autónoma desde 1976, las Azores han conservado de la metrópolis los colores originales de su bandera –el azul y el blanco–, que Portugal abandonó el 11 de junio de 1911 como consecuencia de la proclamación de la república. Y para mantener una cierta proximidad con el continente, el archipiélago ha conservado la misma construcción de la bandera –un fondo dividido en dos partes, ocupando respectivamente un tercio y dos tercios del espacio– e inscribir el escudo de armas de Portugal junto al asta.
Es difícil no ver el ave dorada con las alas desplegadas que domina orgullosamente en primer plano. Se trata de un azor, una especie bien conocida en las Azores, aunque nunca se haya censado ningún ejemplar en la islas. La causa: el nombre del archipiélago provendría de un error cometido por los primeros exploradores, que en su momento confundieron al azor con el águila ratonera, una ave bastante extendida.
Propuestas de visita
El archipiélago está constituido por nueve islas, lo que implica algunos compromisos por lo que respecta al transporte. Conviene no olvidar las condiciones climáticas (siempre cambiantes a pesar del famoso anticiclón), que a veces pueden retrasar —e incluso cancelar— la partida de un avión o un barco, y hacer perder un tiempo precioso en los trayectos.
En invierno, el clima es el mayor enemigo, pero en verano los vuelos se llenan pronto, por lo que es aconsejable reservar plaza con antelación. Y a eso hay que añadir que las cumbres pueden estar rodeadas de niebla y frustrar sus excursiones…
Por tanto, es inevitable, hay que escoger: no puede visitar todo el archipiélago en una semana, ni en quince días, aunque parezca factible. Sería una pena ir siempre apresurado en un entorno tan tranquilo. Para aprovechar al máximo los maravillosos paseos, se recomienda alojarse un tiempo en el mismo lugar. La naturaleza solo se aprecia bien caminando, no lo olvidemos nunca.
Las asociaciones de islas pueden delimitar un poco el área de visita.
Enel grupo central, Faial, Pico y São Jorge forman el llamado Triángulo. Accesible directamente en avión desde Lisboa y comunicado todo el año por barco, se presenta como una buena opción para aquellos con el corazón dividido entre el mar y la montaña. Diez días son suficientes para no sentirse apurados.
Siguiendo con el grupo central, los amantes de los grandes espacios y del mundo rural encontrarán su felicidad entre Terceira, con sus paisajes exuberantes, su magnífica arquitectura y sus celebraciones interminables, y Graciosa, con (demasiada) frecuencia olvidada y que goza de una excelente tranquilidad. El aeropuerto de Lajes (Terceira) recibe varios vuelos a la semana procedentes de Lisboa; la conexión de una isla con otra se realiza fácilmente en avión. Con una semana tendrá tiempo suficiente para conocerlas bien.
Enel grupo oriental, São Miguel es la isla principal del archipiélago, la de mayor extensión, la más turística también, pero sobre todo la más diversificada. Para descubrir todos sus tesoros, una semana sería lo mínimo. Comunicada diariamente con Ponta Delgada en un corto trayecto, su hermana pequeña Santa María merece una visita. Uno o dos días bastarán para dar la vuelta a sus bonitas playas y sus rincones desconocidos, pero le haría falta un poco más de tiempo para impregnarse bien de su atmósfera.
El grupo occidental, finalmente, está conformado por las Flores y Corvo, dos tesoros en los confines del mundo a los que no es fácil acercarse. En particular, en invierno las condiciones climáticas pueden cancelar más de un vuelo. Sin embargo, los esfuerzos para llegar hasta allí se verán ampliamente recompensados: la excepcional belleza salvaje de la primera y el intrigante espíritu comunitario de la segunda valen todos los esfuerzos… Calcule entre cinco y seis días de estancia, más el tiempo del trayecto y las escalas.
São Miguel en una semana
Se trata de un itinerario orientativo para quien opte por São Miguel. Es preferible no quedarse todo el tiempo en Ponta Delgada, ya que los trayectos pueden ser relativamente largos hasta el noreste.
Día 1: visita de Ponta Delgada, sus iglesias, sus museos y sus jardines. Paseo por las calles del centro histórico y el puerto deportivo de Portas do Mar. Dormir en Ponta Delgada.
Día 2: partida hacia Sete Cidades. Excursión alrededor del cráter y descenso hasta las piscinas naturales de Mosteiros. Paseos por la costa norte. Dormir en los alrededores de São Vicente.
Día 3: Ribeira Grande y la Lagoa do Fogo. Visita al apasionante Museo de la Emigración azoriana en Ribeira Grande. Dormir en esa localidad.
Día 4: costa norte de Porto Formoso en Maia (visita de una plantación de té). Furnas y su magnífico valle. Excursión alrededor del lago. Visita de las caldeiras. Dormir en Furnas.
Día 5: costa norte hacia Nordeste. Parada en el Salto do Cavalo, un fantástico mirador sobre el valle de Furnas. Paseo, si es posible, hasta el pico da Vara. Noche en Nordeste.
Día 6: costa este y sus bonitos miradores. Mirador del pico Bartolomeu. Ruta de la Serra da Tronqueira. Visita de Povoação, lugar del primer poblamiento de la isla. Pernoctar en Furnas o en Povoação.
Día 7: playa en Ribeira Quente o visita al valle de Lombadas; bonita excursión en este rincón magnífico y salvaje. Vuelta a Ponta Delgada por la Lagoa y visita de la fábrica de cerámicas.
Por supuesto, es posible dormir en toda la isla. Los establecimientos son a menudo más atractivos que en la capital. Sobre todo porque la isla está repleta de posibilidades de turismo rural. Si se aloja toda la semana en Furnas, en Nordeste o en Caloura, tendrá que reconsiderar estas propuestas, pensadas sobre todo para los viajeros que desean conocer la isla de este a oeste. Si no tiene tanta prisa o es menos exigente, le aconsejamos concentrarse en una sola región: la de Sete Cidades, que combina el esplendor de los lagos tranquilos y la armonía de las costas soleadas; y entre los lagos, sobre todo el de la Lagoa do Fogo, por sus numerosos paseos; el de Furnas, por su tranquilidad y su encanto casi dominical; y el de Nordeste, por su lado salvaje, alejado de todo.
Las Azores centrales en diez días
Si viaja directamente hasta Faial desde Lisboa, podría visitar las tres islas del grupo central; para ello, será necesario adaptar las estancias en función del horario de los barcos.
Día 1: Faial. Visita de Horta y del puerto. Ascensión al Monte da Guia para tener una buena panorámica de la bahía. Con un poco de tiempo, puede bañarse en Porto Pim, al otro