Voces De Luz. Aldivan Teixeira Torres

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Voces De Luz - Aldivan Teixeira Torres

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¿Aló? ¿Quién es?

      — Hola, mi nombre es Aldivan y necesito un taxi con urgencia.

      — Hola Aldivan, mi nombre es Wellington. Ha contactado a la persona adecuada. ¿Cuál es el destino?

      — La aldea de Jeritacó, ¿la conoce?

      — Sí la conozco. He estado ahí varias veces. ¿Dónde se encuentra?

      — Estoy en el centro de la ciudad, al lado del Raio da Esperança (Rayo de Esperanza).

      — Ah, yo sé dónde es. Espere un minuto, voy en camino.

      — OK.

      — Lo veré pronto.

      — Esta bien.

      El hijo de Dios desconectó la llamada y mantuvo su celular en su mochila, prestando atención al movimiento de las calles. Cuando llegará el taxi, le haría señas para que fuese más fácil de reconocer. El esperaba que no tardara mucho, porque ya eran las 9:00am.

      El deseo del Vidente fue escuchado por los Dioses, Luego de diez minutos aproximadamente su taxi arribó. El entró al carro (un modelo Gol plateado, del año 2013) con sus maletas y sus preocupaciones. Saludó a Wellington, quien hizo lo mismo, y comenzaron su camino hacia su destino final: La aldea de Jeritacó.

      Luego de haber pasado quince minutos desde el punto de partida, pasaron el límite de la ciudad, tomaron un camino de tierra precario y en cuanto Wellington tuvo la oportunidad de hablar, la tomó.

      — Me olvide, ¿De dónde eres?

      — Soy nativo de Arcoverde/PE ¿y tú?

      — De hecho, yo soy de Ibimirim. Dime ¿Cuál es tu interés con esa aldea?

      — Nada en especial. Voy a visitar a un amigo que conocí, estoy en búsqueda de una nueva historia.

      — ¿Historia? ¿Eres escritor?

      — Sí, soy el autor de la serie El Vidente, que ya tiene cuatro libros.

      — No había escuchado de ellos. ¿Cuáles son los títulos y la temática de los libros?

      — Fuerzas Opuestas – El Misterio de la Cueva es el libro con el cuál comencé mi carrera, trata de una pelea por un sueño y una travesía a través del tiempo buscando corregir injusticias, ayudar a alguien a encontrarse a sí mismo y recolectar las fuerzas opuestas no balanceadas. El segundo título es La Noche Oscura del Alma y fue inspirado por un momento crítico y muy difícil de mi vida. Y posee como lección principal el poder del perdón y la recuperación aún en los momentos más difíciles. "El encuentro de dos mundos” es un viaje hacia el pasado tratando de encontrar los orígenes. Habla acerca de los dones, la batalla en contra de la élites y la injusticia y el valor de la persistencia. Finalmente, recién terminada, “El Testamento – El Código de Dios” que cuenta la historia de Phillipe, un ser humano marcado por una gran tragedia y su encuentro con el Señor – diferente de la concepción tradicional – quien es capaz de cambiar su punto de vista del mundo y le da las herramientas necesarias para continuar con su vida. Este es el libro más importante de la humanidad.

      — Muy interesante. ¿Tiene una copia de alguno de ellos con usted?

      — Tengo el primero.

      Aldivan busca por un momento en su maleta el libro y se lo da a Wellington. Mientras manejaba, puso el libro en el compartimento al lado de él y resumió con la conversación.

      — Me gusta mucho leer, pero lo que me falta es tiempo, ya que trabajo todo el día, pero en el primer día libre que tenga leeré su libro. Lo prometo.

      — Gracias.

      — De nada.

      La conversación se detuvo inmediatamente y luego los dos estaban concentrados en sus propios oficios. Mientras Wellington manejaba, el hijo de Dios prestaba atención al paisaje totalmente desconocido. Más adelante, el camino convergía cerca de los bancos de una represa, tan grande que no se podía observar su fin. Aldivan no podía contener su curiosidad.

      — ¿Cuál es el nombre de esta represa?

      — Se llama Poço da Cruz, es la más grande del estado.

      — ¡Rayos! Es extremadamente grande, pero parece un poco seca.

      — Consecuencia de las sequías recientes y el uso irracional del agua. En el pasado generaba muchos ingresos para la región, a través de proyectos de irrigación.

      — Ah ya veo, que lástima que esté prácticamente seca, pero la naturaleza es sabia.

      — Este es el Noreste. Nosotros tenemos que vivir con este problema, la sequía, yo creo que por un largo tiempo porque muchos proyectos importantes del gobierno no han sido completados todavía.

      — Estoy de acuerdo. Sin embargo, no deberíamos esperar para que el gobierno actúe. Debemos luchar con nuestras propias armas.

      — ¿Cómo cuál, por ejemplo?

      — El uso racional del agua, la construcción de tanques y pozos, debemos convertirnos en miembros activos de la sociedad, entre otros ejemplos.

      — Yo hare eso.

      — OK.

      Una nueva pausa en la conversación. Siguieron el camino de tierra con sus curvas y líneas rectas, rodeados por el río Moxotó y la represa de Poço da Cruz. El paisaje poseía pequeñas elevaciones de tierra cubiertas por caatinga, vegetación típica de esta región. El Vidente se impresiona cada vez más con la belleza del lugar, una Europa semi-árida dentro del noreste de Brasil que vale la pena visitar, y gracias a su profesión se le presentó la oportunidad única de conocerla.

      Continuaron avanzando con destreza alrededor del río Moxotó y la represa de Poço da Cruz en los lados izquierdo y derecho respectivamente. Durante el resto del viaje mantuvieron una conversación sencilla que incluía varios tópicos para lograr mantenerse distraídos. Gracias a eso ni se dieron cuenta del largo tiempo que pasaron juntos.

      Exactamente una hora después completaron su viaje, alcanzando la aldea rústica que sólo poseía una calle central con varias casas distribuidas a lo largo de la misma. Se detuvieron en el centro de la ciudad, el Vidente pagó la factura y prometió llamarlo cuando regresara; finalmente se despidieron. Inmediatamente después el taxi salió de la aldea y Aldivan se encontraba sólo, excepto por la compañía invisible de su padre, que lo protegía constantemente. El destino estaba a punto de desenvolverse.

      Caminó unos cuantos metros, observando el reloj que marcaba las 11;00am. Apresuró el paso en dirección a un abasto para pedir direcciones. Entró en la propiedad compuesta por un espacio que separaba al mostrador de los estantes que poseían la comida. Se anuncia y comienza a hablar con el único vendedor disponible.

      — Hola ¿Cómo estás? Mi nombre es Aldivan y quería saber la ubicación de la casa de Emanuel. ¿La conoces?

      — Mi nombre es Pamela. Conozco a Emanuel, él vive en una cabaña al final de la calle, en el número 35. Sólo necesitas seguir caminado por la calle hasta encontrarlo. ¿Puedo preguntar por qué

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