El libro tibetano de los muertos. Padma Sambhava

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El libro tibetano de los muertos - Padma Sambhava Colección Nueva Era

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si no puedo realizarla, reconoceré este Bardo y fundiéndome en la forma del Gran Símbolo, cualquiera sea su apariencia, actuaré en beneficio de todos los seres sensibles, tan infinitos en número como el cielo ilimitado”. Firme en esta actitud deberás recordar y practicar cualquier técnica de meditación que hayas recibido en tu vida pasada.

      Estas palabras deben ser dichas claramente con los labios cerca del oído, de forma que queden firmemente impresas en el agonizante y que su mente no pueda dispersarse ni por un solo momento.

      Entonces, cuando la respiración haya cesado por completo, uno debe presionar con fuerza las arterias del sueño y hacerle recordar, si era un maestro o hermano de fe más elevado que uno mismo, con las siguientes palabras: “Señor, ahora la Luz Primordial brilla ante ti; reconócela y permanece en ella”. Y a las demás personas, el lector dirá:

      Esta conciencia tuya, brillante, vacía, inseparable luminosidad y vacío en forma de una gran masa de luz, no posee nacimiento ni muerte; es el principio de iluminación de inmortal luz.

      Esto debe repetirse tres o siete veces, de forma clara y precisa, lo que recordará al muerto las enseñanzas que le había revelado en vida su Maestro; en segundo lugar, le hará reconocer a su desnuda conciencia como la realidad trascendental; y, en tercer lugar, habiendo reconocido su propia esencia, quedará inseparablemente unido a la realidad trascendental, y su liberación será cierta.

       Bardo.

       Ver Glosario.

       Prana.

       La posición de Gautama Buda a su muerte: tendido sobre el costado derecho, con la mano derecha bajo la cabeza.

       Abertura en la coronilla; extremo superior de la vía energética central, a través de la cual la conciencia debe salir después de la muerte para ser liberada.

       Dharmata.

       Dharmakaya.

       Prana.

       Ver Glosario.

       Dharmakaya.

       El Gran Símbolo (en sánscrito: mahamudra) es una práctica de meditación tántrica en la que la experiencia se transforma en la visualización de la deidad en mandalas; en este estado la Gran Beatitud es producida por la unión del aspecto masculino y femenino de la práctica. Es la visualización de las propias proyecciones como energías divinas.

       Samantabhadrí.

       Samantabhadra y Samanta simbolizan la indisolubilidad de la Compasión y el Conocimiento, coeficientes ambos de la Iluminación. Como encamación del Dharmakaya (Ver Glosario) constituyen el origen de las cinco familias búdicas u Órdenes de la Iluminación, que emanan de ellas y aparecen en el estado del Sambhogakaya (Ver Glosario). Este es también el nombre de un bodhisattva, que aparece en el tercer día del Bardo.

       Dharmakaya búdico.

       Buda.

      Instrucciones para la segunda fase

      del estado de transición del

      momento de la muerte: la clara

      luz secundaria vista inmediatamente

      después de la muerte

      Si la Clara Luz Primordial ha sido reconocida, se alcanza la liberación. Pero si existe el temor de que no ha sido reconocida, entonces brillará la Clara Luz Secundaria, que aparecerá aproximadamente “el tiempo necesario para una comida” a partir de la expiración.

      Decir que la duración del estado en la Clara Luz Primordial puede durar el “tiempo de una comida” significa que esta depende de la sensibilidad o insensibilidad nerviosa y también de la práctica en meditación.

      Cuando el principio consciente sale del cuerpo, se pregunta: “¿Estoy muerto o no?”. No puede saberlo; ve a sus allegados y familiares como los veía antes y oye sus llantos. Las terroríficas proyecciones del karma todavía no se producen, ni tampoco las apariciones o experiencias de los Señores de la muerte.

      Durante este intervalo, el Maestro o lector debe seguir las direcciones del Thödol.

      Y si el muerto es una persona corriente: “Medita sobre el Señor de la Gran Compasión”.

      Instruidos así, incluso aquellos que no han podido reconocer el estado de transición podrán hacerlo sin duda alguna.

      Las personas que en vida experimentaron esta confrontación por medio de un Maestro, pero sin familiarizarse con ella, no podrán reconocer solos el Bardo. Un Maestro o un hermano de fe deberá

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