Prevención del estado sanitario de cultivos ecológicos y aplicación de productos. AGAU0108. José Manuel Salazar Navarro

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Prevención del estado sanitario de cultivos ecológicos y aplicación de productos. AGAU0108 - José Manuel Salazar Navarro страница 6

Prevención del estado sanitario de cultivos ecológicos y aplicación de productos. AGAU0108 - José Manuel Salazar Navarro

Скачать книгу

natural, tanto en medio acuoso y en suelo como en restos orgánicos en descomposición. En la naturaleza existen unas 100.000 especies de hongos, de las cuales unas 200 se consideran potencialmente patógenas para los seres vivos, aunque son muy pocas las que tienen capacidad patogénica primaria.

      Los hongos pueden crecer de dos formas distintas: en foma de moho (multicelular) o en forma de levadura (unicelular). En algunos casos, los hongos presentan dimorfismo, de manera que a una temperatura de 37 °C son capaces de crecer como levaduras, mientras que a 25 °C se desarrollan como mohos.

       Mohos

      Los mohos son microorganismos multicelulares, caracterizados por la formación de tubos cilíndricos y ramificados llamados hifas, con un diámetro entre 2 y 10 μm aproximadamente. Crecen por extensión longitudinalmente desde el extremo de un filamento, formándose una masa de hifas entrelazadas a la que se denomina micelio. A nivel macroscópico, los mohos se desarrollan sobre la superficie de sustratos o medios de cultivo, formando colonias aéreas, con una apariencia algodonosa, vellosa o pulvurulenta y de color variable.

       Levaduras

      Las levaduras son microorganismos unicelulares, con una forma esférica o de elipse, y diámetro variable entre 3 y 15 μm. A nivel macroscópico las levaduras se desarrollan sobre medios de cultivo sólidos, formando colonias opacas, de apariencia pastosa y color cremoso, aunque algunas especies son característicamente pigmentadas.

       Bacterias

      Existen casi 100 especies de bacterias entomopatógenas que hacen su efecto naturalmente. Las bacterias son microorganismos unicelulares procariotas. Como característica principal, los organismos procariotas no poseen compartimientos intracelulares delimitados por membranas, a diferencia de los eucariotas, por lo que carecen de membrana nuclear (no tienen el núcleo definido) ni presentan, en general, orgánulos membranosos internos. Las bacterias tienen una pared celular compuesta por el peptidoglicano (a excepción de los Mycoplasmas).

      La reproducción se realiza mediante una división simple (forma asexuada). Durante este proceso la célula crece y forma una pared que la divide en dos mitades, hasta que finalmente se desprenden dos células nuevas. Además, en este poceso se lleva a cabo la replicación del ADN, de manera que cada una de las células hijas contiene un duplicado idéntico del genoma de la progenitora.

      El tamaño de las bacterias varía, en general, entre 0,5 y 3 μm, aunque algunos tipos pueden llegar hasta 10 μm. En función de la forma, que depende de la rigidez de su pared celular, se distinguen diferentes tipos de bacterias: cocos (foma esférica u ovalada), bacilos (forma cilíndrica o de bastón; recto o curvo) y espirilos (forma espiral).

      Los elementos bacterianos se pueden dividir en:

      1 Obligados: pared bacteriana, membrana citoplasmática, citoplasma, ribosomas y nucleoide o cromosoma bacteriano.

      2 Facultativos: cápsula, flagelos, fimbrias o pili, esporo, glicocalix, plásmidos, transposones.

image

       Virus

      Los virus son microorganismos compuestos de dos o tres partes: el material genético, que porta la información hereditaria, y que puede ser ADN o ARN; una cubierta proteica que preserva a estos genes, denominada cápside; y, en algunos, también se encuentra una bicapa lipídica que los rodea cuando están fuera de la célula, llamada envoltura vírica. La estructura simple de los virus condiciona a que para su multiplicación sean completamente dependientes de un huésped, de ahí surge su parasitismo intracelular obligado.

      El tamaño de los virus es muy pequeño, de forma que en general no son visibles al microscopio ordinario. Los virus varían en su forma, desde simples helicoides o icosaedros hasta estructuras más complejas.

       Nematodos

      Los nematodos tienen forma de gusano, de cuerpo alargado, cilíndrico y extremos puntiagudos. Su tamaño es muchas veces microscópico, y otras veces más grande, pero, en general, varían desde 2 hasta 10 mm (las hembras) y de 0,1 a 0,9 mm (los machos). Existe un dimorfismo sexual claro, ligado al tamaño y a la forma.

      Su cuerpo dispone de una cutícula proteínica delgada y resistente, que se muda cuatro veces durante el crecimiento, correspondiendo con las fases del desarrollo: cuatro estadios juveniles y una fase de adulto, tal como se representa en la siguiente imagen.

image

      El ciclo de vida de los nematodos tiene una duración de entre 3-4 semanas, desde la fase de huevo hasta la muerte del adulto. Viven generalmente en el suelo tomando las raíces y los tallos subterráneos de las plantas como alimento, aunque las larvas suelen pasar sus primeras fases en el interior de la planta afectada. Los nematodos poseen un mecanismo de protección frente a condiciones ambientales adversas mediante el cual la larva detiene su desarrollo y se enquista hasta que dichas condiciones mejoran. Gracias a este mecanismo los nematodos pueden permanecer en el suelo durante largos periodos si no encuentran un medio adecuado o plantas que parasitar.

       Protozoos

      La mayoría de los protozoos son organismos unicelulares eucariotas, de tamaño microscópico, que pueden vivir tanto en ambientes acuáticos como terrestres. Se caracterizan por:

      1 Tener un núcleo bien diferenciado, que puede ser único o múltiple.

      2 Llevar a cabo la locomoción mediante diferentes estructuras: flagelos, pseudópodos o cilios.

      3 Producir, la mayoría de ellos, estructuras de supervivencia (como quistes o esporas diferentes a las de los hongos) ante condiciones ambientales desfavorables.

      4 Pueden ser de vida libre, o bien, parásitos, comensales o simbiontes.

      5 Diferentes tipos de reproducción: sexual, asexual o una combinación de ambos procesos.

      Para llevar a cabo un sistema de control biológico de plagas y enfermedades en un cultivo agrícola es importante respetar las siguientes directrices:

      1 Introducir los organismos beneficiosos justo en el momento adecuado, ya que cuanto antes se introducen los organismos beneficiosos, menor es la cantidad necesaria de los mismos y mejor es el resultado. Incluso existen organismos beneficiosos que se pueden introducir de forma preventiva.

      2 Prestar atención a la calidad del material, y para ello debe ser adquirido en un proveedor reconocido que garantice su calidad y cantidad.

      3 Respetar la temperatura de almacenamiento indicada, así como la fecha de “consumir preferentemente antes de”.

      4 Comenzar el manejo integrado de plagas cuando la incidencia de la infección de la plaga todavía sea leve. Así se podrá restringir el uso de plaguicidas y los enemigos naturales tendrán más posibilidades de establecerse en el cultivo.

      5 Conocer el ciclo de vida de los organismos beneficiosos ayudará a crear unas condiciones óptimas (humedad, temperatura, etc.) para su aparición espontánea y establecimiento en el cultivo.

      6 Utilizar

Скачать книгу