Medios y retomas II. María Rosa del Coto
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2. Para este análisis, trabajaremos sobre contenidos con fecha posterior a la reapertura.
3. En lunfardo, se conoce como “gato” a aquella persona que ejerce de manera autoritaria y violenta un poder que en realidad no le pertenece, y que actúa por delegación ajena. Utilizado en las cárceles para referirse al interno que comete actos violentos contra otros a pedido del reo más poderoso de la celda o el pabellón, es utilizado desde la oposición política argentina para referirse a Mauricio Macri, al que se acusa de implementar una política regresiva en la redistribución de la riqueza siguiendo paradigmas neoliberales dictados por las instituciones financieras hegemónicas.
4. Mauricio Macri, antes de ingresar en el mundo de la política partidaria, había conseguido acumular una considerable fortuna en asociación con varios integrantes de su familia, de origen italiano, mediante la explotación de concesiones de servicios del Estado nacional y otras actividades, muchas de ellas objeto de investigaciones judiciales o periodísticas.
5. Por ejemplo, en www.facebook.com. En este caso, el personaje habla vestido con prendas estrafalarias y gesticula excesivamente, hay una bandera estadounidense al fondo y comete errores en la denominación de lugares históricos de la Argentina, mientras suena una melodía pop en inglés que también remite a la falta de formalidad institucional. La denominación “rey sol” es una referencia al absolutismo monárquico previo a la Revolución Francesa, que, junto con la referencia a la “dictablanda”, período dictatorial de la España previa a la República de 1931, aluden al autoritarismo atribuido a Mauricio Macri.
6. A modo de ejemplo, ver www.facebook.com. Observamos la intensificación gráfica de los ojos celestes del personaje de Macri, mientras el contenido verbal de la tira muestra una concepción maquiavélica de la manera de operar políticamente de su gestión.
7. Cabe recordar que El show de videomatch, antes simplemente Videomatch, fue un programa emitido entre 1990 y 2004 en diferentes canales de la televisión abierta argentina, que condujo el, inicialmente, relator deportivo Marcelo Tinelli. Programa originalmente deportivo, fue con el tiempo volcándose al humor mediante la mostración de bloopers, números musicales y cámaras ocultas, y adquirió un numeroso plantel de comediantes que protagonizaban sketches o efectuaban bromas de diverso calibre a distintas personas. Se convirtió en el programa con más audiencia de la televisión argentina en la segunda mitad de la década de 1990, y contó con la participación, entre otros, de numerosos políticos que concurrían para “llegar” de manera masiva y en un marco de cotidianidad a la población. En 2004, cuando mantenía altos índices de audiencia, cambió su nombre a Showmatch, y fue transformándose en un programa de variedades, entre las que se destacan especialmente los certámenes de canto y baile protagonizados por parejas compuestas por personalidades mediáticas, que evocan, en cierta medida, el teatro de revistas.
8. Como se recordará, en el contexto de una grave crisis política, social y económica de la Argentina, el entonces presidente de la Rúa fue invitado a El show de videomatch, quizás con la esperanza de mejorar sus bajos índices de aprobación pública. Durante el programa, de la Rúa fue increpado por un joven y exhibió numerosas faltas de adecuación a la dinámica televisiva, confundiendo el nombre de la esposa del conductor y perdiéndose en el estudio al no encontrar la salida, lo cual fue grabado y mostrado en vivo. Este pobre desempeño habría contribuido, según algunas interpretaciones, a su caída final, ocurrida exactamente un año después de la emisión del programa.
9. Observemos, por ejemplo, el nombre completo de la página: Miauricio Macri Ojos del Cielo, que refiere a la tonalidad celeste de sus ojos, tópico que es frecuentemente retomado tanto por la página como por los comentarios de los usuarios.
10. La publicación que se muestra en la figura 1 tematiza explícitamente la construcción de la imagen y la belleza del personaje, cuando en verdad la fotografía fue tomada en ocasión de una conferencia de prensa en la que el presidente aludió a la crisis económica del país, que supuso también una caída de su imagen positiva y el aumento del descontento social con su gestión.
11. Como se ve en la figura 2, el vocativo “chicos” remite al lenguaje del ambiente del espectáculo televisivo local, en el que se lo utiliza para mencionar tanto a la audiencia y a los integrantes de la producción de los programas como a los invitados. El “reclamo” de colaboración con la denominada “revolución de la alegría” también habilita pensar en un registro discursivo emparentado con las discusiones de pareja, familiares y laborales que suelen ser tematizadas en tal mundillo.
12. Consistentes en fragmentos visuales animados de muy corta duración, sin sonido, recortados de secuencias audiovisuales más amplias por su particular expresividad, los gifs a veces presentan textos sobreimpresos que reponen los diálogos que tenían lugar en la secuencia original, o bien incluyen otros inventados ad hoc. Podemos pensar que su función es enfatizar algo presente en la secuencia audiovisual, de la que a veces se independizan en lo que atañe a su sentido, a la manera de un plano detalle.
13. Según la autora, la parodia y la sátira –al igual que la ironía– tienen ethos diferenciados, pero capaces de superponerse parcialmente en un determinado texto. Por ser un tropo, la ironía tiene una mayor adaptabilidad, lo que la hace susceptible de utilización por los dos géneros textuales también indicados. El ethos de la ironía se caracteriza por ser “burlón”; la sátira también tiene un ethos marcado, que puede caracterizarse, siempre siguiendo a Hutcheon, como “desdeñoso o despectivo”. Pese a esta intención destructiva, lleva implícita una intención didáctica, pues confía en su poder destructivo para producir una mejora. Esto nos permite relacionar la sátira con la teoría del humor como “desprecio”, en la cual la risa es sinónimo de superioridad y lleva implícita la intención de modificar una situación juzgada desfavorable. En cambio, la parodia, si bien ha sido tradicionalmente asociada a un ethos ridiculizante, admite otras posibilidades de funcionamiento, aquellas que resaltan la complicidad entre el texto y su hipotexto, y no la confrontación entre ambos en desmedro del segundo. De ahí que Hutcheon sostenga que existen al menos tres posibles ethos para la parodia: ridículo, reverencial y bromista; debe subrayarse que si bien este último incluye lo humorístico, no implica una agresión hacia el texto fuente, sino simplemente su retoma en clave de humor, producida por el solapamiento entre los distintos contextos de ambos textos. Encontramos en esta caracterización un posible vínculo con la teoría del humor como “incongruencia” (Schopenhauer, 1996), que presupone que el efecto humorístico se produce por la yuxtaposición inesperada de dos elementos; en este sentido, podemos pensar que la parodia habilita esta yuxtaposición al solapar, como sucede en el caso que