Sinergias entre la psicología y el coaching. Elena Pérez-Moreiras López

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Sinergias entre la psicología y el coaching - Elena Pérez-Moreiras López Crecimiento personal

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la responsabilidad de uno mismo

       Mejorar la autoestima

       Fomentar el auto-control de las emociones

       Desarrollar el sentido de control

       Aumentar la capacidad de sentir alegría y placer

       Vivir más en el presente

       Analizar los logros y objetivos en la vida

       Desarrollar objetivos realistas y con significado

      Psicología Cognitiva

      La Psicología Conductista asocia el comportamiento humano con áreas más subjetivas que la psicodinámica; explicó el efecto que tienen las consecuencias sobre la probabilidad de que ciertas conductas se puedan repetir pero ignoró el poder personal y la capacidad innata de la persona para controlar su propia experiencia.

      Por el contrario, la Psicología Cognitiva sostuvo que la persona no reaccionaba simplemente a un estímulo externo, sino que cambiaba constantemente su enfoque a medida que contaba con más conocimiento y experiencia. Por primera vez las herramientas de la Psicología se ponían en manos de las personas en lugar de en manos del psicólogo.

      Noam Chomsky (que luego veremos con más detalle en la página 283) extrapoló este enfoque al estudiar la lingüística, argumentando que la adquisición del lenguaje era una habilidad natural, y aunque ciertamente la aptitud y la aprobación de los que rodeaban a la persona afectaba a esta habilidad, su aparición igualmente ocurriría.

      No descartó la presencia del estímulo de los conductistas; tan solo expresó la primacía del proceso de aprendizaje.

      Según Hilgard (1977:7), los estudios de auto-percepción e imaginación creativa de fin de los años 40 y principios de los 50 del pasado siglo marcaron el desarrollo de la Psicología Cognitiva.

      Según West y Mila (2001:201), en la década de los 60 Aaron Beck y Albert Ellis fueron quienes introdujeron una dimensión cognitiva en el enfoque conductual, con atención a los procesos del pensamiento disfuncional y las creencias irracionales.

      Según Peltier (2001), el concepto básico de la terapia cognitiva es que las personas pueden aprender a ser más conscientes y cambiar sus propios pensamientos, obteniendo potentes beneficios emocionales y de conducta.

      El Coaching toma de Ellis la relación entre el pensamiento consciente, las emociones y la felicidad, de Beck la creencia de que los hábitos de pensamiento de las personas profundamente deprimidas se podrían modificar, y de Homme la convicción de que las ideas conscientes se pueden observar, manipular y gestionar.

      Las tres áreas de interés para los coaches que deseen usar métodos cognitivos son:

       Estilo general de pensamiento

       Patrones específicos de pensamiento

       Pensamientos específicos

      Según Jeffrey Auerbach, las técnicas cognitivas ayudan a los clientes de Coaching a observar sus supuestos, sus conclusiones erróneas, sus modelos mentales, sus esquemas improductivos, así como las charlas desadaptadas sobre uno mismo. También les permite aprender a poner en práctica distintos puntos de vista de las situaciones.

      Psicología Humanista

      Según Moss (1999:12), la Psicología de los años 50 estuvo dominada por lo que Maslow llamó la primera fuerza –el Psicoanálisis–, y la segunda fuerza –el Conductismo–. La Psicología Humanista surgió para abordar los déficits esenciales en el entendimiento de los seres humanos. Se centra en las personas como un todo, no en conductas específicas, ni en objetivos concretos; trata a cada persona como un agente consciente que primero experimenta y luego decide, y que estudia valores, significados y experiencias.

      Los fundadores y sus teorías son:

       La hipótesis del crecimiento de Maslow

       El enfoque centrado en el cliente de Rogers

       La teoría de la personalidad de Allport

       Las orientaciones existencialistas y fenomenológicas de May y Bugental

      Maslow, alumno de Adler, es el padre de la Psicología Humanista y Transpersonal. Sus teorías explicaron las motivaciones de los seres humanos a través del uso de una jerarquía de necesidades, incluyendo el concepto de auto-actualización o auto-realización.

      Estudió el comportamiento basado en su «jerarquía de necesidades», que van de lo fisiológico a lo psicológico, dependiendo estas últimas necesidades del cumplimiento de las primeras.

      Las necesidades fisiológicas son los requisitos más simples y elementales para la vida: el aire, agua y alimento, siguiendo la necesidad fundamental de la seguridad, tanto en el sentido físico y psíquico como en el social.

      Maslow, junto con Carl Rogers, Leo Tzu y el budismo Zen, asumieron que todas las personas tienen una tendencia actualizante que fomenta el crecimiento, la dirección y la productividad.

      También creía que las personas se comprometen en relaciones interpersonales de atención y responsabilidad como principio universal (Chang and Page, 1991:2). Según Whitmore, el trabajo de Maslow fue esencial para lo que vino después y aportó el crisol para que Tim Gallwey pudiera hacer lo que hizo en el mundo del Coaching.

      Rogers creía que cada persona tenía la capacidad de separarse de su respectivo entorno a fin de descubrir el verdadero yo y vivir en consonancia con ese descubrimiento. La moral de las personas era esencialmente instintiva, por lo que una persona auto-actualizada no tenía necesidad de adherirse a las reglas y principios, ya que podía confiar en sus nociones en continuo desarrollo sobre lo que estaba bien o mal en cualquier momento. La persona auto-actualizada es parte de su entorno al tiempo que, sobre todo, siempre es fiel a sí misma.

      Perls desarrolló la terapia de la Gestalt con dos enfoques distintos: uno para terapeutas y otro para las personas que deseaban mejorar sus vidas.

      Su técnica de la silla vacía es un emblema de su enfoque que incluye la posibilidad de relacionarse con distintas partes de uno mismo, prestando especial atención a las expresiones somáticas o corporales de esa relación.

      Aunque en cierto sentido se trata de una reversión de la Psicología dinámica, donde los profesionales capacitados tratan la enfermedad mental del paciente, la terapia gestáltica sirvió para que las personas fueran responsables de su éxito personal. Reflejando muchos principios básicos de la escuela cognitiva, se consideró que el proceso era más importante que el resultado inmediato y que los intereses de la persona o del paciente presumiblemente dirigían el diálogo entre él y su terapeuta. Por ello, el proceso era necesariamente una función del presente en lugar de serlo del pasado, lo que fue una ruptura con Freud y su principio psíquico de la memoria de experiencias pasadas.

      La terapia Gestalt mantiene que las personas pueden llegar a entenderse a sí mismas solamente en relación con las personas que las rodean, de las que el terapeuta es una más entre muchos, y en relación con el entorno en que esas personas viven y trabajan.

      Ellis

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