El principio de proximidad. Ken Coleman
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Wayne Gretzky, el miembro del Salón de la Fama del Hockey, lo dijo mejor: “Echas de menos el 100% de los golpes que no das”. Gretzky sabía que, para anotar, tenía que dar golpes. ¿Fracasó Gretzky en algunos golpes? ¡Por supuesto que sí! Pero el miedo a fracasar no le impidió darlos. Gretzky marcó 894 goles en su carrera, convirtiéndose así en uno de los mejores jugadores de hockey de todos los tiempos5. Él no se daba por vencido cuando no lograba hacer los golpes necesarios, ni cuando perdía un juego, sino que seguía intentándolo.
Con frecuencia, el éxito ocurre no a pesar del fracaso, sino debido a él.
Y también está Will Ferrell, uno de los actores de comedia más exitosos en el negocio del espectáculo. Al observar su carrera, cualquiera concluiría que él no sabe qué cosa es el miedo. Sin embargo, eso no es verdad. Ferrell compartió sus pensamientos sobre el miedo al fracaso en un discurso que pronunció al inicio de 2017 en University of Southern California. Ferrell manifestó: “Nunca dejas de sentir miedo, pero mi miedo al fracaso nunca fue tan grande como mi miedo a la famosa pregunta ‘¿Qué pasaría si?’ ¿Qué pasaría si nunca lo intentara?” 6.
No importa qué tan alto asciendas, ni cuán exitoso seas, el miedo al fracaso siempre amenazará con detener tu progreso. ¡No se lo permitas! La única forma en que alcanzarás tus objetivos es superando el miedo, intentándolo y siempre, siempre eligiendo intentarlo.
Sueña en grande
No siempre es fácil intentarlo. El orgullo y el miedo no tienen vergüenza y tratarán de convencerte de que tu objetivo es una locura. Cuando decidí darle una oportunidad a mi sueño, descubrí qué tan rápido aparecen las dudas. Me resultó difícil contarles a mis amigos y familiares sobre mi plan, porque estaba preocupado por lo que ellos pensarían de mí. En ese momento, yo estaba dirigiendo un negocio y la industria a la que quería trasladarme era un cambio muy dramático en comparación con lo que había estado haciendo. Se trataba de una trayectoria profesional 100% diferente. Entonces, empecé a cuestionarme a mí mismo: ¿Pensarán que estoy loco? Fue así como tuve que aprender a llamar a ese sentimiento por lo que en realidad era: orgullo.
Todos los sueños son un poco locos. Por eso se llaman “sueños”.
A medida que comencé a poner mi plan en acción, me preocupaba que mis familiares y amigos me dijeran que no hiciera ese cambio. Yo quería que todos creyeran en mí y en mi sueño. Quería impresionarlos a todos y mostrarles que yo era capaz de hacer eso que tanto anhelaba hacer. Pero esa pregunta persistente aparecía en mi mente: ¿qué pasa si me dicen que no? Entonces, también tuve que aprender a llamar a eso por lo que era: miedo al rechazo.
Cuando comencé mi ascenso, estaba dirigiendo mi pequeño negocio y tenía una esposa y tres hijos pequeños que contaban conmigo.
Las posibles consecuencias financieras me hacían sentir un susto de muerte. Me preocupaba el hecho de haberme equivocado a tal punto que destruiría a mi familia. ¿Qué pasa si no tengo lo que se necesita para salir adelante con este nuevo emprendimiento? Entonces, una vez más, tuve que aprender a llamar a eso por lo que era: miedo al fracaso.
La verdad es que todos los sueños son un poco locos. Por eso se llaman “sueños”. Pero nunca estamos locos por soñar. Lo que sí es más loco que soñar es nunca intentarlo.
Mi camino comenzó con un podcast de inicio realizado en la cabina de sonido de una bodega y con solo un puñado de personas escuchándome. Sin embargo, ese hecho me puso cerca de las personas y los lugares que me permitieron aprender y crecer. Como mencioné antes, una de esas personas no era otra que Dave Ramsey. Aquella entrevista de podcast, aunque no lo sabía en ese momento, fue el primer paso que me llevó a donde estoy hoy.
El viaje para escalar tu propio Everest será muy diferente al mío. Tendrás tus propias batallas con el orgullo y el miedo, pero no dejes que el tamaño de la montaña te paralice. Pon un pie delante del otro, rumbo a la cima. Llegarás a ella antes de que te des cuenta. Tu llegada a esa cumbre será única. No hay camino perfecto, sino que se trata de seguir tu propio camino. Entonces, sueña en grande, pide ayuda, acepta el fracaso, inténtalo y continúa subiendo un paso a la vez.
La gente que necesitas buscar
Al comenzar tu ascenso, hay cinco tipos específicos de personas que te ayudarán en el camino:
1 Los profesores que te instruyen en el campo en el que deseas trabajar.
2 Los profesionales que son lo mejor de lo mejor en tu campo.
3 Los mentores que te ofrecen orientación y te llaman a cuentas.
4 Los compañeros que te acompañan en tu viaje.
5 Los productores que generan empleos, contratan y forman equipos y brindan oportunidades.
Analicemos cada uno de estos grupos para que sepas con exactitud a quiénes estás buscando, dónde encontrarlos y por qué los necesitas en tu ascenso.
Capítulo 2
Los profesores
“Desarrolla la pasión por aprender.
Si lo haces, nunca dejarás de crecer”.
—Anthony J. D’Angelo
El legendario músico, compositor y miembro del Salón de la Fama del Rock & Roll, Tom Petty, hizo una carrera musical increíble y vendió más de 80 millones de discos a lo largo de su vida. Y gran parte de su éxito se remonta al día en que conoció a un increíble maestro de guitarra que trabajaba en una tienda de música en Gainesville, Florida. Ese profesor fue quien le enseñó casi todo lo que Petty sabía sobre guitarra, pero eso no es todo. También le ayudó a encontrar y desarrollar su sonido característico. Ahora, entiende esto: el nombre de ese maestro era Don Felder, un chico tan dotado musicalmente que pasó más de 25 años siendo el guitarrista principal de otra banda famosa que ha vendido 150 millones de discos. Habrás oído hablar de Eagles7.
Bueno, quizás tú no quieras ser un músico legendario. Sin embargo, ese no es el punto. El punto es: no importa qué trabajo te apasione, tienes que encontrar a tu Don Felders y pedirle que te enseñe cómo hacerlo.
Un profesor es un maestro —alguien con las habilidades y la experiencia que se requieren en el campo en el que tú deseas trabajar
Me gusta llamar a estos maestros profesores. ¿Qué imagen te viene a la mente cuando escuchas esa palabra? ¿Te imaginas a un profesor universitario con una chaqueta de tweed con parches en las mangas? Pues déjame decirte que un profesor es mucho más que eso. Un profesor es un maestro
—alguien con las habilidades y la experiencia que se requieren en el campo en el que tú deseas trabajar.
Cualidades clave del profesor
Entonces, ¿qué distingue a los profesores realmente buenos de los que escasamente lo son? Creo que hay tres cualidades clave que hacen parte del perfil de los grandes profesores:
1 Están bien informados
2 Son apasionados
3 Te empujan a crecer
Los grandes profesores están bien informados
Los