Rostros de Santa Marta. Martiniano Acosta
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vaho de noche que conquista a los hombres.
Son hijas de los huesos,
herederas del universo,
lloran a sus hijos sembrados en la tierra
atrás la infancia y el baile de cometas.
Señoras de la manzana,
poéticas pecadoras del alabastro,
el mar agoniza en su vientre.
Cobijo coral,
cobijo pluma,
dulces espíritus,
es el deseo su alimento,
la incertidumbre su morada
en el día a día, en el café de las mañanas,
en la lucha de las bocas,
lengua, saliva, miel.
Evas
Encuentro,
barro,
vida.
¿La traición dónde está?
Annabell Manjarrés Freyle
La mujer hecha poesía
Por: Luz Myriam Mendoza Quintero y Lina Johani Reyes Cardona
Programa de Medicina
“Mis poemas me reflejan a mí y a mis circunstancias. Reflejan mis obsesiones, mis miedos, mis pasiones y, sin duda, algunas lecturas que me han marcado”.
Nació en Gaira, Colombia, 1985. Es periodista y comunicadora social; desempeña esta labor de forma independiente. Poeta y narradora. Recibió un reconocimiento otorgado por el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo en su aniversario número XXIX en 2015, por la contribución de su labor periodística a la cultura del departamento.
Es autora de los poemarios inéditos: Espejo Lunar Blanco (2010), Óleo de mujer acosada por el tiempo (2013), Una ciudad como Saturna (2016) y Animales invertebrados (2017). Dichos poemas han sido traducidos a una gran variedad de idiomas como: inglés, catalán, francés, italiano, turco, rumano, albanés, y figuran en diversas antologías nacionales e internacionales. Tiene un libro inédito cuentos. Trabaja en su primera novela.
La gobernación del Magdalena le concedió el primer lugar en poesía por su poemario Óleo de mujer acosada por el tiempo. Su cuento La calle de las guacamayas ocupó el segundo lugar en el Concurso de Poesía y Cuento Joven del 2013.
Obtuvo el Premio Nacional de Cuento Bueno y Breve de la revista El Túnel, de Montería, 2015, con el texto El hombre en su jaula.
En 2016 fue invitada al Festival Internacional de Poesía de Medellín y en 2017 al Festival Internacional de Poesía Nazim Hikmet, en Estambul, Turquía.
Al momento de realizar esta entrevista, se desempeña como docente de Procesos Lectores y Escriturales en la Universidad del Magdalena. Es periodista independiente.
Luz Myriam Mendoza Quintero: ¿Cómo vivió su infancia y qué aspectos de ella la motivaron a ser lo que es hoy en día?
Annabell Manjarrés: Mi infancia transcurrió feliz en la casa de mi abuela. Desde que ella murió, viví en el barrio La Ciudadela 29 de julio, en Santa Marta, hasta hace pocos años. El patio de la casa de mi abuela, lleno de árboles frutales, crotos y begonias, siempre ha estado presente en mi poética; porque en ese patio, cuando no estaba jugando con mis primos, compartía el día a día con mi abuela o sola. Fue en esos momentos a solas en los que empezó a volar mi imaginación.
Lina Johani Reyes Cardona: ¿En algún momento, debido a la situación del país y el papel que desempeña la mujer en su juventud, sintió que no era posible ser poeta o periodista?
Annabell: Nunca lo sentí imposible, pero sí difícil. Todo un reto. Ser poeta surgió de forma espontánea mientras estudiaba mi carrera en la Universidad Sergio Arboleda. El choque que tuve con el mundo masculino y falocéntrico fue desde muy temprana edad. Crecí con dos hermanos mayores y una madre machista. Sabía que el mundo que me esperaba era reflejo de esa cotidianidad, que había que abrirse paso a pesar de las turbulencias del mundo, del qué dirán y de las acusaciones. El sistema ha incorporado espacios para las mujeres en todos los ámbitos: culturales, laborales, literarios… pero a nuestra sociedad, sobre todo la nuestra en la Costa Caribe colombiana, le hace falta esa ruptura con la tradición que tanto daño ha hecho a las mujeres.
Luz Myriam: ¿Por qué eligió ser poeta y periodista?
Annabell: Yo elegí ser periodista por intuición. Esa intuición se desarrolló también por aquellos días en que pensaba con seriedad cambiarme de carrera. Estudiaba Derecho en la Universidad Libre de Barranquilla. Vivir en esa ciudad y sentirme sola me ayudó a conocerme más y tener en cuenta mis necesidades. En Barranquilla me acerqué al mundo bohemio y empecé a leer con juicio algunas revistas. Vi que no era necesario cambiarme de ciudad para estudiar una carrera afín a mis talentos; además, la sede de la Sergio estaba cerca de mi casa. Andaba con poco dinero en Barranquilla, así que por esa y por muchas otras razones más fue como decidí ser periodista.
Lina Johani: ¿Qué tan difícil fue para usted desempeñarse en este campo siendo mujer?
Annabell: Aún es muy difícil. En Santa Marta hay dos universidades que gradúan todos los años a más de cien comunicadores sociales, pero no hay ofertas laborales en los que estos puedan ganarse la vida. Tampoco hay competencia que obligue a los nuevos comunicadores sociales a ser mejores en su desempeño. Esto ocurre tanto para los hombres como para las mujeres. Además, creo que las mujeres deben pellizcarse. En mi experiencia como docente de alumnos de periodismo, noté que la mayoría de las chicas no tienen aspiraciones intelectuales, pero sí están más esperanzadas en el mundo del espectáculo. No está mal, pero tampoco lo es todo, y lo cierto es que la realidad del país no admite a una presentadora más, ni en un canal de YouTube.
Luz Myriam: A lo largo de su trayectoria como poeta y periodista, ¿cree que su departamento o el país le han brindado las oportunidades necesarias?
Annabell: La respuesta es un contundente no. Mis logros han sido por mérito propio. He porfiado bastante. Es lamentable que las administraciones no reconozcan que los talentos literarios también son dignos de apoyo. Para quienes están en los cargos de las oficinas de cultura, siempre creerán que la cultura solo llega hasta las manifestaciones folclóricas.
Lina Johani: ¿Qué reflejan para usted sus poemas?
Annabell: Mis poemas me reflejan a mí y a mis circunstancias. Reflejan mis obsesiones, mis miedos, mis pasiones y, sin duda, algunas lecturas que me han marcado.
Luz Myriam: ¿Cuáles son los poemas más significativos para usted y por qué?
Annabell: