Península Coreana: estrategias, reestructuración e inserción en el mundo global. Nayelli López Rocha
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Península Coreana: estrategias, reestructuración e inserción en el mundo global - Nayelli López Rocha страница 7
A pesar del entramado de encuentros y concertaciones señalado, el nivel de la relación requeriría más contactos de alto nivel, tanto en el marco de mecanismos institucionales como fuera de ellos. Asimismo, sería deseable que hubiera mayor simetría en los contactos, dado que son más frecuentes las visitas oficiales de Corea a México que viceversa. Por ejemplo, el último Jefe de Estado en viajar a Corea en visita oficial fue Vicente Fox en 2001 y en 2005, para participar en la Reunión de Líderes de apec en Busan. En tanto, la anterior presidenta de Corea, Park Geun-hye, viajó a nuestro país con una delegación de más de 45 personas, entre miembros de gabinete, altos funcionarios y empresarios, en abril de 2016.5 El último canciller mexicano en visitar Corea fue José Antonio Meade en 2015, fecha de la última reunión del Mecanismo de Consultas Políticas a nivel ministerial. La canciller coreana Kang Kyung-wha asistió a la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018.
En el ámbito de la cooperación, la Comisión Mixta de Cooperación Económica, Técnica y Científica sesionó por última ocasión en 2015; el Programa de Cooperación Educativa y Cultural vigente fue suscrito en 2012 y para finales de 2019 no había sido renovado. Si bien la cooperación es intensa en estos ámbitos, si existieran mecanismos de cooperación independientes de las comisiones señaladas, como el Programa de Intercambio de Conocimientos (ksp) del Ministerio de Economía y Finanzas, se ganarían nuevas oportunidades de cooperación en ámbitos como la Cuarta Revolución Industrial, inteligencia artificial, nueva movilidad o economía del hidrógeno, de reunirse las comisiones y autoridades de ambos países.
Existe una inercia diplomática con el llamado Viejo Mundo (Europa), con el cual el entramado institucional a nivel bilateral, cubriendo un amplio espectro temático, es más rico que el existente con la mayoría de países de Asia, a pesar de que la realidad de las relaciones económicas y muchos intereses políticos favorecen hoy, mucho más, a Asia como la región más dinámica del mundo. Esta situación debe corregirse.
La hora de los ciudadanos
El paisaje coreano se puebla poco a poco de mexicanos, algunos con itinerarios insólitos, como aquellos niños de 12 años que radicaron seis meses en Seúl para dominar el arte del Baduk (juego de tablero de estrategia, conocido también como Go en China). La presencia coreana es aún más visible en México, tanto en sitios turísticos como en las ciudades más importantes del país. Al margen de los gobiernos, aunque propiciados por ellos, flujos crecientes de mexicanos y de coreanos recorren los 12 500 kilómetros que separan los dos países para llevar a cabo actividades de turismo o de estudios. En el caso de los ciudadanos coreanos, la expansión de la inversión en México explica una presencia más importante de ejecutivos y trabajadores, y son cada vez más los empresarios independientes que buscan probar suerte en nuestro país. De esta forma, son más de 14 mil los coreanos residentes que registra la embajada de Corea en México. Los mexicanos en Corea no llegan a mil.
La reducción de costos de viaje, la multiplicación de rutas, la apertura del vuelo directo México-Seúl en julio de 2017, aunado al incremento en los poderes adquisitivos, explican el crecimiento del turismo entre los dos países. El poder suave y la diplomacia pública apuntan también a selecciones de destinos dictadas por atractivas construcciones narrativas culturales. A comienzos del siglo no existían muchos incentivos para motivar el turismo de México a Corea. Hoy, eficientes campañas y numerosas ofertas culturales hacen que Corea compita con sus vecinos y tenga una sólida identidad positiva propia. ¿Qué sería hoy del turismo a Corea sin el K-pop, un fenómeno musical que atrae a millones de jóvenes de todo el mundo? El propio gobierno coreano promueve con eficiencia este atractivo; por ejemplo, cuando llevó al grupo bts a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2018. Sólo en México el número de fans del K-pop se mide en cientos de miles.
No hay mes en el que en algún lugar de Corea no abra un restaurante mexicano, o con pretensión de serlo, por el hecho de que nuestra comida se ha popularizado en un país que, hace 25 años, todavía conocía grandes restricciones en sus importaciones de alimentos extranjeros no básicos. La narrativa mexicana también se ha consolidado a lo largo de los años, con el apoyo de la penetración de música, cine, telenovelas y eficientes campañas turísticas.
Según datos de la Secretaría de Turismo (sectur), en 2018 fueron 86 mil los coreanos que realizaron actividades turísticas en México, esto es 54 mil más que sólo seis años antes (datatur, 2019). La Organización de Turismo de Corea (kto) señaló que 25 mil mexicanos viajaron en sentido contrario con fines turísticos en 2018 (Korea Tourism Organization, 2019), cuando apenas fueron 10 026 en 2012 (Korea Tourism Organization, 2013). El turismo entre ambos países crece a tasas superiores a 15% anual, pronosticando un amplio espacio de expansión, sobre todo el de Corea a México, dado el nivel de ingreso de su población y la propensión para salir de su país (en 2018, se registraron 25 millones de salidas del territorio).
La internacionalización de la educación superior es otra actividad en plena expansión de la que se han beneficiado mexicanos y coreanos, en números crecientes. Este fenómeno se ha dado al margen del ámbito oficial, ya que el número de becas de gobierno no ha cambiado en los últimos años. El gobierno mexicano ofrece cinco becas anuales de posgrado a estudiantes coreanos, las cuales no se otorgan en su totalidad por falta de demanda. El gobierno coreano, a su vez, otorga 3 becas de licenciatura y 13 de posgrado, anualmente. En 2018, 52 estudiantes mexicanos se encontraban estudiando con alguna beca del gobierno coreano: 8 a nivel de licenciatura, 26 a nivel de maestría, 6 de doctorado y 12 en movilidad.
En cambio, el número de estudiantes que se benefician de becas o programas interuniversitarios, o incluso que deciden cubrir ellos mismos sus estudios, se ha disparado. Para ello, se han suscrito al menos 177 convenios interuniversitarios para facilitar los intercambios y acreditación de materias. Eran 106 estudiantes coreanos en México en 2014 para estudios de idioma, intercambio o posgrados completos; en 2018 ya eran 415. Varias universidades ofrecen estudios en México para jóvenes que serán reclutados por empresas coreanas establecidas en nuestro país. En sentido inverso, la embajada mexicana en Corea había registrado 250 estudiantes mexicanos en el país en 2014, igualmente en estudios de idioma, de intercambio o estudios universitarios completos, número que había aumentado a 375 para 2018.
En tiempos recientes, las instituciones de educación superior coreanas han enfrentado una disminución en su matrícula, a pesar de que Corea es uno de los países con el mayor número de jóvenes que realiza estudios universitarios (67.8% del total en 2018, de acuerdo con la ocde), debido a la estructura demográfica de su sociedad, en proceso de envejecimiento. La única manera de compensar esta disminución ha sido incrementar el número de estudiantes extranjeros, ofreciendo cada vez más materias y posgrados en inglés, al igual que becas completas o parciales.
De lo anterior puede deducirse que el número de estudiantes mexicanos en Corea seguirá creciendo en el futuro y quizá también el de coreanos en México si se mantiene la expansión de la inversión de ese país.
Conclusión: ¿hacia un nuevo salto cualitativo en la relación México-Corea?
En mayo de 1991, el entonces canciller Fernando Solana declaraba en Seúl: “Sistemáticamente hemos intensificado nuestros intercambios con los polos más dinámicos en el mundo. Por eso, estimamos particularmente nuestra relación con Corea” (Solana, 1994, p. 282). Esta visión ha perdurado y la relación se ha consolidado en el último cuarto de siglo, en beneficio de ambos países. Las economías de México y Corea también se han transformado