La batalla por el buen cine. Emilio Bustamante
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу La batalla por el buen cine - Emilio Bustamante страница 5
169. La vida íntima de cuatro mujeres
182. Nueve horas a la eternidad
Anexo. Textos publicados en Hablemos de Cine, 33 (1967)
“En la selva no hay estrellas en un polémico debate”
“Selva sin estrellas”. Escribe: Armando Robles Godoy
Yo tengo una meta personal muy precisa: hacer cine; y aunque el recorrido sea largo, penoso, complicado y paciente, lo recorreré. Mi labor de crítico forma parte de esa meta, y por eso le doy toda mi capacidad y amor.
Armando Robles Godoy,
La Prensa, 13 de mayo de 1963.
Prólogo
EL INICIO DE UNA EXPERIENCIA EXTRAORDINARIA
Al principio, no teníamos televisión. Desde que esta llegó al Perú y se iniciaron las primeras emisiones experimentales, hasta las transmisiones comerciales en 1958, no tuvimos una en casa. Vivíamos entonces en una quinta de la calle Tejada en San Antonio, adonde, por las tardes, de 3 a 5, la mayoría de niñas y niños nos sentábamos frente al televisor de la vecina, hechizados por imágenes que nos unían en una especie de hermandad que no admitía disidentes. Una vecina generosa que nos dejaba entrar a su sala, ávidos por ver la franja de dibujos animados en un desfile que incluía al Gato Félix, Popeye y Olivia, Minnie y el Ratón Mickey, por mencionar solo a algunos de nuestros favoritos. En mi imaginario personal, en esa edad de la inocencia, Betty Boop con su mini, sus enormes ojazos, su desafiante liga en el muslo y su bu bu badú, era la encarnación de la sensualidad. Hoy pienso que fue la predecesora de Marilyn Monroe.
Quién