En mi principio está mi fin. José Rivera Ramírez
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El tema de las relaciones hijo-padre
Esencial en la obra, mucho más que la relación de esposos. Un aspecto negativo ‒puramente negativo‒ las frases de Lady Isabel a Colby:
“Entonces, si no tuvo jamás institutriz,
Y si tampoco conoció a sus padres,
No puede comprender lo que es aborrecer.” (Act. II).
Una postura definitiva marca su filiación ilegítima para Raghan y Lucasta:
“... Voy a decirte ahora
Qué diferencia existe entre nosotros
Y Colby. Tú y yo solo buscamos seguridad, ¡respetabilidad!
Él no tiene en verdad, que preocuparse por ser hoy respetable,
Porque ha nacido y se ha criado siéndolo.
Yo no lo era, Colby
¿No sabes que yo soy un hijo expósito?
Eso no lo sabías!. Nunca he tenido padres
Me adoptaron; no soy de ningún sitio.
Por eso quiero ser autoridad en la City...” (Act. II).
El hijo, ante el padre, toma fácilmente la postura de resentido, porque no le comprende. Luego tiene el dolor del arrepentimiento baldío.
“Cuando yo era aún joven
Creía despreciarlo, y, sin embargo, le tenía temor.
Estaba equivocado en ambas cosas...
Mi padre se dio cuenta al fin, de que le odiaba;
Fue un dolor para él. Sabía, estoy seguro,
Que, desde hacía tiempo
Yo alimentaba en mí un secreto reproche.
Mas después de su muerte, ya demasiado tarde,
Advertí que era él quien tenía razón.
Lo he purgado después toda la vida,
Dando reparaciones a un padre muerto ya
Y que había tenido razón siempre.” (Act. I -Sir Claudio a Colby).
Pero, en todo caso, la relación hijo-padre es algo esencial, que marca positivamente a la persona:
Colby.- “Me impresionó lo que dijiste antes
De que a tu padre nunca le habías comprendido
Hasta que fuera demasiado tarde.
Y has hablado después de expiaciones.
Pero esa misma falta de comprensión, aun eso,
Es una relación entre un padre y un hijo.
Tiene que suceder, y ¡tantas veces!
La reconciliación tras de su muerte
Viene a perfeccionar la relación.
Siempre fuiste su hijo, y él es aún tu padre.
¡Ojalá yo tuviera algo que purgar luego!
Alguna cosa falta entre tú y yo
Que tú has tenido y tienes
Y habrás de tener siempre con tu padre.
Comienzo a comprender qué es lo que siempre
He visto en ti: una especie
De protector, un cierto proveedor generoso;
Más padrino que padre;
Ese padre que siempre eché de menos
En mis años de niño;
Los años que se fueron para siempre,
Eso años, años vacíos.” (Act. II)
…
“No pueden comprender
Que cuando se ha vivido, desde niño, sin padre,
Hay un vacío inmenso
Que no puede llenarse nunca, nunca.” (Colby Act. III)
Pero el ser padre no es el hecho de haber dado físicamente la vida:
Colby.- “Siento sencillamente indiferencia
Y en tanto hablaban, yo solo pensaba
«¿Y qué más da de quién pueda ser hijo?»
... Comprendan por qué dije
Que nada me importaba
Cuál de los dos pudiera
Ser el que de verdad me dio la vida
Lady Isabel.- Pero una madre, Colby ¿no es algo diferente?
Debe existir un lazo siempre entre madre e hijo,
Por mucho tiempo que haga
Que se hayan perdido el uno al otro.
Colby.- ¡Oh, no, Lady Isabel! La situación
Es la misma, o acaso más cruel.
Aun suponiendo ahora que yo sea su hijo
Eso es un hecho sólo, simplemente.
Y es mejor no saber, que conocer un hecho
Y advertir que eso nada significa.
En el instante aquel en que nací
Pudo usted ser mi madre,
Pero no quiso serlo. No la culpo por eso.
¡Y que Dios la perdone!
Pero se han de aceptar las consecuencias
En el instante aquel en que nací
El que fuese mi madre ‒si de verdad lo es‒
Era sí, un hecho vivo
Ahora es ya un hecho muerto.
... Nunca, hasta ahora, he deseado un padre
Jamás se me ocurrió