El Criterio. Jaime Luciano Balmes
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CAPÍTULO IV.
CUESTIONES DE POSIBILIDAD.
§ I.
Una clasificacion de los actos de nuestro entendimiento, y de las cuestiones que se le pueden ofrecer.
Para mayor claridad, dividiré los actos de nuestro entendimiento en dos clases: especulativos y prácticos. Llamo especulativos los que se limitan á conocer; y prácticos los que nos dirigen para obrar.
Cuando tratamos simplemente de conocer alguna cosa, se nos pueden ofrecer las cuestiones siguientes: 1ª. si es posible ó no; 2ª. si existe ó no; 3ª. cuál es su naturaleza, cuáles sus propiedades y relaciones. Las reglas que se den para resolver con acierto dichas tres cuestiones, comprenden todo lo tocante á la especulativa.
Si nos proponemos obrar, es claro que intentamos siempre conseguir algun fin; de lo cual nacen las cuestiones siguientes: 1ª. cuál es el fin; 2ª. cuál es el mejor medio para alcanzarle.
Ruego encarecidamente al lector que fije la atencion sobre las divisiones que preceden, y procure retenerlas en la memoria; pues ademas de facilitarle la inteligencia de lo que voy á decir, le servirá muchísimo para proceder con método en todos sus pensamientos.
§ II.
Ideas de posibilidad é imposibilidad. Sus clasificaciones.
Posibilidad. La idea expresada por esta palabra es correlativa de la de imposibilidad, pues que la una envuelve necesariamente la negacion de la otra.
Las palabras posibilidad é imposibilidad, expresan ideas muy diferentes, segun se refieren á las cosas en sí, ó á la potencia de una causa que las pueda producir. Sin embargo, estas ideas tienen relaciones muy intimas, como veremos luego. Cuando se consideran la posibilidad ó imposibilidad, solo con respecto á un ser, prescindiendo de toda causa, se las llama intrínsecas; y cuando se atiende á una causa, se las denomina extrínsecas. A pesar de la aparente sencillez y claridad de esta division, observaré que no es dable formar concepto cabal de lo que significa, hasta haber descendido á las diferentes clasificaciones que expondré en los párrafos siguientes.
A primera vista se podrá extrañar que se explique primero la imposibilidad que la posibilidad; pero reflexionando un poco, se nota que este método es muy lógico. La palabra imposibilidad, aunque suena como negativa, expresa no obstante muchas veces una idea que á nuestro entendimiento se le presenta como positiva: esto es, la repugnancia entre los objetos, una especie de exclusion, de oposicion, de lucha, por decirlo así: por manera que en desapareciendo esta repugnancia, concebimos ya la posibilidad. De aquí nacen las expresiones de «esto es muy posible, pues nada se opone á ello;» «es posible, pues no se ve ninguna repugnancia.» Como quiera, en sabiendo lo que es imposibilidad, se sabe lo que es la posibilidad, y vice-versa.
Algunos distinguen tres clases de imposibilidad: metafísica, física y moral. Yo adoptaré esta division, pero añadiendo un miembro, que será la imposibilidad de sentido comun. En su lugar se verá la razon en que me fundo. Tambien advertiré, que tal vez seria mejor llamar imposibilidad absoluta á la metafísica; natural á la física; y ordinaria á la moral.
§ III.
En qué consiste la imposibilidad metafísica ó absoluta.
La imposibilidad metafísica ó absoluta, es la que se funda en la misma esencia de las cosas, ó en otros términos, es absolutamente imposible aquello que, si existiese, traeria el absurdo de que una cosa seria y no seria á un mismo tiempo. Un círculo triangular es un imposible absoluto, porque fuera círculo y no círculo, triángulo y no triángulo. Cinco igual á siete, es imposible absoluto, porque el cinco seria cinco y no cinco, y el siete seria siete y no siete. Un vicio virtuoso es un imposible absoluto, porque el vicio fuera y no fuera vicio á un mismo tiempo.
§ IV.
La imposibilidad absoluta y la omnipotencia divina.
Lo que es absolutamente imposible no puede existir en ninguna suposicion imaginable; pues, ni aun cuando decimos que Dios es todopoderoso, entendemos que pueda hacer absurdos. Que el mundo exista y no exista á un mismo tiempo, que Dios sea y no sea, que la blasfemia sea un acto laudable, y otros delirios por este tenor, es claro que no caen bajo la accion de la omnipotencia; y, como observa muy sabiamente santo Tomas, mas bien debiera decirse que estas cosas no pueden ser hechas, que no que Dios no puede hacerlas. De esto se sigue que la imposibilidad intrínseca absoluta, trae consigo la imposibilidad extrínseca tambien absoluta: esto es, que ninguna causa puede producir lo que de suyo es imposible absolutamente.
§ V.
La imposibilidad absoluta, y los dogmas.
Para afirmar que una cosa es absolutamente imposible es preciso que tengamos ideas muy claras de los extremos que se repugnan; de otra manera hay riesgo de apellidar absurdo lo que en realidad no lo es. Hago esta advertencia para hacer notar la sinrazon de los que condenan algunos misterios de nuestra fe, declarándolos absolutamente imposibles. El dogma de la Trinidad y el de la Encarnacion son ciertamente incomprensibles al débil hombre; pero no son absurdos. ¿Cómo es posible un Dios trino, una naturaleza y tres personas distintas entre sí, idénticas con la naturaleza? Yo no lo sé; pero no tengo derecho á inferir que esto sea contradictorio. ¿Comprendo por ventura lo que es esta naturaleza, lo que son esas personas de que se me habla? No: luego cuando quiero juzgar si lo que de ellas se dice es imposible ó no, fallo sobre objetos desconocidos. ¿Qué sabemos nosotros de los arcanos de la divinidad? El Eterno ha pronunciado algunas palabras misteriosas para ejercitar nuestra obediencia, y humillar nuestro orgullo; pero no ha querido levantar el denso velo que separa esta vida mortal del océano de verdad y de luz.
§ VI.