El corredor. Thomas Schwartz
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1.Material básico
2.Zapatillas
3.Material específico para las condiciones ambientales
4.Chismes tecnológicos
5.Material gastado
No vamos a entrar en el tema de hacer recomendaciones sobre marcas específicas. Los estilos y modelos del material deportivo cambian con tal rapidez que ningún libro puede mantenerse al día. El lector puede leer los artículos de Jeff Dengate en Runner’s World, donde da consejos sobre lo último en material deportivo (runnersworld.com/person/Jeff-dengate).
MATERIAL BÁSICO
La primera decisión que tienen que tomar los corredores es qué llevar. Así que antes de embarcarnos en nuestro primer rodaje, necesitaremos adquirir al menos un equipo básico para correr:
Los corredores principiantes y los que flaqueen en su resolución pueden limitarse temporalmente a este equipo básico, ya que antes de comprometernos económicamente querremos estar seguros de que tanto nosotros como nuestros cuerpos están comprometidos con el entrenamiento.
«Hay tantas posibilidades y opciones que podemos gastarnos fácilmente muchísimo dinero en muy poco tiempo –afirma Dengate, redactor de Runner´s World especializado en zapatillas y ropa para correr, así como corredor veterano y fanático del material deportivo, veterano de dos docenas de maratones y amante de las carreras de montaña y las raquetas de nieve–. Las zapatillas son el único material esencial al que deberíamos dedicar tiempo. Es el único equipo protector del que disponemos. Los jugadores de fút-bol americano cuentan con almohadillas protectoras; nosotros tenemos zapatillas».
PAUTAS PARA PRINCIPIANTES
Si acabas de empezar, céntrate en correr. No malgastes tu entusiasmo en irte de compras. Empieza por un par de zapatillas y dos sencillos equipos para correr: pantalones cortos y camisetas (camisetas de algodón o de Dri-FIT). Cuando estés seguro de que este deporte es para ti, habrá llegado el momento de comprar más material.
A aquellos corredores que crean que comprar mucho material equivale a estar más comprometidos con el entrenamiento, Dengate les da este consejo: «Más material no hará que corras con más frecuencia».
ZAPATILLAS
En 2013 se vendieron casi 50 millones de pares de zapatillas para correr. Docenas de marcas, cientos de modelos. ¿Cómo escoger las zapatillas adecuadas para cada uno? La mayoría de los corredores eligen las zapatillas por el número. Si se sienten cómodos con ellas, las compran. Por desgracia, que sean del número correcto y ajusten bien no siempre se corresponde con sus prestaciones funcionales, y no todos los vendedores nos permitirán sacar las zapatillas para probarlas. Aquí es donde entra en juego hablar con otros corredores, leer artículos de revistas y páginas online, y aprender de la experiencia. También querrás estar al día de los cambios estructurales que puedan haber introducido en tus zapatillas favoritas, ya que el modelo que compraste la última vez –y que tanto te gusta– podría ser completamente diferente para cuando estés dispuesto a comprarlo otra vez.
¿Cuántos pares necesitamos?
«Si no vamos a participar en muchas competiciones –afirma Dengate–, entonces basta con dos pares de zapatillas. De esta forma, si corremos bajo la lluvia un día, tendremos otro par seco para el día siguiente.»
Si compramos dos pares de zapatillas de entrenamiento (véase «Zapatillas de entrenamiento» más adelante), alternaremos su uso. De este modo nos durarán más. Es preferible comprar los pares de distinta marca, porque su diseño será diferente, con lo cual de un día para otro variará ligeramente el golpeo del pie contra el suelo. Esto permitirá que haya un mejor equilibrio muscular y disminuirá los aspectos negativos de cualquiera de los dos modelos de zapatillas.
Los corredores más ambiciosos necesitarán zapatillas adicionales. Se necesitarán zapatillas ultraligeras o voladoras para las sesiones de intervalos intensivos largos, repeticiones o fartlek; zapatillas ultraligeras si buscamos un poco más de protección; voladoras si buscamos correr un poco más rápido. Si nos gustan los caminos accidentados, nos haremos con unas zapatillas de montaña. Y, para las carreras, necesitaremos voladoras para carreteras y zapatillas de clavos para pistas de carreras.
Zapatillas de entrenamiento
Las zapatillas de entrenamiento son las que más usaremos (o las únicas) para los rodajes de fondo. Son unas zapatillas robustas que protegen de las fuerzas de impacto excesivas que se generan cuando el pie golpea contra el suelo. Esto es en especial importante durante los últimos kilómetros de un rodaje, cuando los músculos están demasiado fatigados como para absorber ese machaque continuo. Algunos corredores prefieren rodar con zapatillas ultraligeras la mayoría de sus rodajes, aunque usan un par de zapatillas más pesadas para los rodajes de recuperación. Otros corredores tienen graves problemas mecánicos que exigen el uso de zapatillas más estables y pesadas. Es probable que lo mejor sea entrenar con las zapatillas más ligeras con las que corramos cómodamente. No hay razón alguna para llevar peso extra.
Zapatillas minimalistas
El minimalismo ha sido un tema controvertido durante los últimos años, pero lleva gravitando en el mundo del deporte desde finales del siglo xix, cuando aparecieron por primera vez las zapatillas ultraligeras con suelas de goma y la cubierta de tela. Las zapatillas minimalistas modernas son ultraligeras, la diferencia de altura entre talón y antepié es mucho menor que en otras zapatillas, y el espacio para los dedos del pie es mayor. Sus defensores afirman que estas zapatillas permiten una zancada más natural al correr. «Las zapatillas minimalistas dejan que el pie esté más próximo al suelo –afirma Dengate–. Así es posible percibir lo que le sucede a los pies. Queremos algo que no tenga gomaespuma ni controle la estabilidad del pie. Son complementos que se aseguran en los pies y que protegen la planta del pie del contacto con el suelo».
Zapatillas de montaña
Habiendo como hay en Estados Unidos más de seis millones de corredores de montaña y de senderos, no sorprende que hayan despegado las ventas de zapatillas para terrenos escarpados y montañosos. Las zapatillas de montaña tienen unos tacos más hondos y un relieve de adherencia más agresivo; están diseñadas para conseguir tracción. «Lo primero que queremos es mantenernos en pie –explica Dengate–. También queremos refuerzos delante y a los lados para que si pisamos un palo o una roca, no desgarren la pala del calzado ni dañen el pie.» Otras características pueden ser forros impermeables (pensemos en cuando corremos por terreno embarrado), placas de protección para amortiguar el impacto