navegable “CULTURA AKÁSHICA”. Allí hay 72 familias de técnicas de las cuales la mayor parte utiliza, precisamente, origamis. Pero, ¿qué son y de dónde provienen los origamis?
Los origamis consisten en doblar y ensamblar papeles para imitar formas de la naturaleza, tienen siglos de historia y un sentido secreto casi mágico que redescubrió la Terapia Akáshica.
La técnica de los origamis se originó en China alrededor del siglo I o II d. C., llegó a Japón en el siglo VI y se integró a la tradición japonesa.
En el período Heian, desde el 794 a 1185, los sintoístas, seguidores de una religión que rinde culto a las fuerzas de la naturaleza y a los antepasados, usaban mariposas de papel en sus ritos matrimoniales como símbolos de unión íntima y amor constante.
El origami formó parte importante de las ceremonias de la nobleza. En ese entonces, era un arte que estaba reservado sólo a las clases altas porque el papel era escaso y muy caro. Entre 1338 y 1573, en el período Muromachi, el estilo de los origamis servía para distinguir un estrato social de otro, por ejemplo, entre un samurai aristócrata y un campesino. Las figuras clásicas del origami vienen del Período Edo (1600 – 1898). Para entonces, ya no tenían sentido religioso sino de entretenimiento.
A través del Camino de la Seda, los árabes descubrieron este arte y lo llevaron a España. De ahí se difundió por toda Europa.
Los origamis, lejos de ser un mero y sencillo pasatiempo, se han convertido en inspiración para numerosas disciplinas, no sólo en el mundo creativo o en el arte, sino también en el ámbito terapéutico, en el pedagógico, en la arquitectura y, en estos últimos tiempos, también han servido como base inspiradora para la innovación tecnológica en muy diferentes ámbitos.
Uno puede preguntarse cómo una técnica tan milenaria y sencilla pudo haber tomado tanta relevancia en el mundo de la ciencia y la tecnología. Pues bien, el origami encierra en sí mismo figuras geométricas en sus diversas formas, que pueden hacer que un objeto que está en dos dimensiones, es decir, en un solo plano, se convierta en un objeto en tres dimensiones o viceversa.
Además, tiene la facultad de mantener la unidad al ser plegado. Esta conversión geométrica en un solo plano se traduce en números y longitudes, en materia prima de experimentados científicos en busca de velocidad, economía y simplicidad en los avances tecnológicos.
Es así como la matemática de los origamis y el arte de trabajar con los dedos ha inspirado a científicos de la NASA, por ejemplo, en la construcción de los paneles solares de sus satélites. Los envían plegados al espacio y, una vez allí, los extienden.
Otros científicos han diseñado robots para ser ingeridos en forma de cápsulas que luego se abren para liberar su contenido. También existe una aplicación en la medicina a través de lo que se da en llamar el origami del ADN. Consiste en doblar moléculas de ADN para obtener formas elegidas y aplicarlas en el diseño de nuevos fármacos. También podríamos nombrar una gran variedad de aportes científicos y técnicos que se han desarrollado utilizando los origamis como fuente de inspiración.
Eric Barone ha creado Los Origamis Bioenergéticos para ser utilizados en la Terapia Akáshica. De esta manera, los origamis también tienen un lugar en el mundo espiritual ya que han dado origen a la ergonomía bioenergética.
Eric Barone ha transformado los origamis en correctores energéticos, tanto de la energía de una persona como de su ambiente y tienen, además, un poderoso impacto en la salud física, emocional y espiritual de una persona.
Estos Origamis presentan el mejor sincretismo entre lo más antiguo de la magia, subyacente en las artesanías tradicionales, y lo más moderno del mundo digital en el cual está insertada nuestra civilización.
Podemos incluir los Origamis Bioenergéticos dentro de la «tecnoconciencia» que es el arte de dotar a objetos de la vida cotidiana de una dimensión suplementaria, la bioenergía, que va más allá de la dimensión utilitaria o estética, que ya tienen los objetos, para que ayuden a nuestros cuerpos energéticos a restablecer su propio equilibrio, tan comprometido por las exigencias de la vida moderna. Estos Origamis, son diseñados por Barone de acuerdo a cada necesidad y, es tan grande la diversidad que ha creado, que cada lector podrá encontrar los que necesite para solucionar la mayoría de sus problemas.
Los consideramos, también, como el arte de hacer pasar un mundo de dos dimensiones, (la hoja impresa de cada paciente), a uno de tres dimensiones, (el objeto fabricado).
R: Existen velas de cebo y existen también velas de papel.
J: Exactamente. La diferencia, Raúl, es que las de cebo no se pueden enviar por internet, mientras que las velas de papel pueden descargarse desde cualquier lugar del mundo en segundos, imprimirse y prepararse en minutos.
C: Eric cree que estamos presenciando el renacimiento de la magia. Explica, en el curso de Terapia Akáshica, que las energías mágicas son atemporales. Lo que cambia en cada época y en función de las tecnologías disponibles, es la manera de convocar a estas energías, canalizarlas, usarlas y darles un sentido.
R: Parece que Barone actúa como un gran vulgarizador, escuché que decía que llegamos a la época del fin de todos los secretos. Todas las tecnologías útiles al hombre deben salir a la luz, los grupos, las escuelas y los centros iniciáticos, deben poner sus conocimientos a disposición de todos, sin reserva. Según Eric, (y también según los ecologistas y muchos científicos), el porvenir de nuestra especie está en juego y no tenemos derecho a privar a la humanidad de estos conocimientos. Han desaparecido la mayor parte de los poderes antiguos, de las ciencias del pasado como las mancias y el feng shui. Barone estima que de cada ciencia antigua, de todos esos grandes capitales espirituales revelados, sólo se ha podido preservar la tres milésima parte. La causa hay que buscarla en el deseo individual de supuesta protección de secretos, en las ansias de poder, en la incomprensión y en la ignorancia.
J: Por suerte Raúl, los Registros Akáshicos, que son la matriz original de todos estos conocimientos, están abiertos, pueden ser indagados y se puede reconstruir lo que se perdió. Esa es la fuente que ha utilizado la Terapia Akáshica para crear varias ciencias nuevas como, por ejemplo: la Ingeniería de la Consciencia, La Tecno Magia, La Ergonomía Bioenergética y La Tecno Consciencia, entre otras.
R: A mí me gustaría comprender, de una vez por todas, cómo funciona el manejo de energías a distancia que Barone hizo practicar a todos sus alumnos. No llego a entender bien y definitivamente, por qué y cómo un objeto programado para mí, enterrado en un bosque o tirado en un río, a miles de kilómetros de distancia de donde yo estoy, puede actuar durante mi sueño y sanarme.
Explíquenmelo y acepto leer, por lo menos, un libro de Barone.
J: Yo te lo voy a explicar. Y, para eso, voy a leerles la NOTA DEL AUTOR SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DE LA ARTESANÍA MÁGICA que encabeza la parte 1 del libro ‘‘Tecnología Akáshica’’
Para comprender cómo y por qué funcionan las artesanías mágicas es esencial recordar las definiciones siguientes, propias de la Terapia Akáshica:
- el cuerpo físico que conocemos es uno de los 18 cuerpos que caracterizan no sólo al Hombre sino a toda entidad viviente del universo. Cada cuerpo tiene una estructura semejante al cuerpo físico, está dotado de un cerebro, de una red neuronal y, por consecuencia, de un sistema sensorial propio.
- la vida se asocia a un recorrido de energías cargadas de informaciones que se mueven según un circuito predeterminado que enlaza los 18 cerebros sutiles entre ellos.
- Los
