El diálogo entre las disciplinas en el Centro Universitario de Tonalá. Rodolfo Humberto Aceves Arce

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El diálogo entre las disciplinas en el Centro Universitario de Tonalá - Rodolfo Humberto Aceves Arce

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popular que procuraba establecer la educación de contenido social.

      De acuerdo con nuestra Constitución y con la Ley Orgánica tanto de la Universidad de Guadalajara como del Ejecutivo del Estado, la Universidad de Guadalajara es una dependencia del Ejecutivo Estatal, el Estatuto Jurídico de la Institución es, entonces muy claro: orgánicamente se desenvuelve dentro de la estructura del Estado, es su definición jurídica, esa es su filosofía, de tal manera, que recientes reformas, explicables en otras partes, aplicables en las más de ellas, nos encuentran en Jalisco con un esquema normativo que previene las estipulaciones comentadas.1

      En septiembre de 1990 se creó el documento Bases para la discusión de la Reforma en la Universidad de Guadalajara, que sirvió de punto de partida para la modernización de la Casa de Estudios, posterior a esto, se realizó una consulta sobre el rumbo que debía seguir la Universidad.

      El camino a la autonomía no sólo buscaba romper el lazo con el gobierno estatal, sino abrir la oportunidad de reorganizar la Universidad y prepararla para los retos que se presentaban con el cambio de siglo, la apertura de mercados y el fin de la Guerra Fría, y con esto, la prevalencia de un modelo económico. La idea fue reforzada con un nuevo modelo departamental, que sustituiría al modelo napoleónico, y un sistema de créditos que permitiría una educación basada en habilidades y competencias. Todo esto fue resumido en la Exposición de motivos del proyecto de iniciativa de ley de 1993, que el entonces gobernador del estado señaló:

      La Universidad Oficial de Jalisco, en el seno de su comunidad, ha emprendido una transformación de su estructura a efecto de funcionar bajo el sistema orgánico de RED, a través de un Sistema de Centros Universitarios Temáticos, Centros Universitarios Regionales y un Sistema de Educación Media Superior, integrándose los Centros por Divisiones y Departamentos, mientras que el Sistema de Educación Media Superior, por Escuelas.

      Para tal fin, sus órganos de gobierno también se reestructuran de manera tal que existirá: un Consejo General Universitario; la Rectoría General; los Consejos de los Centros Universitarios; los Rectores de éstos; el Sistema de Educación Media superior y su respectivo Consejo; los Directores de División y Jefes de Departamento, además de los Organos (sic) Auxiliares de la Institución y de la Rectoría, como lo son en el primer orden la Fundación, el Consejo Social y el Consejo de Rectores, mientras que en el segundo, la Vicerrectoría Ejecutiva, la Secretaría General y la Dirección de Finanzas, entre otros.2

      Podría afirmarse que esta nueva Ley Orgánica representa la más grande transformación de la Universidad de Guadalajara desde su reapertura en 1925, pues la dota de un nuevo rostro, empezando por constituirla como un organismo público descentralizado del gobierno del estado de Jalisco con autonomía, personalidad jurídica y patrimonio propios,3 recayendo en el estado la obligación de garantizar su autonomía y facultad de gobernarse a sí misma, siendo el máximo órgano para la toma de decisiones el H. Consejo General Universitario; el respeto a la libertad de cátedra e investigación, mismas que deben regularse a partir de las necesidades sociales y el trabajo colaborativo entre los miembros de su comunidad con los sectores sociales y productivos; el libre examen y discusión de las ideas, donde los miembros de la comunidad pueden participar sin ninguna atadura a sus posiciones ante el mundo; y la independencia en la administración de su patrimonio y su presupuesto.4

      Con la autonomía, la Universidad logró total independencia para el diseño y aplicación de normas para regular su funcionamiento interno; para realizar los programas de docencia, investigación y difusión de la cultura; elegir a sus autoridades y funcionarios conforme a su propia normativa; fijar los términos del ingreso, promoción y permanencia de su personal académico y administrativo; definir los criterios, requisitos y procedimientos para la admisión, promoción, permanencia y acreditación de los estudiantes; expedir certificados de estudios, diplomas, títulos y grados académicos; establecer equivalencias de estudios realizados en instituciones nacionales, así como revalidar estudios hechos en instituciones extranjeras; otorgar y retirar el reconocimiento de validez oficial a los estudios realizados en planteles particulares y por cooperación, que se incorporen a la Universidad, de educación media superior y superior; coadyuvar con las autoridades competentes, las asociaciones y colegios de profesionistas en la promoción, regulación y mejoramiento del ejercicio profesional; administrar su patrimonio; establecer las aportaciones de cooperación y recuperación por los servicios que presta; crear entidades y realizar programas generadores de recursos complementarios; promover las actividades de creación artística y de fomento deportivo; así como para establecer organismos de vinculación y expresión social.5

      De esta manera, la autonomía de la Universidad significó una nueva manera de vida institucional, y asumió su responsabilidad histórica, así como fortaleció su esencia bicentenaria como una institución de educación superior, con el objetivo primordial de transmitir el conocimiento que la humanidad ha generado durante su paso en este planeta, y hacerlo útil, práctico para todos, para hacer el bien.

      Una red universitaria

      Otro elemento distintivo de la Ley Orgánica aprobada en 1994, que permite pensar en la refundación de la Universidad, es el establecimiento del modelo de red, que se conforma por unidades académicas denominadas escuelas, para el sistema de educación media superior y departamentos agrupados en divisiones, para los centros universitarios, en los que se organizan las actividades académicas y administrativas.6

      El modelo de Red Universitaria buscaba romper con el centralismo de la oferta educativa, permitiendo el acceso a los servicios educativos a la población de todas las regiones del estado. Además que la formación de profesionistas y la investigación respondieran a las necesidades de la sociedad, por lo que la constituyen, las escuelas preparatorias organizadas en el Sistema de Educación Media Superior y los Centros Universitarios, Temáticos y Regionales, en los que se ofertan los programas de pregrado y posgrado. Los Centros Universitarios Temáticos organizan sus programas académicos con base en áreas afines del conocimiento o en campos del ejercicio profesional, mientras que los Regionales organizan sus actividades a partir de las necesidades de la región, por lo tanto, son multidisciplinares. En 2004 se creó el Sistema de Universidad Virtual.

      El modelo Departamental

      Los Centros Universitarios, Temáticos y Regionales se componen de Departamentos, en los que se organiza y administran la docencia, la investigación y difusión, mismos que se agrupan en Divisiones. Los Departamentos rompen con el modelo napoleónico de escuelas y facultades, pues a diferencia de estas, esas unidades académicas atienden a diversos programas educativos y se diseñaron a partir de las problemáticas o las áreas de conocimiento específico que buscan estudiar.

       El Centro Universitario de Tonalá

      A partir de la creación del modelo de red, la Universidad de Guadalajara experimentó una expansión en Jalisco, descentralizando la oferta académica de la ZMG hacia las regiones del estado; su presencia en 109 de 125 municipios,7 ha asegurado una matrícula de 270,319 alumnos en los niveles medio superior y superior.8

      Producto de la reflexión de un equipo amplio de académicos y directivos de la Red Universitaria, con el interés de incrementar la matrícula en la región centro del estado de Jalisco y diversificar la oferta de programas educativos, en el 2011 se desarrolló el proyecto para el Centro Universitario de Tonalá, cuya creación entró en vigor a partir del 31 de agosto de dicho año con la aprobación del dictamen No. 1/2011/304.

      La demanda de espacios para la educación superior ha venido aumentando desde la creación del modelo de red, debido, en gran parte, a la dinámica poblacional y la exigencia del mercado por profesionistas capacitados

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