Plantas de Canarias. Peter Schönfelder

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Plantas de Canarias - Peter Schönfelder Guías de Naturaleza

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un clima húmedo y sin heladas durante todo el año. En invierno, aquí quedan atrapadas las nubes de las borrascas, mientras que en verano los vientos alisios de componente noreste suministran la humedad necesaria. Se registran precipitaciones de entre 700 y 1000 mm anuales y temperaturas relativamente suaves todo el año, aportando la niebla la humedad adicional.

      En las zonas más secas de los bosques de laurisilva, en sus límites inferior y superior, y también como estadio regenerativo en función del grado de deforestación, crecen bosques de fayal-brezal de hasta 10 m (altura máxima: 20 m) en los cuales, además del brezo, en ciertas zonas predomina la faya endémica de la región Macaronésica.

      En las islas de mayor altitud (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) hallamos vastas zonas boscosas de pino canario por encima del Monteverde (piso mesocanario), además de poblaciones más pequeñas en La Gomera y El Hierro. Este piso también recibe cierta pluviosidad en verano gracias a las nubes ascendentes de los alisios y sobre todo en invierno a causa de las borrascas. En el borde de las Cañadas los bosques de pino canario de Tenerife alcanzan su límite superior, situado a unos 2000 m, existiendo ejemplares aislados hasta los 2300 m.

      El piso subalpino (piso supracanario) está bien desarrollado únicamente en las islas de Tenerife y La Palma, encontrándose la mayor parte del tiempo por encima de las nubes. Se caracteriza por la presencia de varias especies arbustivas, entre las cuales se encuentra la retama blanca del Teide y el tajinaste rojo, de flores rojas y mayor altura que un hombre, que crece también en zonas bajas como planta ornamental.

      El piso más elevado, casi carente de vegetación leñosa (piso alpino u orocanario) se encuentra solo en el Pico del Teide de Tenerife y presenta unas pocas especies herbáceas endémicas, entre las que se cuentan la violeta del Teide, observable con algo de esfuerzo en su ubicación natural.

      Los márgenes de caminos y sendas y el terreno en barbecho son hábitats especiales que —sobre todo en el piso del cardonal-tabaibal— poseen su propia vegetación, formada en su mayor parte por especies introducidas. Por su parte, los barrancos y riscos abarcan varios pisos de vegetación y suelen llegar hasta los bosques de pinos. En los riscos proliferan las plantas especialmente adaptadas a estos enclaves, como, por ejemplo, las especies del género Aeonium.

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       Nubes de los alisios de componente este sobre El Pilar (La Palma)

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       Espacios naturales protegidos de las Canarias (según la “Ley de Espacios Naturales de Canarias” 1995, modificada, (extraído de Schönfelder, 2018 a)

       Protección de la naturaleza

      Afortunadamente, en Canarias aún existen amplios espacios en estado poco alterado. Es cierto que la actividad urbanizadora, incluida la relacionada con el turismo, las infraestructuras viarias y la agricultura suponen una considerable demanda de espacio, pero también hay grandes áreas poco explotadas y en estado natural, donde pueden sobrevivir muchas especies de animales y plantas. El número creciente de amantes de la naturaleza de todos los países encuentran aquí no solo descanso, sino que también tienen la oportunidad de conocer la singularidad de la naturaleza isleña. Esto ha sido reconocido por las administraciones autonómicas canarias desde hace tiempo, protegiendo extensas áreas bajo distintas categorías. Algunas especies también constan en listas internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, firmada en Washington (1973), lo que impide que sean objetivos comerciales.

      En el mapa adyacente se pueden apreciar las áreas protegidas. Las más importantes son los cuatro parques nacionales: el Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera, protege los bosques de laurisilva; el de la Caldera de Taburiente, La Palma, los extensos bosques de pino canario; el Parque Nacional de las Cañadas del Teide, Tenerife, la retama y la violeta del Teide de los pisos superiores; y el Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote, pretende conservar en buen estado los fenómenos de vulcanismo reciente. Los visitantes están sujetos a ciertas restricciones.

      Todas las especies protegidas (lista española), además de las incluidas en las cuatro listas rojas de distintas categorías —la de la UICN (Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza de las NU), la lista española, y las dos de las islas Canarias—, se identifican en el encabezado con el símbolo de protección de la naturaleza image o bien, en aquellas que figuran como “otra especie”, este símbolo se encuentra al final entre paréntesis. Si en las listas rojas solo constan ciertas subespecies, se usa el símbolo (image) entre paréntesis.

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       Letrero de área natural protegida en el Malpaís de Güímar (Tenerife)

       Siete islas

      Nos suelen preguntar cuál de las siete islas Canarias es la más bella, la preferida por los visitantes o la más interesante. La respuesta es sencilla: cada isla tiene su propia personalidad y sus propios rasgos, que hacen que merezca la pena visitarla.

      El Hierro es la isla más pequeña y más occidental. Esta isla es la menos explotada turísticamente y la menos poblada. Para los excursionistas interesados en la botánica, la isla merece una estancia, pues muestra en poca extensión todos los pisos de vegetación (desde el cardonal-tabaibal junto a la costa a los pinares a 1500 m de altitud). En las vertientes oeste y sur encontramos grandes zonas de lava reciente pobladas por diferentes variantes de cardonal-tabaibal. Por encima, vemos el bosque termoesclerófilo (en este caso un sabinar), formado por árboles moldeados por el viento, entre ellos un ejemplar con la copa doblada hacia el suelo que ha devenido en símbolo herreño. La laurisilva se halla solo en restos en las laderas orientadas al norte sobre Frontera. En cambio, el fayal-brezal, con poderosos troncos de brezo y de faya macaronésica, está muy extendido en la meseta alta. En las vertientes meridionales se extienden bosques de pino canario. Una de las islas más jóvenes del archipiélago es La Palma, uno de cuyos volcanes, el Teneguía, se formó en 1971. En el sur de la isla se puede observar perfectamente la recolonización de los suelos volcánicos recientes. Pero su principal atracción botánica son los bosques de laurisilva del noreste, cerca de Los Tilos y Cubo de la Galga. En el Roque de los Muchachos (2426 m), su pico de mayor altitud, vemos el piso subalpino con su típica vegetación arbustiva. El limítrofe Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se extiende con amplios pinares casi hasta el mar. También Cumbre Vieja, que apunta en dirección sur, alberga impresionantes bosques de pinos con bellas rutas de senderismo.

      La Gomera es tras El Hierro la isla más pequeña del archipiélago y posee una forma casi redonda. El Garajonay (1417 m de altitud) es su mayor cumbre, cayendo hacia los costados en forma de valles. Al turismo le atrae especialmente el Valle Gran Rey, en el suroeste, conocido desde los años 70 por albergar una colonia hippie. También el valle de Hermigua, abierto al norte, presenta una vegetación diversa. El

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