vivimos en un sistema capitalista y desigual, en el cual se mide un estatus social por medio de lujos, de padecer una vida acomodada, con jornadas laborales extensas; una sociedad que discrimina lo diferente y lo que no se adecua al estatus quo de la mayoría, llamémoslo normalidad».
En este contexto, surgen las discusiones en cuanto a la identidad femenina que cuestiona «el deber ser» de la mujer bajo la óptica del patriarcado, dando paso a una redefinición del rol de género de las mujeres en todos los ámbitos.
«Este movimiento nos mueve hacia una liberación y a trasformar esta sociedad, en una sociedad donde dejemos de ser vistas como objeto sexual, para cumplir los anhelos del deseo masculino… como objetos de reproducción para ejercer la maternidad como único fin en la vida; asimismo, ejercer labores domésticas y conocer el amor romántico como nos dan a conocer las películas de infancia, teleseries, cuentos, historias de amor romántico y programas de televisión… Lo que busca este movimiento es que las mujeres seamos vistas como sujetos de derechos», libres de la violencia machista, en todas sus formas siendo los femicidios la expresión más cruel perpetrada por hombres «que fueron educados como el hombre de la casa, el macho alfa que debe dominar a la mujer, someterla a su merced y que su mujer debe cumplir con sus deseos sexuales» y con todos los roles normados. «Si existe un incumplimiento, se ejerce la violencia como método de castigo sistemáticamente».
En el capítulo VIII, «Nuevo pacto social», tenemos la mirada del surgimiento del cambio. «Luego del histórico 18 de octubre del año 2019, la sociedad chilena cambió radicalmente, fueron más de 46 años de abusos, que cual bola de nieve creció su malestar hasta desatar la gran revolución de los 30 pesos, que nos demostró que la pirámide social, al igual que una torre de dominó, se derrumbará si se retira la base que lo sostiene, como en Chile se demostró a través de sus habitantes».
Surge, entonces, la posibilidad de cambiar la constitución heredada por la dictadura ya sea por una Convención constitucional o una Convención mixta constitucional. La fecha inicial acordada para el plebiscito se pospuso para octubre del 2020 por la pandemia global del Coronavirus, que evidenció –una vez más– el egoísmo en la compra masiva en los supermercados, «que solo nos recuerda que la sociedad chilena está dividida en dos, y que aquel odio impuesto durante años nos ha llevado a un nefasto individualismo, el cual se ve reflejado no solo en los casos extremos de crisis, sino también en el más mínimo detalle u oportunidad», explica el autor.
Estas ocho visiones del estallido social que encontramos en «Despertar consciente por la dignidad de un pueblo», se complementan con creaciones poéticas de los propios autores, quienes desde los versos, también, nos relatan lo que acontece en Chile.
Enciendo mi alma
con la libertad que siento,
cuando estoy en medio de las barricadas,
sentimiento de amor profundo incomparable,
sentirse vivo dentro de las masas adormecidas
por el individualismo ciego de criterio,
de pensamientos propios más bien críticos.
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Cuántos heridos y muertos
por este gobierno insensible,
que no escucha el clamor
de una injusticia insostenible.
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Como armas, una cuchara y una cacerola;
cual combatientes novatos,
arrastrando un dolor de parto,
que parece arder bajo el olor
de la nefasta lacrimógena que cala el alma.
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No permitas que los peces,
se conviertan en armas,
que los astros se vuelvan máquinas.
Encendamos el horizonte con sabiduría…
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Calama y Chuquicamata tierra bendita de mineros,
carmines de cobre ofrecen a Chile y al orbe,
sacrificios de esforzados hombres y mujeres valientes,
forjando y amasando nuestra patria con amor.
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Mi país dormía sometido a la dictadura empresarial
sus brazos cansados se levantaron unísonos,
el pueblo alzó la voz, en las grandes alamedas
¡Basta de abusos! ¡Chile al fin despertó!
Desde todo punto de vista, «Despertar consciente por la dignidad de un pueblo», es un libro que debe leerse para entender lo que acontece en Chile, gracias a la presentación de distintos enfoques que nos llegan en las voces de estos ocho autores calameños.
Patricia González Sáez Periodista-Profesora de Lenguaje-Escritora-Editora
I Sistema neoliberal en Chile Grupo Dos 1
«La humanidad no puede avanzar
sino reconociendo sus errores. Si no hay una
autocrítica,
no hay ninguna forma de progreso.
Yo he sido siempre muy crítico con la sociedad,
pero he sido también muy crítico conmigo mismo».
Jorge Goytisolo
El neoliberalismo es una ideología que promueve un cambio en la configuración de la economía capitalista, donde no participa el Estado, dando lugar a la privatización de los servicios públicos, devastación de la tierra y los territorios ancestrales, como también la explotación de las personas y los animales en pos del crecimiento empresarial. Sin embargo, los seguidores del neoliberalismo creen que con este sistema se contribuye al desarrollo económico y social de un país.
La introducción del neoliberalismo en Chile surge en los años setenta en respuesta a «la amenaza» de la intervención del aparato estatal en la coordinación económica, establecida bajo el modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI), mediante el cual se daba prioridad a la economía nacional. Las grandes empresas decidieron hacer un golpe de Estado para asegurar sus privilegios, con el apoyo del imperialismo. En efecto, la industrialización por sustitución de importación es un modelo económico, adoptado en América Latina y en otros países en desarrollo con posterioridad a la I Guerra Mundial y el período de postguerra de la II Guerra Mundial.
En el sistema neoliberal, el Estado no tiene intervención en las decisiones empresariales, pero promueve la privatización de la salud, las pensiones, la educación, los recursos naturales, entre otros. Este modelo instauró lógicas de dominación que
