En mi principio está mi fin. José Rivera Ramírez

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En mi principio está mi fin - José Rivera Ramírez Ensayo

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      Irreal o desilusionador.

      La rueda Catalina, el gato de la pantomima.

      Los premios dados en una fiesta de niños.

      El premio concedido a un ensayo literario,

      El título de Licenciado, la condecoración del político

      Todas las cosas se hacen menos reales, y el hombre pasa

      De irrealidad en irrealidad.

      Este hombre es obstinado, ciego,

      Decidido a la autodestrucción.

      Pasando de decepción en decepción

      De grandeza en grandeza a fatal ilusión

      Perdido en la maravilla de su propia grandeza,

      Enemigo de la sociedad, de sí mismo enemigo.”

      El Coro vuelve a sus enumeraciones con el mismo estribillo:

      “Y entretanto seguimos viviendo

      Viviendo y sólo en parte”

      Es decir, la vida ordinaria, con sus alegrías y dolores, sólo parcialmente puede llamarse vida. Parece claro, que no podrá decirse que la gente quiera expresar mi pensamiento, y tal vez el mismo Eliot no lo tenía presente. Sin embargo, si sólo “en parte” es vida, es porque las principales facultades no intervienen en esa vida.

      Por lo demás, el hombre tiende a esfumar la realidad misma, los dolores del momento luego se van olvidando y convirtiéndose en algo semejante al sueño:

      Tomás.- “Os deseo la paz, y que en paz estéis siempre

      Con visiones e ideas que puedan torturaros.

      A vosotros llegaron y tenéis que aceptarlas.

      Cargad con vuestra parte de la eterna aflicción,

      De la gloria eternal. Éste no es más que un momento,

      Pero sabed que otro

      Habrá de conmoveros con gozo imprevisto, de dolor saturado,

      Nada más que la hechura del designio de Dios aparezca completa.

      Todo esto olvidaréis trabajando en la casa,

      Todo recordaréis sentados junto al fuego,

      Cuando vejez y olvido endulzan el recuerdo

      Y con cansina voz remembréis lo pasado

      Como un sueño que ha sido contado muchas veces

      Y también muchas veces alterado al contarlo.

      Todo será ese día ilusorio y quimérico.

      Mucha realidad no sufre la humana razón.”

      La realidad temporal es participación de la eterna. En ella se realiza un designio de Dios. En la mente del hombre tiende luego a esfumarse, a transformarse.

      Porque la razón humana no resiste mucha realidad.

      Y la razón ‒que no da aquí Eliot‒ es que la única realidad, que es Dios, no puede ser contemplada por el hombre, y la realidad refleja tampoco puede ser en dosis fuertes. Sólo el lumen gloriae capacita para ver a Dios. Sólo la fe capacita para contemplar la realidad terrena a la luz de un designio de Dios. Pero para ello es necesario: tener fe - conocer a Dios.

      En toda esta trama natural, que se ve, está el designio de Dios y el influjo de la Bestia. Por eso no hay realidad en su sentido total, sino cuando eso se conoce. Llamar realidad a las cosas en sí, “lo primero es conocer la realidad” es en sí blasfemo.

      El tema de la pasividad y el designio de Dios

      El hombre espera, espera, la manifestación del designio de Dios:

      Coro.- “Algo malo nos llega. Esperamos, esperamos,

      Y asimismo esperan los mártires y santos, por todos aquellos que habrán de serlo en el futuro.

      El Destino aguarda en las manos de Dios, dando forma a lo que no la tiene.

      Todo esto lo he visto en un rayo de sol.

      El Destino aguarda en las manos de Dios, y no en las de los hombres,

      Que a veces hacen bien y a veces hacen mal, maquinando y juzgando,

      Tramando sus designios, que sus manos desdoblan y vuelven a doblar, en el molde del tiempo.

      …

      A nosotros, los pobres, no queda otro camino

      Sino la eterna espera, y después ser testigos.”

      …

      Tomás.- “…saben y no lo saben qué es obrar y sufrir

      Saben y no lo saben que obrar es sufrimiento

      Y sufrir es obrar. Que ni el agente sufre

      Ni el paciente obra. Pero ambos están fijos

      En un obrar eterno, una paciencia eterna,

      A que han de ceder todos y así ser ordenado.

      Que han de sufrir todos para así ordenar.

      Que subsista la norma, pues la norma es la acción,

      Y también sufrimiento, que la rueda no pare y que esté sin embargo, inmóvil para siempre.”

      ................................

      El fin será sencillo, repentino, enviado

      Por Dios, y mientras la sustancia

      De nuestro primer acto, no será más que sombras,

      Y la lucha con sombras, más duro el intervalo

      Que la consumación. Porque todas las cosas

      Prepararán el fin.”

      ............................

      Del futuro ignoramos lo que ha de suceder

      Pero unas generaciones suceden a las otras

      Y siempre se repite lo que ya ha sucedido.

      El hombre no aprovecha de la ajena experiencia.

      Pero nunca, en la vida de un hombre, se repite

      El tiempo ya pasado. Corta, pues, el cordel,

      La escama arroja. Únicamente el loco

      En

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