Suicidio Policial: Guía Para Una Prevención Eficaz. Juan Moisés De La Serna
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El Perfil del Suicidio entre la Policía
Hay que indicar que, si bien los policías son personas que en principio no difieren del resto de los ciudadanos de su población, y por tanto el perfil de los agentes que atentan contra su propia vida no tendría por qué ser diferente al que se observa en dicha población. A pesar de lo anterior cabe destacar que existe una serie de características que confieren al agente de unas peculiaridades en cuanto a sus funciones y desempeños, así como con respecto a la realidad a la que enfrentan que difícilmente se puede encontrar en otras profesiones, lo que va a determinar en muchos casos un perfil “peculiar” en el ámbito del suicido.
Con respecto al perfil sobre el suicidio teniendo en cuenta 446 artículos seleccionados por su relevancia y calidad (Mental Health Commission of Canada, 2018) se puede extraer un perfil sobre el riesgo de sufrir suicidio a nivel mundial indicando que las personas que más se suicidan son hombres, en cambio las mujeres tienen más conductas suicidas, siendo la adolescencia la edad en que se producen más casos. Igualmente suele estar asociado en la población general con variables sociodemográficas como tener más de 40 años, estar divorciado, tener problemas psicosomáticos, vivenciar displacenteramente su realidad, sufrir depresión o altos niveles de ansiedad (Grassi et al., 2018); además de tener más de 85 años, haber sufrido trastornos de la alimentación, esquizofrenia o trastorno bipolar; con historia de abuso de sustancias (Brodsky, Spruch-Feiner, & Stanley, 2018).
En esta misma línea desde la OMS se destaca la importancia de las relaciones de pareja como factor de protección o de estrés psicosocial en el caso de divorcio o separación, encontrándose que las personas incursas en estos procesos de disolución de la convivencia tienen entre 2 a 3 veces más probabilidades de tener ideaciones suicidas, y de 3 a 5 de atentar contra su vida (O.M.S., 2009).
Son diversas las aportaciones teóricas que se han realizado para explicar el fenómeno del suicidio las cuales se pueden agrupar en tres:
a)Perspectiva biologicista, en donde se trata de dar cuenta de una mayor probabilidad de sufrir suicidio si se tiene un familiar allegado que lo ha sufrido, llegando a afirmarse que existen genes que incrementan la posibilidad del suicidio, tal y como se ha observado en una investigación donde se analizaron a 43 familias de Utah (EEUU) las cuales al menos uno de sus miembros se había suicidado en las últimas siete generaciones (Coon et al., 2018). En total se recogieron más de 4.500 muestras de ADN, y analizaron 207 genes diferentes, encontrando una asociación entre el mayor riesgo ante la presencia de variantes en las proteínas SP110, rs181058279; AGBL2, rs76215382; SUCLA2, rs121908538; APH1B, rs745918508
A pesar de lo anterior y tal y como señalan los autores estos genes no explicarían todos los casos del suicidio sino únicamente el 50% de ellos (Pedersen & Fiske, 2010).
b)Perspectiva social, en donde se pone el foco no tanto en el individuo como ente biológico o psicológico si no como reactivo de unas condiciones sociales en las que vive, así se ha asociado el suicidio a la pérdida de valores, inconsistencia de las normas, desorganización social, ruptura de lazos con la sociedad, aspectos que se observan en determinadas agentes de policía que han atentado contra su vida, quien estaba incurso en algún tipo de investigación o había sufrido una sentencia condenatoria o de separación de su puesto de trabajo, con lo que el sentimiento de dicho agente era en relación a que la “sociedad” le había “fallado”, o que no podía “fiarse” de las instituciones a las que hasta ese momento representaba, lo que podría haberle llevado al suicidio (Palacio., 2010).
A destacar un factor fundamental en el ámbito social y del que no se ven afectados es en cuanto a las crisis económicas y las tasas de desempleo, ambos aspectos correlacionados a nivel social con unas mayores tasas de suicidio, pero que, al ser la policía, por lo menos en España, personal funcionario del gobierno central, autonómico o local, es decir, es personal contratado para toda la vida, con su sueldo fijo, independientemente de la coyuntura económica del país, eso hace que ambos factores no incidan.
A pesar de lo anterior los agentes pueden perder su condición y con ello la estabilidad económica anteriormente comentada debido a una serie de supuestos, los cuales en el caso de la Policía Nacional están recogidos en el artículo 5 de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, de Régimen de Personal de la Policía Nacional (Jefatura del Estado, 2015)
a) La jubilación.
b) La renuncia a la condición de funcionario.
c) La pérdida de la nacionalidad española.
d) La sanción disciplinaria de separación del servicio que tuviere carácter firme.
e) La pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta o especial para el ejercicio de empleo o cargo público que tuviere carácter firme.
Aspecto, el de separación del servicio, voluntariamente o no, que ha sido asociado a un incremento de las tasas de suicidio (LaMontagne et al., 2018).
c)Perspectiva individual, donde desde la psicología se han desarrollado diversas teorías asociadas al suicidio entre los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad (Violanti, Owens, McCanlies, Fekedulegn, & Andrew, 2019):
–Psicodinámica, la sobreexposición a un ambiente “inadecuado” puede llevar a que sobrepase las barreras psicológicas del agente y que esto le conduzca al suicidio.
–Cognitiva, donde se ha observado cómo los policías muestran una falta de flexibilidad cognitiva en su trabajo, asociado a dificultades en el manejo del estrés continuado, incrementando con ello la ideación suicida.
–Taxonómica, donde existen cuatro factores asociados al suicidio en el ámbito militar (de aplicación a la policía), el formativo, los antecedentes, los precipitantes, y los asociados a los sentimientos de alineación e impotencia.
–Basado en la autopsia psicológica, empleando este método se ha llegado a comprender cómo existen factores sociales previos que afectan a su red de contactos y a su integración con los compañeros.
–Perspectiva de la presión, donde los agentes van a reaccionar de forma desigual a los estresores de su trabajo, pudiéndose ver el suicidio como una “solución” ante dicho sufrimiento.
–Interpersonal, donde se relaciona el estrés laboral, con las exposiciones traumáticas, unido al sentimiento de aislamiento y falta de pertenencia social.
–Interactivo diátesis-estrés, donde el suicidio está relacionado con el estrés y los factores predisponentes personales (Mann, Waternaux, Haas, & Malone, 1999).
Factores de Riesgo
Se consideran factores de riesgo a aquellos en cuya presencia se incrementa las posibilidades de sufrir actos suicidas. Estos pueden ser de tipo cuantitativo o cualitativo, en el primer caso estaríamos hablando de factores que necesitan “acumularse” en el tiempo, o que precisan de una alta intensidad para poder tener esa influencia sobre la conducta suicida; y en el caso de los factores cualitativos se hablaría más de que la mera presencia de ese factor es suficientemente determinante como para “provocar” dicho acto.
Con respecto a los factores que incrementan la probabilidad de sufrir suicidio se destaca (Mental Health Commission of Canada, 2018):
–los antecedentes