Camerún. vvaa
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Nuevos pobladores
Entre la civilización sudanesa del norte y la bantú del sur, en el siglo XVII se establecieron los primeros pastores fulani (peuls, fulas o foulbé), que procedían de la actual Nigeria y profesaban el islam.
Este pueblo de jinetes extiendió su influencia con bastante rapidez en la región de los macizos de Mandara y hasta el Adamaua. Se detuvo en el sur por la espesa selva tropical, poco propicia al paso de caballos y personas. Estallaron numerosos conflictos en el norte de país y, durante la segunda mitad del siglo XIX, los fulani incrementaron la presión en el sur. Pero en el oeste, los bamun / bamileke resistieron, y poco a poco, los fulani, divididos en numerosos lamibé (plural de lamido, jefe musulmán), se pelearon entre ellos.
Durante este período también se autoafirmaron pueblos ligados con los bantúes, como los tikar en las tierras altas occidentales y en las montañas del oeste de Camerún.
En cuanto a los bamileke —agrupados entorno a numerosas chefferies— se vinculan gradualmente con los occidentales que empiezan a interesarse por el Camerún. Pero fueron sobre todo los duala —asentados en torno a la desembocadura del río Wouri durante el siglo XVIII— quienes abrieron poco a poco la puerta a la conquista colonial europea, inicialmente alemana. (También dieron su nombre a la ciudad más importante del país, hoy capital económica de Camerún.)
El origen del nombre Camerún
Camerún entra en la historia occidental con la llegada de los primeros exploradores y colonos europeos.
En 1472, el navegante portugués Fernando Poo alcanza el estuario del Wouri (cerca de Duala) y lo remonta. Sorprendido por la abundancia de camarones en sus aguas, lo llamó Rio dos camarões (literalmente « río de camarones » en portugués). Con el tiempo y tras algunas deformaciones, daría lugar a Camerún.
Sin embargo, pese a establecer algunas factorías portuguesas allí (donde se intercambiaban sal, tejidos, alcohol y armas por oro, marfil y aceite de palma) y al desarrollo de las actividades infames de los esclavistas (el comercio se llevaba a cabo principalmente con los jefes de las tribus costeras), el país apenas interesó a los europeos hasta el siglo XIX.
Los holandeses expulsaron a los portugueses y se establecieron en 1641, antes de retirarse, en 1732, ante los ingleses que luchaban contra la trata de esclavos en el golfo de Guinea (el primer tratado que prohibió este vergonzoso comercio fue firmado en 1840 por los reyes Akwa y Bell de Duala y el gobierno inglés, y más tarde el francés).
La colonización alemana
Los acontecimientos se precipitaron en el siglo XIX. Camerún experimentó importantes movimientos de población asociados a los problemas con las regiones vecinas (conflictos y gran persistencia de la trata de esclavos), con la presión de los pueblos fulani en el norte, y las constantes disputas entre los dirigentes locales de la costa. Pero el siglo XIX supuso sobre todo el establecimiento de la colonización alemana, que se extendió desde la costa, donde se establecieron los primeros comerciantes alemanes, aceptados por los dualas (puesto comercial desde 1868).
En 1884, el Imperio alemán decidió desarrollar las colonias aprovechando sus buenas relaciones con los duala; se beneficiaron de su decepción ante la negativa inglesa de asegurar el protectorado de Camerún en 1882 para establecer el suyo propio (se trata del famoso pacto germano-duala).
Desde