Comprendiendo las parábolas de Jesús - Klyne Snodgrass

Скачать книгу

esta narrativa y parábola tienen implicaciones cristológicas. Lo supuesto es que Jesús es el que perdona debido a que él recibe el amor. Por lo menos, Jesús da validez a su condición de profeta y que él es el agente que anuncia el perdón de Dios, pero la intención parece ser mucho más que eso. Además, el hecho que Jesús es considerado como uno que perdona los pecados conlleva la sugerencia de que él está reemplazando las funciones del templo o al menos sus acciones son comparables con el templo (cf. Mt 12.6).

      Con respecto a Simón la narrativa queda abierta. La parábola opera como una advertencia y un desafío a Simón, pero no sabemos cómo el respondió.

       6. ¿Cuál es la relación del amor y la fe?

      Esta perícope nos fuerza a poner la fe y el amor en una relación más cercana de lo que acostumbramos. Para nosotros la fe es un asunto de la mente, mientras que el amor es un asunto del corazón, pero las Escrituras no mencionan esta división. Es este pasaje se comprende el amor como la expresión de la fe (cf. Gal 5.6), y propiamente comprendido es difícil imaginar una fe que no envuelva amor. Amar a Dios con todo el corazón, la mente, y todas nuestras fuerzas no es otra cosa sino fe, y la fe no puede lograr más. La fe amará, o no es fe (cf. la discusión de Lucas 10.25-37).

      La cancelación de las deudas es pura gracia, pero una que transforma, que crea amor y relación, y requiere, incluso demanda, una respuesta. La parábola de Jesús y el diálogo que acompaña demuestra la presencia del Reino, el perdón disponible para los pecadores, y la responsabilidad que viene con la gracia.

      Adaptación de la parábola

      La respuesta es el enfoque central para esta parábola y la de Los dos deudores. El Reino viene con gracia ilimitada en medio de un mundo malo, pero la gracia que no produce una respuesta es gracia desconocida. También los cristianos de la actualidad con frecuencia piensan que se puede recibir la gracia sin efecto y sin respuesta. Eso es imposible. ¿Acaso la apatía de nuestro compromiso a Dios se debe a que tenemos un sentido tan ínfimo de la gran deuda perdonada? Si nos importa lo que Dios ha hecho por nosotros, habrá evidencia de una gratitud que responde y obras.

      Parte de esa respuesta será el desarrollo de la habilidad para percibirlas personas verdaderamente. Jesús podía percibir las personas, no solamente mirarlas. Necesitamos tener la capacidad de ver más allá de lo obvio y la forma de las personas para percibir lo que de veras son, cuáles son sus necesidades, y cuál es el potencial que tienen. Solamente así el amor de Dios podrá encontrar un camino a través de nosotros. La habilidad de ver envuelve también la habilidad de percibir y evaluar nuestra cultura.

      Particularmente en la cultura blanca norteamericana, se enseña que la persona debe reservar sus emociones al responder, pero nada grande pasa sin emoción.145 La mujer en esta parábola nos enseña la importancia de la emoción, de no tomar el pecado a la ligera sino de tener un sentido de su valor. Esto es lo que dio a ella un amor profundo y compromiso por Jesús. No debemos restar importancia a la relevancia de la respuesta de esta mujer. Es obvia la similitud de su acto de ungir los pies de Jesús y de secarlos con su cabello con el acto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos y secarlos con una toalla, especialmente cuando el amor es la marca de la motivación de ambos (Lc 7.47 y Jn 13.1). Jesús fue el receptor de tal acto de amor y humildad antes de lavar a sus discípulos. La mujer modeló la humildad que Jesús expresó.

      Obviamente se deben confrontar las interrogantes de identidad. Se deben captar las cristologías implícitas, pero especialmente se deben cotejar los cuestionamientos acerca de nuestra propia identidad con respecto a Dios y otras personas. Somos deudores, y potencialmente, si estamos dispuestos a responder, deudores perdonados, y todos estamos en esa categoría. Ninguno de nosotros coincide en la categoría de “menor deudor”. Esto significa que el desprecio de otros y las actitudes de superioridad no tiene cabida con los cristianos. La parábola no describe toda la cadena de eventos, pero un vistazo a la sociedad humana muestra la arrogancia que lleva al desdén, lo cual produce discordia, y que con frecuencia lleva a la violencia.146

      Las implicaciones de esta parábola sobre asuntos de la separación del pecado y “el mundo” son muy grandes. Claramente la separación no puede conllevar separación de la gente. Los cristianos no tienen derecho de rechazar los “parias”. Incluso cuando se rechazan acciones específicas, los cristianos deben estar dispuestos a abrazar los pecadores sin afirmar sus acciones o los eventos que claramente son injustos. La santidad, al menos la verdadera santidad, es más fuerte y más contagiosa que el pecado.147 El pecado se debe evitar, no temer. Una amplitud del alma (makrothymia) se extiende a la persona para ayudarla a la fe y la obediencia.

      La gracia y la responsabilidad no se refieren a una gracia barata, o una sin responsabilidad. La gente y las iglesias quieren una gracia sin responsabilidad. El perdón no tiene límites, pero conlleva responsabilidades, confesión, verdad, e incluso restitución. Estas dos parábolas solamente son dos representaciones de las múltiples facetas del tema del perdón.

      Lectura adicional

      Kenneth E. Bailey, Through Peasant Eyes:More Lucan Parables, Their Culture and Style (Grand Rapids: Eerdmans, 1980), pp. 1-21.

      François Bovon, Luke 1: A Commentary on the Gospel of Luke 1.1-9:50 (trad. Christine M. Thomas; Minneapolis: Fortress, 2002), pp. 289-98.

      Hans Drexler, “Die große Sünderin Lucas 7:36-50”, ZNW 59 (1968): 159-73.

      Joseph A. Fitzmyer, The Gospel According to Luke (I-1X): Introduction, Translation, and Notes (AB; Garden City, N.Y.: Doubleday, 1979), pp. 683-94.

      John Nolland, Luke 1-9:20 (WBC; Dallas: Word, 1989), pp. 349-62.

      James A. Sanders, “Sins, Debts, and Jubilee Release”, in Luke and Scripture: The Function of Sacred Tradition in Luke-Acts (ed. Craig A. Evans and James A. Sanders; Minneapolis: Fortress, 1993), pp. 84-92.

      Reinhard von Bendemann, “Liebe und Sündenvergebung. Eine narrative-traditionsgeschichtliche Analyse von Lk 7, 36-50”, BZ 44 (2000): 161-82.

      4 John Dominic Crossan, In Parables: The Challenge of the Historical Jesus (New York:Harper & Row, 1973), p. 106.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4QAYRXhpZgAASUkqAAgAAAAAAAAAAAAAAP/sABFEdWNreQABAAQAAAAKAAD/7QAsUGhvdG9z aG9wIDMuMAA4QklNBCUAAAAAABAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA/+4AIUFkb2JlAGTAAAAAAQMAEAMC AwYAAY1aAAQQFQAGDDX/2wCEABQQEBkSGScXFycyJh8mMi4mJiYmLj41NTU1NT5EQUFBQUFBRERE REREREREREREREREREREREREREREREREREQBFRkZIBwgJhgYJjYmICY2RDYrKzZERERCNUJERERE RERERERERERERERERERERERERERERER

Скачать книгу