Sinergias entre la psicología y el coaching. Elena Pérez-Moreiras López
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Sinergias entre la psicología y el coaching - Elena Pérez-Moreiras López страница 10
Sus teorías son válidas especialmente para conocer más en profundidad los efectos de los estímulos externos sobre la mente, en especial cuando la mente está abrumada, así como las técnicas que se enfocan en las percepciones, en la auto-observación y en los estados conscientes de pensar, sentir y saber.
Psicología psicoanalítica
Una década después, Sigmund Freud presentó la práctica de su psicoterapia, denominada Psicoanálisis. Su trabajo se centró en arrojar luz sobre la mente inconsciente como medio de entender las acciones y los comportamientos conscientes.
Investigó la conexión entre la sexualidad humana y el desarrollo psicológico, defendiendo la interpretación de los sueños y el uso de la hipnosis como medio para descubrir la consciencia humana.
También aceptó experimentar con productos farmacéuticos como la cocaína para avanzar en sus investigaciones.
La división del inconsciente en «Ello», «Superyo» y «Yo» cambió la dirección de su investigación y dominó el estudio psicológico durante décadas.
Freud creía que las neurosis –enfermedades de la mente– se podían tratar más o menos de igual modo que los médicos trataban una enfermedad fisiológica, lo que suponía la existencia de una condición patológica que necesitaba curación, en lugar de servir como medio para desbloquear un potencial incompleto.
Su colega Adler, junto con Jung (quien rompió con Freud), fueron los primeros en proponer una visión equilibrada y holística del individuo, creando las bases para el surgimiento de la Psicología Humanista .
Adler buscó crear un significado y un propósito para la vida de cada persona, procuró encontrar pruebas de lo que estaba bien en las personas en vez de lo que estaba mal, y creyó que las personas eran capaces de solucionar por sí mismas sus problemas. Sus estudios se centraban en la naturaleza del ser humano, usando principios similares a los de Erickson (volveremos a Adler en la página 175).
Jung se centraba en el despertar espiritual de la segunda mitad de la vida, así como el valor de los sueños en la identificación de arquetipos y en la sincronización y el inconsciente colectivo. Animaba a las personas con las que trabajaba a hacer un análisis de sus vidas con el fin de entender mejor su futuro en el contexto de su pasado.
Alfred Adler aportó un enlace entre el Psicoanálisis y el resto de corrientes. Sus esfuerzos por mejorar la crianza de los hijos añadieron un objetivo de orientación a los técnicos conductuales, y su trabajo sobre cómo la gente construye su realidad actuando «como si» sus creencias fueran ciertas fue confirmado por los descubrimientos de la Psicología Cognitiva.
Como mentor de Abraham Maslow y promotor de la igualdad entre terapeuta y cliente, su idea de que el impulso espiritual es innato preparó a los demás para la Psicología Transpersonal.
Erickson, el padre de la Hipnoterapia, basó su enfoque en preguntar en lugar de decir, demostrando que las personas eran parte del sistema y que cuando el sistema cambiaba las personas cambiaban también.
Contribuciones de la Psicología Psicodinámica al Coaching son la consciencia del instinto y el reconocimiento de las necesidades no satisfechas, así como el esfuerzo de los coaches por crear un significado, un propósito en la vida de sus clientes y ayudarles así a obtener una toma de consciencia más profunda de sí mismos.
Según Hudson (1990), también señaló la aportación del énfasis de Freud en el pensamiento simbólico, la Psicología individual de Adler, el despertar emocional en la segunda mitad de la vida de Jung y la atención al mito personal de Gould.
Psicología conductual
Los enfoques conductuales y cognitivos fueron un intento de reconectar de nuevo el estudio de la Psicología con las ciencias naturales.
Los psicólogos conductuales, Iván Pávlov, John B. Watson y B. F. Skinner, así como los psicólogos cognitivos Ulric Nasser y Noam Chomsky fueron los principales arquitectos de esta corriente.
Pávlov, contemporáneo de Wundt, James y Freud, no sintiéndose atraído por las teorías de estos se dedicó al estudio de los estímulos identificables que condicionan las respuestas humanas.
Su experimento más conocido fue hacer sonar una campana antes de dar comida a unos perros, en el que un timbre provocaba por sí mismo el funcionamiento de las glándulas salivares de los canes. Sin embargo, el acto de comer o mostrar la comida no era lo que causaba la salivación, sino que lo hacía la respuesta condicionada a un estímulo secundario.
En otro de sus estudios vio que una sobrecarga de estímulo daba como resultado el «cierre» del sujeto, tanto físico como mental –inhibición transmarginal o TMI–, aunque comprobó que esto no ocurre igual en todos los sujetos, puesto que, además del estímulo, el reflejo condicionado depende también del «temperamento» natural del sujeto.
Carl Jung continuó sus estudios centrándose en la diferencia esencial entre las personalidades introvertidas y extrovertidas, siendo los primeros más sensibles a dichas sobrecargas.
Watson también intentó restablecer la conexión entre la Psicología y las ciencias naturales. No le preocupaban la metafísica ni la mente inconsciente, sino que creía que había una base subjetiva para el comportamiento que podría entenderse y dirigirse para el bien común e individual.
Skinner continuó en la misma línea estudiando además las consecuencias de ciertas conductas y la forma en que dichas consecuencias afectaban o «reforzaban» ciertos comportamientos. Esto le llevó a centrarse en controlar el entorno, y especialmente en el estudio de los niños.
Sin descartar el papel de la genética en el desarrollo, se posicionó claramente a favor del poder de la crianza frente a las características naturales.
Sostiene que somos el resultado de las condiciones en las que vivimos y buscamos modificar dichas condiciones para reproducir las más deseables.
El conductismo fue la rama dominante desde principios del siglo XX hasta los años 50. Sus aportaciones al Coaching incluyen modelos y técnicas diseñados para controlar las conductas abiertas y la investigación sobre las diferentes maneras en que dichas conductas pueden ser condicionadas por estímulos externos (Brock, 2008:33).
También la teoría de que la oportunidad del cambio ocurre habitualmente como resultado de un evento emocionalmente significativo en la vida personal o profesional del cliente y la respuesta al mismo abre la puerta a un cambio en la conducta.
Según Skiffington y Zeus (2003:43), los objetivos que buscan los coaches conductistas y que hoy siguen las escuelas de Coaching son:
Vivir una vida auténtica
Encontrar un propósito y un significado