El latido que nos hizo eternos. Mita Marco
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу El latido que nos hizo eternos - Mita Marco страница
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra.
www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2020 Carmen Pilar Marco López
© 2020 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
El latido que nos hizo eternos, n.º 282 - noviembre 2020
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, HQÑ y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Shutterstock.
I.S.B.N.: 978-84-1375-008-8
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Capítulo 1
Un portazo rompió el silencio de la vivienda.
Desde hacía casi un año, el mismo tiempo que llevaba habitada, los golpes y gritos eran constantes en aquel lugar.
La mayoría de los vecinos del edificio ya conocía el temperamento de Amanda, pero ninguno se atrevía a llamarle la atención, ni a presentar una queja en las juntas trimestrales. Y no era porque la joven fuese una persona fuerte, que dejase fuera de combate con un derechazo a su oponente. Sino porque se rumoreaba que estaba emparentada con personas que podían hacerte desaparecer con tan solo mover un dedo.
Si no hubiera sido así, estaban seguros de que hubiesen podido sacarla de aquel exclusivo edificio, uno de los más caros de Madrid, en menos que cantaba un gallo.
No obstante, nadie quería meterse en medio cuando estallaba la guerra entre ella y el hombre con el que vivía. Simplemente callaban y suplicaban que el berrinche acabase pronto.
Ese día no iba a ser menos. Cuando los gritos se hicieron insoportables, se escuchó el sonido de las ventanas cerrándose, mientras intentaban que sus casas quedasen lo más insonorizadas posible.
—Amanda, tranquilízate —suplicó Samuel, que ya estaba acostumbrado a los numeritos de su novia.
—¡No me