¿Somos todos religiosos?. Группа авторов

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van a ir a depositarse. Y dice que esa Urbild está en Joyce muy significantizada. Pensaba que esto se acerca a la propuesta de Gabriela de lo que sería una Behajung de la Urbild, que es lo que hace que uno después crea que tiene un cuerpo, pero no el cuerpo en tanto imaginario, las imágenes del cuerpo, sino algo que tiene un fundamento real.

      Por último, ella nos plantea lo que llamamos un nuevo estatuto de la creencia, que pienso se podría formular así: no la creencia en el padre, que abriría a la dimensión de lo universal, sino la creencia que surge a partir de la experiencia de un goce singular que es lo que “una mujer” introduce. Se podría plantear así una suerte de diferencia entre la creencia en el sentido, creer demasiado en los semblantes, propio de la neurosis; y otra creencia que se va a ligar al uso del síntoma. Pero esto implicaría no oponer el uso a la creencia, como hacemos habitualmente, sino diferenciar entre la creencia en el semblante y otro tipo de creencia apoyada en esto que llama Gabriela “la raíz real de la creencia”, como un real pulsional, que está presente en el síntoma y que se pondría de manifiesto cuando puedo hacer uso del síntoma. Ya que suponemos que para hacer uso del síntoma algo tengo que creer en el síntoma: no que el síntoma algo quiere decir, sino creer que puedo hacer uso de él.

      1- Lacan, J., “Conferencias en las universidades norteamericanas (2da. Parte). Conversación con los estudiantes. Respuestas a sus preguntas”, Lacaniana nro. 21, EOL, Argentina, octubre 2016, p. 9.

      Patricia Moraga

      Si uno de los efectos del Nombre-del-Padre es la creencia, ¿puede el análisis producir un ateo?

      A partir de esta afirmación, abordaré el problema de la creencia religiosa en psicoanálisis.

      En el final del análisis, la nueva satisfacción requiere la reducción del goce fálico (mortificante) y del goce-sentido del síntoma, lo cual posibilita otro anudamiento que da a la imagen corporal su propio goce. El sinthome, como acontecimiento, anuda el goce de la vida en el cuerpo:

      Entonces, un ateísmo viable puede consistir en servirse del sinthome (acontecimiento de cuerpo), con su goce opaco al sentido, como lo más singular y contingente.

      2- Lacan, J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 316.

      

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