martingalas, baticolas, cinchuelos, gamarras, enganches, muserolas, collares, amarres, riendas, mantillas, sudaderos, piquetes, filetes y salvacruces. Los servicios que puede ofrecer el comercial de un taller de talabartería, en este ámbito ecuestre, serían aquellos como la venta de nuevos artículos; la reparación de artículos ya usados; el diseño según gusto del cliente de sillas y otros aparejos; la personalización de sillas y aparejos inscribiendo iniciales, sellos de ganadería y otros motivos decorativos; así como ofrecer siempre soluciones ante posibles problemas relacionados con la colocación de la silla y la cabezada al animal y su puesta a punto.
2.3. Composición de los artículos de hípica
Como se ha podido observar durante la lectura de puntos anteriores, el material predominante en los trabajos de guarnicionería es el cuero natural. Entendiéndose por cuero natural aquel cuyo proceso de elaboración se realiza a partir de pieles de animales. El cuero de vacuno resulta ser, a priori, el más idóneo para los trabajos de guarnicionería debido a su resistencia y elasticidad. A esto último, ayuda el que este tipo de cuero de animales domesticados sea el de mayor comercialización a nivel mundial. Por el contrario el cuero de porcino se presenta como el más poroso de todos los animales domésticos, con mayor número de folículos y glándulas, tanto sudoríparas como sebáceas. Otros tipos de cuero que se trabajan son el de caprino (piel de finas y delgadas capas tras curtirse), el de equino (cuyo volumen de producción es muy inferior al resto); y el de ovino, que como ya se ha comentado también es requerido para elaborar la zalea característica que recubre los asientos de las sillas de montar vaqueras. Otro tipo de cuero a tener presente es el de piel de canguro que es parecido al de bovino pero de una elasticidad mayor.
También es posible utilizar cuero sintético, mal llamado poliuretano, que tiene una textura exterior al tacto muy parecida al cuero natural pero que por el contrario presenta unas características de elasticidad y resistencia muy inferiores al natural. Para averiguar si un cuero es sintético o natural hay que ver la sección del mismo, ya que el cuero sintético es un entramado de fibras o hilos recubiertas de vinilo mientras que el cuero natural es una masa homogénea en todo su espesor.
Nota
Como curiosidad, hay que decir que con la tecnología actual es posible hacer que el sintético huela como el cuero natural, no siendo el olor una característica diferenciable de ambos.
El gusto y preferencias del guarnicionero son siempre realizar artículos con cuero natural, ya que este es más manejable, presenta una terminación de brocados, grabados y adornos; los acabados son por tanto de mayor calidad; tienen mayor durabilidad en el tiempo, así como una alta resistencia a condiciones climatológicas adversas. El cuero sintético tiende a quebrarse y cuartearse al poco tiempo de uso y su durabilidad es menor que la del cuero natural. Por el contrario, el precio del cuero sintético es mucho menor que el del cuero natural. Además, el material sintético tiene una mayor variedad de colores, sobre todo llamativos que no tienen los cueros elaborados con pieles de animales.
Otros materiales utilizados son la madera o acero para la estructura interna o armazón. En su defecto se utilizará la paja de centeno prensada para ir conformando el armazón de la silla junto con el abanico y la perilla. Para elaborar los estribos y las hebillas se utiliza el acero pavonado. Para confeccionar los estribos también es posible usar fibra de carbono o acero inoxidable. Para el guarnicionero actual no son extraños otros tipos de materiales complementarios como el nailon, poliéster o látex.
2.4. Deterioros y roturas frecuentes en artículos de hípica
No es frecuente, pero sí probable que el jinete sufra alguna caída con su caballo. Si se produce esta situación en una silla con armazón o estructura interna, esta puede resultar rota o dañada, e incluso ocasionar alguna deformación en la misma silla. La única solución posible en dicho caso, es un trabajo de reconstrucción por parte del guarnicionero, que debe desmontar la silla, arreglar la armadura o sustituirla por una nueva de análogas dimensiones y proceder al ensamblaje de nuevo de la silla de montar. Aunque no exista armazón en la silla, las caídas ocasionan o pueden ocasionar otro tipo de desperfectos como la rotura o rasgado del cuero, de la zalea o de los adornos y brocados. Lo más usual en las caídas es que se rompa alguna correa o ceda alguna hebilla, aparte del daño físico que pueda sufrir el animal o el propio jinete. Tanto las correas como las hebillas pueden ser sustituidas por otras nuevas, pero en lo referente al material de la silla y a sus adornos, deben ser reparados en la propia guarnicionería. Los materiales que sufren mucho roce durante la monta son los que también se degastan más rápidamente y por tanto son aquellos que hay que vigilar y sustituir con mayor frecuencia.
Nota
La arena y otras partículas granulosas de bordes estriados o dentados producen una erosión del material y un desgaste excesivo en los artículos de guarnicionera para los caballos.
Debido a que la gran mayoría de los artículos de hípica elaborados en la guarnicionería están realizados con cuero natural, los deterioros de los mismos tienen una relación directa con las características de este. El cuero natural se limpia fácilmente y aporta mucha comodidad al caballo, aunque si se descuida su mantenimiento, se seca y se agrieta, deteriorándose con rapidez. Para la limpieza se procede a desmontar aquellos arreos que estén unidos por hebillas y correas, se le pasa el cepillo para retirarles el polvo que hayan podido acumular. Posteriormente se moja ligeramente con una esponja o paño húmedo para retirarles las partículas más finas de polvo y suciedad. Después del secado, se puede utilizar aceite, grasa o jabón de glicerina para hidratar el cuero y que este no pierda su flexibilidad.
Importante
Tras la limpieza del cuero, hay que esperar a que este se seque. El secado del cuero debe ser natural y nunca forzado (por radiadores o calentadores), ya que si se aporta calor en exceso, este se reseca.
Para realizar un correcto mantenimiento de las partes metálicas de los arreos de la silla y la cabezada, así como el resto de complementos se usa un limpiador de metales. Con la única excepción del bocado y otras partes metálicas de la embocadura, ya que de lo contrario, se aportarían malos olores y sabores al animal, lo que originaria incomodidad y un animal poco dócil para la monta. No debe haber contacto del líquido limpiador de metales con el cuero, ya que este podría quedar manchado de forma irreversible. Por poco daño, es seguro que al tratarse de un producto con cierto poder desincrustante afecte a la calidad del cuero.
Por último cabe señalar que aquellos arreos que van plegados sobre sí mismos sin ningún tipo de costura (como algunos tipos de cincha y de baticolas) es necesario limpiar e hidratar el interior de los mismos, para lo que se deben desplegar a mano, se limpian y engrasan y se vuelven a plegar como originalmente.
La revisión de las costuras de la guarnicionería es un trabajo que debemos realizar cada cierto tiempo en función de las horas de monta con el animal y del número de días que realizamos la práctica. Con el tiempo, los roces y la tensión que sufren las correas y otros aparejos de la monta hacen que algunas costuras se vayan deshaciendo. Si se observan a tiempo puede arreglarse en campo, de lo contrario hay que enviar el material descosido al taller de talabartería para que se vuelva a realizar esta labor manualmente.
