Claves secretas de la historia. Robert Goodman
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EN ESTA PRIMERA PARTE se aborda el tema de las sociedades secretas desde los templarios del siglo XII, pasando por el Priorato de Sión, los rosacruces, los primeros masones y los Illuminati (iluminados). Desde la creación de los Illuminati de Baviera, en el siglo XVIII, todas las sociedades secretas occidentales, en su nivel superior, son de la «corriente Enlil» y su fin último es controlar el planeta, estableciendo el Nuevo Orden Mundial.
1. Las primeras sociedades secretas europeas
Desde el amanecer de las civilizaciones han existido sociedades secretas, pero en el contexto que propongo me referiré a las que han tenido más influencia en Europa. Por lo tanto, empezaré con los nueve «voluntarios», hijos de familias nobles europeas, que fueron a Jerusalén a principios del siglo XII. Estos atrevidos jóvenes respondían a la petición del gobernador de la Ciudad Santa, Godfrey de Bouillon, que quería formar un cuerpo especial para proteger a los peregrinos que visitaban Tierra Santa. El pequeño grupo contó con la presencia de Hugo de Payens, futuro fundador y líder de la orden del Temple y Enrique St. Clair, barón de Rosslyn. Antes de hablar de la verdadera misión de estos nobles en Jerusalén, es importante profundizar en la palabra «Rosslyn».
El secreto de Rosslyn
Rosslyn es un pueblo de Escocia, cerca de Aberdeen, y se conoce por su famosa capilla. Tessa Ransford, experta en lengua gaélica escocesa y directora de la Biblioteca de Poesía Escocesa de Edimburgo afirma que la palabra Ross significa «conocimientos antiguos» y lynn, «generación». En su opinión, por tanto, Rosslyn debe traducirse así: «conocimientos antiguos trasmitidos de generación en generación». Tessa y sus colegas creyeron que, de ser así, el lugar habría sido premeditadamente escogido para albergar manuscritos. Esta conclusión pasó antes por averiguar desde cuándo se empleaba la palabra Rosslyn para el pueblo y el castillo del mismo nombre.
Esta información ha generado estudios más concienzudos sobre la historia de la familia St. Clair (actualmente Sinclair) en Escocia, ya que William Sinclair fue el inspirador de la construcción de la capilla, alrededor de 1447. Según los mismos, el iniciador del árbol genealógico inglés fue un caballero venido de Normandía (Francia), William de St. Clair, al parecer acérrimo enemigo del rey Guillermo I el Normando, quien conquistó Inglaterra en el 1066. Ya instalada la familia en Escocia, el primogénito de la familia, Enrique, recibió el título de Barón de Rosslyn al volver de la primera cruzada, hacia el año 1100. Parece ser que Enrique había entrado en Jerusalén con Hugo de Payens, fundador de la orden del Temple (los templarios) y responsable de escoger la palabra Rosslyn para su título. Poco después, Hugo de Payens, que se había casado con su sobrina, le regaló una amplia extensión de tierra en Escocia. Cabe preguntarse si aquél escogió ese nombre intencionadamente por poseer una conocimiento especial de alguna tradición antigua. En caso afirmativo, se confirmaría la hipótesis de que los nueve que formaron la orden templaría sabían lo que estaban buscando en Jerusalén, y serviría para localizar la fuente de esta teoría. La verdad es que durante sus nueve años en Jerusalén, alojados en los antiguos establos del templo de Salomón, no se dedicaron a otra cosa que a excavar y buscar ciertos objetos, manuscritos y reliquias.
Años atrás,Tim Wallace-Murphy, historiador y escritor británico, relató a otros investigadores que, un día, tras finalizar una conferencia en Londres sobre los templarios, se le acercó un anciano de aspecto distinguido hablándole en francés. Se presentó como descendiente del templario Hugo de Payens, y se mostró dispuesto a facilitarle información para su investigación. El anciano le dijo que cuando cumplió veintiún años, su padre le llamó a su despacho para comunicarle el secreto de la familia, repitiendo la tradición familiar cuando cada heredero cumplía la mayoría de edad. Así fue como supo de una tradición oral que se remontaba miles de años atrás. La historia que su padre puso ante sus ojos le dejó atónito. Parece ser que antes del nacimiento de Jesús, los sacerdotes del templo de Jerusalén dirigían dos escuelas, una de mujeres y otra de hombres. Aquellos sacerdotes se hacían llamar por diferentes nombres de ángeles, como Miguel, Melquisedec o Gabriel, y parece ser que esas escuelas eran la vía de transmisión del linaje de David y Leví. Cuando las jóvenes vírgenes de la escuela de mujeres llegaban a la pubertad, los sacerdotes las dejaban embarazadas y las entregaban en matrimonio a un hombre de probada honradez para que el niño creciera en un hogar donde se respetaran las tradiciones. A los siete años, los niños volvían a las escuelas del templo donde se les educaba para el sacerdocio. Aquel caballero francés, informador de Wallace, afirmó que ése fue el caso de una virgen llamada María, cuya preñez se debe a la «visita» del sacerdote arcángel Gabriel. A continuación fue dada en matrimonio a José, un hombre mucho mayor que ella.
Después de la crucifixión de Jesús, los pilares de la Iglesia de Jerusalén eran Jaime, que junto a Pedro y Juan, constituyeron un triunvirato, la forma tradicional esenia de gobernar. Según el informador de Wallace, cuando mataron a Jesús, apenas hubo reacción en la gente, ya que no era muy popular. Sin embargo, cuando Jaime fue asesinado, la ciudad entera se rebeló, dando origen a una revuelta en contra de los romanos. Estos acontecimientos habrían provocado la huida de varios sacerdotes esenios, primero a Grecia y, desde ahí, a Europa. Parece ser que hicieron un corto viaje a Jerusalén para recuperar los restos de quien ellos llamaban «el Salvador» y conducirlos a Grecia. De nuevo, en el año 600, volvieron a la Ciudad Santa a un escondite debajo de las ruinas del Segundo Templo. Parece ser que sus cimientos son un complicado entramado de pasillos y galerías, sobre cuyas paredes están escritas las líneas genealógicas de los niños educados por los sacerdotes del templo, genealogías que se remontan incluso a la época de David y Aarón.
El grupo originario de sacerdotes esenios que se escapara tras la muerte de Jaime tomó el nombre de Rex Deus (Reyes de Dios) y sobrevivieron a la persecución de los judíos mediante la adopción de las prácticas religiosas monoteístas de los países donde se establecieron. Este grupo pretendía seguir la tradición del antiguo linaje sacerdotal, siguiendo a los dos primeros mesías, David y Aarón, en la confianza de que volverían para establecer el reino de Dios en la tierra.
Ésta fue la historia que el francés contó a Tim Wallace-Murphy. De ser cierta, estos sacerdotes esenios que emigraron a Europa podrían haber conservado intacto el antiguo linaje hebreo dentro de familias aristocráticas europeas. Así, la información relacionada con objetos ocultos bajo el Segundo Templo habría sido trasmitida por línea paterna. A algunas de estas familias pertenecerían los primeros nueve templarios que, desde 1118 a 1128, estuvieron excavando bajo el templo. La existencia de Rex Deus puede explicar por qué los nueve voluntarios sabían bien lo que buscaban en Jerusalén, y el por qué del nombre de Rosslyn para las tierras que Hugo de Payens regaló a St. Clair.
Rex Deus: la sociedad secreta más antigua
Gracias al testimonio encerrado en una colección privada de libros masones, pertenecientes al investigador bosnio Dimitrije Mitronovic, ya fallecido, hemos podido descubrir los rituales de una sociedad secreta cuyo origen se remonta a la época de la construcción del Templo de Salomón. Una de las ceremonias era del cuarto nivel y se llamaba «El Maestro Perfecto». En la documentación se mencionaba a Zadok, quien, según una leyenda judía, fue el primer sumo sacerdote de Jerusalén. Zadok coronó al rey Salomón y podría haber sido uno de los fundadores del Rex Deus. Este nombre también se ha asignado a Jaime, el hermano de Jesús, conocido como el Justo (Zadok, en hebreo).
Por otra parte, los manuscritos del mar Muerto y otros documentos antiguos encontrados en el siglo XX, recogen la historia de un grupo llamado «Hijos de Zadok», que serían después la Comunidad de Qumran. Este grupo pertenecía al linaje sacerdotal que se denominaría Rex Deus, poco después de la destrucción del Segundo Templo, en el año 70. En el grado catorce, según los libros de Mitronovic, conocido como «El Caballero Escocés de la Perfección», se rememora la leyenda de cómo el rey Salomón creó una «Logia de la Perfección». Los miembros de esta logia celebraron su primera reunión secreta en