Vía crucis con los santos. Pablo Cervera Barranco
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Vía crucis con los santos - Pablo Cervera Barranco страница 4
Reflexión
En la cruz están representadas las dimensiones del amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento, como dice el apóstol: la amplitud, la longitud, la altura y la profundidad. La cruz es amplia en el travesaño sobre el que se extienden las manos del Crucificado: es el signo de las obras buenas, en la anchura del amor gratuito. La Cruz es larga en el travesaño que desciende hasta en tierra: allí se fijan la espalda y los pies como signo de la perseverancia en la extensión del tiempo, hasta el final. La cruz es alta en el ápice que se levanta sobre el travesaño como signo de la finalidad superior a la que están ordenadas todas las obras: todo lo que se realiza en anchura y en longitud, es decir, con amor y perseverancia, se hace por la altura de los dones divinos. La cruz es profunda en la parte de la viga que se hunde en la tierra: les está oculta y no se puede ver, pero de ahí surge su parte visible y gloriosa, precisamente como cada bien nuestro proviene de la profundidad de la gracia de Dios que escapa a nuestra comprensión y a nuestro juicio.
Esta es la cruz de Cristo, este es el signo de Cristo que todos conocen, el signo que se pone en la frente de los creyentes, sobre el agua del bautismo con la cual renacen, sobre el aceite del crisma con el que son consagrados, sobre el sacrificio con el cual son alimentados. En la celebración de los sacramentos todo bien nos viene a través de la cruz de Cristo.
Oración
Oh Dios, principio y fin de todas las cosas, que reúnes a toda la humanidad en el templo vivo de tu Hijo; haz que mediante las vicisitudes, felices y tristes, de este mundo, mantengamos fija la esperanza de tu reino, seguros de que en nuestra paciencia tendremos la vida. Por Cristo, nuestro Señor.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
San Juan de Ávila
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Is 50,5-7
El Señor me ha abierto el oído. Y yo no me resistí, ni me hice atrás. Ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los insultos y salivazos. Pues el Señor habría de ayudarme para que no fuese insultado, por eso puse mi cara como el pedernal, a sabiendas de que no quedaría avergonzado.
Reflexión
Y, ¿quién es aquel que te ama y no te ama crucificado, pues desde tu cruz, Dios Grande me amaste y libraste? Pues desde mi cruz te quiero buscar y en ella te hallo y hallándote me sacas de mí, que es quien contradice tu amor.
Oración
¡Bendito seas, Dios y Señor y Padre nuestro! Tú que quisiste que tu Hijo amado fuera el primogénito de todos sus hermanos, concédenos, ya en esta vida, gustar de ese Pan bajado del cielo, consagrado por tus sacerdotes, en el que Jesucristo se nos entrega como memorial de su muerte y resurrección.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
Santa Teresa de Jesús
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
2Cor 12,9b-10
Con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte.
Reflexión
En la cruz está la vida y el consuelo
y ella sola es el camino para el cielo.
En la cruz está el Señor de cielo y tierra
y el gozar da mucha paz, aunque haya guerra.
Todos los males destierra de este suelo
y ella sola es el camino para el cielo.
Es una oliva preciosa la santa cruz,
que con su aceite nos unta y nos da luz.
Alma mía, toma la cruz con gran consuelo.
Que ella sola es el camino para el cielo.
Oración
Padre, que por nosotros quisiste que tu único Hijo fuera ultrajado y condenado a muerte: en virtud de las injurias y tormentos que él soportó, ayúdanos a no juzgar a nuestros hermanos, y merecer tu juicio favorable el día de la resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
Santa Teresa del Niño Jesús
V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.
Palabra de Dios
Jn 19,13-17
Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gabbatá. Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta. Dice Pilato a los judíos: «Aquí tenéis a vuestro Rey». Ellos gritaron: «¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!». Les dice Pilato: «¿A vuestro Rey voy a crucificar?» Replicaron los sumos sacerdotes: «No tenemos más rey que el César». Entonces se lo entregó para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y él, cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota.
Reflexión
Jesús prodiga sus cruces como el signo más seguro de su ternura, porque desea hacerte semejante a Él. ¿Por qué tener miedo a no ser capaz de llevar la cruz sin desfallecer?
Celina, ¿no te parece que ya no nos queda nada en la tierra? Jesús quiere hacernos beber su cáliz hasta las heces dejando a nuestro padre querido allá abajo. No le neguemos nada. ¡Tiene tanta necesidad de amor y está tan sediento, que espera de nosotras esa gota de agua que pueda refrescarlo...! Demos sin medida, que un día él dirá: «Ahora me toca a mí».
Oración
Escucha, oh Dios, nuestra oración, y concédenos imitar la pasión de tu Hijo, portando con serena fortaleza nuestra cruz de cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.