¿Somos todos religiosos?. Группа авторов

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу ¿Somos todos religiosos? - Группа авторов страница 4

¿Somos todos religiosos? - Группа авторов

Скачать книгу

que se hace la elección de la neurosis) y la vertiente de la realidad que comanda, que ordena.

      Entonces, considerando el valor de la creencia en estas operaciones primordiales (creencia neurótica-increencia psicótica), ¿podemos abordar un nuevo estatuto de la creencia? Fuera de la religiosidad neurótica, ¿una suerte de ateo viable? No una creencia en el orden instalado por el Padre, no una creencia universal, sino una referida a la experiencia de un goce posible de ser vivido. Quizás en el análisis se toca la raíz real de la creencia cuando una interpretación resuena en el cuerpo. ¿Un nuevo cuerpo producto del análisis?

      1- Freud, S., “Manuscrito K”, en Obras completas, t. III, Amorrortu, Buenos Aires, 1978, p. 264.

      2- Ibíd., p. 267.

      3- Freud, S., “Carta 46”, en Obras completas, t. I, op. cit., p. 271.

      4- Lacan, J., El Seminario, Libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 2009, p. 70.

      5- Ibíd., p. 160.

      6- Ibíd., p. 160.

      7- Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 64.

      8- Lacan, J., “Conferencias en las universidades norteamericanas”, en Revista Lacaniana, Nº 21, EOL, Buenos Aires, 2016, p. 26.

      9- Ibíd., p. 14.

      Leonardo Gorostiza

      Muchas cuestiones plantea Gabriela en su texto. Pero antes de olvidarme, aunque la mayoría de ustedes ya lo debe saber, les recuerdo que se ha publicado hace muy poquitos días un libro de la Colección Orientación Lacaniana dedicado al tema de las Creencias. Si bien soy el asesor de la publicación, no he leído con detenimiento cada uno de los textos, pero seguramente va a ser un material de trabajo muy útil para nuestro cártel.

      Voy ahora a indicar algunas cuestiones respecto a lo que acaba de decir Gabriela, que son más bien preguntas. Ella se interroga acerca de la raíz real de la creencia y realiza una operación de lectura, que es partir de lo que sería el rechazo de la creencia en la psicosis. Esto nos lleva a formular lo siguiente, más o menos así: en la psicosis el fenómeno elemental alucinatorio le concierne al sujeto porque rechazó la creencia y le retorna como certidumbre. Le concierne porque su goce está en la alucinación, en el fenómeno elemental que le concierne, porque de lo contrario no se sentiría referido. En la creencia también podríamos decir que su raíz pulsional le da un fundamento que es del orden de lo real pulsional. Esto implicaría que la creencia no queda solamente jugándose en el plano del sentido de la articulación significante, sino que, para que la creencia sea fuerte –eso que alguna vez Freud tomó de Tertuliano: “Credo quia absurdum” (“Creo porque es absurdo”)– es porque hay algo del goce del sujeto que también está implicado en la creencia, no solo en la certidumbre psicótica. Es lo que Gabriela ubicó como vivencia primaria de placer en la neurosis obsesiva, o podemos llamarla vivencia de goce o trauma en la paranoia, que finalmente es la vivencia de goce primaria.

      Otra pregunta que formula Gabriela es: la increencia ¿sería la base de las operaciones originarias de la constitución subjetiva? Hemos discutido en el cártel si no sería lo mismo que referirla, tomando a Lacan en el Seminario 11, a la identificación en el primer tiempo de la alienación, cuando el sujeto queda reabsorbido en el S1. En la psicosis como no se produce la operación de separación, el sujeto no va a estar representado por S1 para S2. Pero ese primer momento, donde el cuerpo, la libido, queda absolutamente absorbida, en su dimensión más real en el S1, ¿no sería una suerte de Behajung que implica ese goce original?

      Gabriela plantea: ¿creencia en tener un cuerpo como una suerte de Behajung primordial? Hay una referencia de Miller que no voy a leer ahora, pero que está en su Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan publicado por el ICdeBA hace tiempo y en donde dice que Joyce tenía un problema con lo imaginario, con el cuerpo en tanto imaginario que se le suelta como una cáscara, etc., etc. ¡Es nuestra religiosidad con los términos que repetimos y oramos de la misma

Скачать книгу