realmente su entusiasmo y colaboración. También agradezco a nuestros participantes y a mis lectores, cuya agudeza dio lugar a oportunidades inesperadas.
Por supuesto, también deseo expresar mi reconocimiento a mi editor. Nicholas Brealey creyó en la relevancia de mi primer libro desde el comienzo y su empresa se hizo cargo nuevamente de la publicación de este nuevo libro. En esta oportunidad, la directora editorial, Erika Heilmen, llevó adelante este proyecto con gran profesionalismo. Agradezco su compromiso para producir el mejor libro posible y sus sugerencias constructivas así como su apoyo a lo largo de todo el proceso. Sumo mi agradecimiento a la editora ejecutiva Jennifer Olsen por su dedicación y guía, así como a Kendra DeMoura y Renee Nicholls por sus contribuciones.
Por último, vaya mi agradecimiento a mi familia, en particular a mi esposa, Anne, y a nuestra hija, Arielle, cuyo amor y apoyo me hicieron más fácil y disfrutable el haber dedicado mucho tiempo y energía a la investigación, la preparación, la redacción y la revisión del original y las pruebas de este libro.
Este libro es, sin duda, la obra más completa sobre el coaching. Su lectura es esencial para todos aquellos que desean incursionar en el tema, estudiarlo, practicarlo o aun sumergirse en el arte del coaching. Espero que también sea leído por muchos que no son coaches pero que desean comprender y disfrutar más de la abundancia que ofrece la vida.
La palabra coaching se emplea para describir una metodología efectiva para facilitarnos y facilitar a otros crecer y desarrollarnos como los seres humanos que somos capaces de ser –con la única condición de que lo creamos. El coaching global puede ayudarnos a reemplazar algunas de nuestras creencias autolimitantes por estas, más inspiradoras y motivadoras.
La palabra global, tal como Philippe Rosinski la usa aquí, nos permite trascender las fronteras que delineó en su libro anterior, Coaching y Cultura. En realidad, el término abandona la idea de fronteras, porque en sus diferentes partes, el coaching global nos lleva más allá de la Tierra física y nos introduce en el universo etéreo. Al hacerlo, Philippe usa estilos específicos para cada sección del libro que enfatiza su personal versatilidad y la de su obra. El coaching global se construye en torno a seis perspectivas y Philippe enfoca cada una de ellas con el lenguaje y el estilo óptimos para cada tema (por ejemplo, usando de manera alternativa estudios de caso en la sección “Gerencia”, modelos académicos, tablas y diagramas en la dedicada a la “Psicología”; y lenguaje poético en la sección “Espiritualidad”). En las seis secciones, Philippe demuestra un amplio conocimiento y una profunda comprensión, basando sus afirmaciones en muchas referencias provenientes del mundo académico y de la literatura –quizá debería decir otra sabiduría.
Muchos coaches creen que deben limitarse a la agenda del coacheado y no incluir su conocimiento o sus valores en las sesiones. Philippe no concuerda con esta creencia. En realidad, hace lo contrario: invita al lector a mirar, con cierta profundidad, cada uno de los problemas principales que afectan a la sociedad –y sin duda a la humanidad– y asumirlos plenamente durante el proceso de coaching. Esto estimula un mayor progreso en la madurez de la profesión, que ya viene practicándose desde hace varios años.
Philippe acompaña al lector en una travesía lógica y útil a través del significado más profundo del coaching y sus impactos potenciales de gran alcance en nuestro mundo tan dinámico e incierto. No tengo dudas de que una amplia variedad de lectores disfrutarán y se enriquecerán en su encuentro con este libro relevante, y también lo harán sus coacheados.
JOHN WHITMORE
Performance Consultants International
Desafíos globales y sociales
Reducir la contaminación, revertir la destrucción de los ecosistemas, combatir la pobreza, preservar la salud, favorecer el acceso a la atención sanitaria, promover la educación, limitar la proliferación nuclear, construir la paz: estos son algunos de los mayores desafíos que enfrentamos.
Una de cada seis personas tiene hambre. Mil millones de seres humanos carecen de acceso al agua potable. Cada año desaparecen trece millones de hectáreas de bosques. Las especies animales desaparecen mil veces más rápido que su ritmo natural de extinción.1 La lista de crisis globales se hace más larga. La crisis financiera de 2008, con su brutal caída del mercado de valores y la consecuente recesión económica, también puso de manifiesto con dolorosa claridad que cuando los bancos de Estados Unidos construyen castillos en el aire2 su impacto se siente en todo el mundo. Perdimos de vista que todo está conectado. La próxima calamidad internacional podría originarse en cualquier otro lugar.
Entretanto, muchos de nosotros estamos sumergidos en una carrera incesante en la que trabajamos sin parar y que promueve la producción fútil, si no dañina, en pos del logro del éxito económico. Con el dinero que ganamos en ese duro trabajo nos embarcamos en un consumo superfluo que contribuye a la destrucción de nuestro planeta y realmente no nos hace felices.
Todos tenemos un rol importante en reducir el daño y en hacer que el mundo sea un lugar mejor para todos, incluyendo a las generaciones futuras. Sin embargo, para hacerlo necesitamos transformarnos.
Las crisis nos proporcionan una oportunidad que no buscamos para enfrentar estos desafíos que no tienen precedentes. El coaching global puede proporcionar una contribución invalorable en este proceso indispensable.
¿Qué es el coaching global?
El coaching global es un enfoque holístico que apela a múltiples perspectivas interconectadas para facilitar el desarrollo del potencial humano orientado a logros significativos. En este libro, las perspectivas que consideramos cubren un espectro amplio, desde lo físico hasta lo espiritual. Los coaches globales aspiran a apalancar estas diversas perspectivas tanto para definir el éxito de una manera amplia y sustentable (la pregunta qué) como para hacer que este éxito sea efectivamente posible (la pregunta cómo)
El coaching global surge de la observación de que muchos desafíos que enfrentan las personas, en particular los más difíciles, son multifacéticos. Todo está conectado. El coaching tradicional simplemente no se hace cargo de esta complejidad.
El coaching global nos permite acceder al poder, la responsabilidad y el derecho que todos tenemos para forjar una vida mejor para nosotros y para los otros, y encontrar más alegría y significado en todo lo que hacemos.
Enfrentar los desafíos personales
Además de los desafíos globales y sociales a los que me referí antes, cada uno de nosotros enfrenta retos personales. Todos, coaches y cocheados por igual, pueden beneficiarse mejorando su estado físico, su energía y su resiliencia; desarrollando destrezas organizativas y de liderazgo que conducen a resultados tangibles, sustentables; perfeccionando la inteligencia emocional, la asertividad y la capacidad de entablar relaciones constructivas y gestionar el conflicto; aprendiendo a lograr objetivos y colaborar con otros; encontrando maneras de apalancar la diversidad en pos de una mayor creatividad; desarrollando maneras de lidiar con la adversidad; y explorando cómo vivir una existencia significativa.
Quizás
