sobre la mesa y con un compás había dibujado un círculo. También tenía al lado la foto de una persona muy querida. Coincidencia si las hay, esa persona me llamó (...) aburrido, casi sin darme cuenta, puse su fotografía en el círculo. (...) más aburrido aún empecé a jugar con el compás y lo clavé, accidentalmente, en el hombro izquierdo de la foto. (...) La persona con la que hablaba gritó y dijo: « ¿Qué estás haciendo en mi hombro izquierdo? Tengo dolor». Asustado retiré el compás. (...) « ¿Qué hombro me dijiste?» pregunté cobardemente. Yo sabía que era el que yo había pinchado. (...) Intentando borrar mi error puse la mano encima de la foto para inyectarle energía (...) y, minutos después, escuché: «Ah, sí, ya está. No siento más dolor».
J: Esta observación fue capital en la creación de su terapia a distancia. Sé que muchos han hablado antes que él del mentalismo, pero Barone nunca lo usó por considerarlo intrínsecamente peligroso. Siempre lo utilizó como un ingrediente impulsador, (tal como una bujía en un motor), a través de estructuras geométricas y energéticas más complejas, (el motor mismo de la magia). Siempre afirma que usar los poderes parapsicológicos para entrar en los mundos ocultistas es igual de incoherente que crear los cimientos de una casa y esperar que el techo flote solo, varios metros por encima de éstos, sin haber, previamente, construido los muros que lo sostengan.
C: Agrego que estos “muros sostenedores”, en sus teorías, designan al “esoterismo”, es decir, la ciencia de las energías No inteligentes, mientras que el “ocultismo” se refiere a las energías inteligentes y la “parapsicología” es la ciencia de las energías genuinas del hombre.
Personalmente reconozco que son explicaciones NO DEMOS TRADAS NI DEMOSTRABLES sino mediante prácticas experimentales que fomentan varios niveles de sanación a distancia.
Eso es lo que me interesa más que las teorías sobre las cuales se apoya.
R: Carlos, dilo francamente, lo que realmente te interesa no es lo académico sino sanar a tu paciente. No te preocupes, nosotros, tus pacientes estamos de acuerdo contigo.
¿Qué accidente energético le hizo tomar conciencia de la existencia de un contenido científico escondido en objetos de la antigüedad?
En París entré en un viejo local llamado: «La casa de la radiónica», buscando libros de técnicas con mancias, videncias, radiónica.
(...) «Intente con este péndulo egipcio» me dijo un vendedor. (...)
Acepté su sugerencia y tomé el péndulo. Lo sostuve con mi mano derecha encima de mi mano izquierda y, como no pasaba nada, no se movía, tuve la pésima idea de moverlo voluntariamente.
Y entonces, (...) la mano y el brazo izquierdo se me paralizaron y así quedaron. El fenómeno pasó varias horas después dejándome una importante certeza: todo el material antiguo que los arqueólogos consideran vestigios religiosos del pasado son, en realidad, vestigios científicos. Son objetos que nacieron de ciencias muy avanzadas y que no se desarrollaron en la dirección del átomo sino de energías desconocidas.
R: Eric me contó que esa experiencia lo marcó especialmente y lo llevó a crear la TECNOMAGIA, es decir, una metodología que le permite extraer los contenidos tecnológicos de los conocimientos antiguos, religiosos, mágicos, espirituales, esotéricos y hasta mitológicos. Luego, desprendiéndolos de todo contexto místico-supersticioso, los transformó en técnicas reproducibles y aumentó miles de veces la potencia de sus efectos.
J: Además de poder cuantificarlo, es decir, poder prever cómo actuará en un paciente.
C: Raúl, tú que eres tan creyente, ¿no te choca que Eric haya traducido toda la Biblia a sonidos electrónicos y que sostenga que, inyectando cientos de estos nuevos sonidos a los pacientes, puede sanar tal o cual cuerpo energético?
R: Para nada. Tal vez le choque a algún purista más papista que el Papa, pero no a mí. Lo que hace es reforzar mi fe al pensar que hay una energía escondida en el texto sagrado, una energía que puede servir a los humanos, refuerza mi fe en Dios y mi creencia en la Biblia.
¿Cuál es la experiencia personal a partir de las cual creó las Artesanías Mágicas?
Me fascinaba la historia de Hanneman que se inyectó a sí mismo graves enfermedades para poder observar sus síntomas y descubrir con qué tratamiento homeopático podía combatirlas. Decidí hacer lo mismo con la magia, inyectándome un “demonio” (¿por qué no?) para observar sus efectos. Leyendo antiguos libros de magia me armé un collar mágico. (...) Cuando me lo puse viví el momento más atroz de mi vida, casi me muero. Sentí un dolor terrible, un sufrimiento cerebral enorme, era como si un punzón estuviese clavándose por todos lados en mi cerebro, provocándome un dolor tan insoportable que verdaderamente quería morirme para escaparme de él. (...) me paralicé y me costó una eternidad arrancarme ese collar. (...). Repetí la experiencia otro día y me pasó exactamente lo mismo. Fue mi primera experiencia ocultista, digamos “maldita”. Luego he ayudado a miles de personas a escapar de ese mismo tipo de infierno.
R: Parece que el “exorcismo”, de eso se trata, es un terreno de caza protegido.
J: Aquí respaldo a Eric más que nunca. Pude observar la presencia de contaminaciones energéticas ajenas en algunos de mis pacientes y la incidencia que ellas tienen en sus vidas psicológicas.
C: ¿Pueden explicarme lo que Barone entiende por seres del mundo invisible?
J: Sí, Carlos, está en la introducción del libro “Terapia Akáshica”. Leamos:
¿Podemos llegar a conocer y comprender el mundo invisible a partir del nuestro?
No podemos si pretendemos hacerlo quedándonos encarnados en esta Tierra. Se nos presenta una imposibilidad manifiesta, hay más de 170 categorías de seres diferentes, algunos cuya inteligencia es tan amplia que abarca toda nuestra galaxia o espacios tan grandes que, como no podemos imaginarlos, los hemos llamado «el infinito». Hay otros cuyo poder no excede el espacio existente entre neutrones y electrones y que pueden ser muy dañinos o muy positivos para nosotros. Todos estos seres tienen las siguientes características:
- viven en 1 sola dimensión, o en 2, o en 3, o en 4 y hasta en 37 dimensiones. (Lo que representa el concepto de Dios, pensado desde lo humano, existe en 55 dimensiones).
- el 30% de las 170 categorías existen como revolución energética/informativa entre los 18 cerebros. Podemos decir que estamos construidos a imagen de ellos. Las otras categorías «viven» también, pero no obedecen a esta característica de la vida.
- de esta diversidad, no más de 10 familias como máximo intervienen en nuestra vida terrícola. En el marco de este libro nos contentaremos con analizar las que tienen una incidencia directa sobre nosotros, suficiente como para generar patologías o sanarlas.
- además de las energías inteligentes, existen energías no inteligentes, multitudes en realidad, mucho más que 170 categorías. De todas ellas sólo 12 nos conciernen directamente, especialmente la llamada energía de vida y su contraria, la energía de muerte.
J: Raúl, ¿tú crees en ángeles y en demonios?
R: Obviamente.
J: ¿Qué dirías si Eric modificara todas tus creencias sobre lo que son los demonios y los ángeles?
R: Diría que no me importa las formas que tengan, sólo me interesa saber si un Terapeuta Akáshico es capaz de llamar a un ángel para combatir
