arcángel Miguel nos ha entregado varios ejercicios para limpiar energías negativas. Hemos grabado esos ejercicios para que los apliques como meditación guiada. Si estás siguiendo el programa de los ejercicios espirituales de la sección previa, entonces tendrás este apartado bien cubierto, y la información de esta sección te ayudará a comprender para que obtengas más provecho del procedimiento. Si no estás usando meditaciones grabadas, entonces te daremos unos pocos procedimientos abreviados que puedas incorporar a tu estilo de meditación. Aunque es probable que sea más provechoso para ti seguir el programa de meditaciones grabadas, puede que algunos lectores quieran hacer las cosas de un modo un poco diferente.
He aquí los fundamentos básicos que puedes usar para establecer tu propia meditación:
Aprende a visualizarte en forma de energía. Centra la atención en los chacras, empezando por el chacra del plexo solar.
Observa la energía que rodea el chacra y busca zonas más oscuras o ensombrecidas que el resto del área circundante.
Mira a la penumbra aislarse y separarse del campo energético. Observa mientras la llama violeta transmuta de nuevo esta energía en positiva.
Continúa liberando y transmutando energías negativas hasta que sientas que es hora de parar. Repara en el rayo de luz dorada y blanca que atraviesa tu chacra de la estrella del alma y penetra el área que has limpiado. Observa la luz dorada y blanca llenando el vacío.
El chacra del plexo solar es el punto más habitual de conexiones de energía negativa, producto de conectar con otras personas mientras el ego domina nuestras vidas. Esas conexiones a menudo reportan energía negativa y, mientras estamos en manos de ese ego, nos entretenemos creando energía negativa. Emitimos hacia fuera parte de esa energía negativa y parte se queda dentro de nosotros, aunque hay que limpiarla toda como parte de nuestro proceso de crecimiento espiritual. La limpieza de esas energías, también llamadas «fragmentos», es lo que hacemos cuando seguimos el procedimiento expuesto arriba, o cuando hacemos los ejercicios dados por el arcángel Miguel.
Después de limpiar una tanda, atraemos más fragmentos hacia nosotros (bajo el control del Yo superior, luego no es un procedimiento de nuestra mente consciente) y limpiamos la nueva remesa de energía negativa repitiendo los ejercicios. Por eso necesitamos hacer esto más de una vez. No estamos limpiando la misma energía una y otra vez, sino fragmentos que han «vuelto a casa» desde la última vez que los limpiamos.
Secretos del autodominio, pg. 196:
Primero de todo, céntrate en los fragmentos que has creado y que resuenan con patrones de frecuencia más baja que los tuyos. Estos fragmentos de frecuencia más baja se integran de manera diferente que las facetas del Yo superior. Estos fragmentos, creados por adicciones y hábitos negativos, y por formas de pensamiento distorsionadas a lo largo de muchas vidas pasadas, se curarán y «amarán en libertad» por medio de tus intenciones, acciones y cambios positivos de actitud y hábitos. Este proceso inicial suele generar todas las pruebas, juicios y trastornos en la vida de una persona, hasta que se recupera gradualmente el equilibrio y la armonía en el mundo de tercera dimensión.
Secretos del autodominio, pg. 205:
Cuanto más rápido neutralices o armonices los rasgos negativos de tu personalidad, más rápido emergerá tu potencial divino o Yo maestro. Solo entonces tendrás acceso a todo tu potencial como maestro cocreador en los planos físicos de la existencia.
Magia y majestad, pg. 107:
Es importante entender que –aunque ya no recuerdes tus errores pasados o las ideas y acciones que te desequilibraron–, hasta que no se reconozcan y transmuten esas formas negativas de pensamiento, esas energías siguen presentes en tu estructura celular esperando ser rectificadas para recuperar la armonía interior.
Un aspecto que hay que mencionar es que la supresión de la energía negativa, producto de nuestros pensamientos, emociones y acciones, influye en el modo en que recordamos hechos pasados. Elementos que habíamos recordado negativamente empezarán a percibirse como neutros al recordarlos. Estamos limpiando la energía negativa para que lo que quede en la memoria sea simplemente nuestro registro interno de los acontecimientos, tal y como percibimos su ocurrencia. Hallarás cada vez menos emociones negativas asociadas a esos acontecimientos, y eso es perfectamente normal en este proceso. En cierto sentido estás formateando la memoria de un hecho pasado eliminando toda la energía negativa y volviéndolo un acontecimiento neutro, o incluso positivo. Sí, positivo: apreciarás lo bueno que se derivó del hecho pasado sin negatividad, de un modo que formatee eficazmente tu memoria y despeje el camino de tu futuro como ser humano o espiritual.
Que haya luz, pg. 215:
Es importante recordar que todo lo pasado es «memoria». Cambia la memoria o la interpretación de un hecho pasado y convertirás ese pasado en recuerdos positivos. El pasado es el que ha hecho de ti lo que eres hoy, luego ¿por qué no seleccionar solo lo mejor del pasado y reforzarlo y aclamarlo como parte del Tú «futuro»?
Cómo se manifiesta la energía negativa en síntomas físicos
Nuestro cuerpo físico está integrado inseparablemente en nuestro campo de energía espiritual. Por eso, la energía negativa de tu campo acarrea efectos físicos negativos para el cuerpo si está el tiempo suficiente antes de limpiarse. Cualquier parte del cuerpo físico está conectada con el campo de energía y nuestro cuerpo elemental nos puede informar de cuándo las cosas se tuercen.
Los cuatro sistemas inferiores del cuerpo que el arcángel Miguel menciona con frecuencia en sus mensajes –los cuerpos físico, emocional, mental y etérico– representan distintos márgenes de frecuencia de energía espiritual, si bien todas estas frecuencias se integran en la parte de nuestra alma que vive aquí en el mundo físico. Tal vez llamemos a cada cuerpo de distinta forma, y tal vez los describamos como si fuesen elementos totalmente separados; sin embargo, cada cuerpo sigue siendo una porción del alma que vive aquí en la Tierra. Lo que son distintas son las frecuencias de energía espiritual que conforman cada cuerpo, sea físico, emocional, mental o etérico. Concibe el alma como un pastel en el que cada uno de los cuerpos inferiores conforma una capa diferenciada de la tarta, siendo la capa inferior la frecuencia de energía más baja (o «más densa»).
La energía negativa influye en nuestro bienestar
Una vez que la energía negativa penetra en cualquiera de las capas, sea una acción, una emoción o pensamiento negativos, sea una conexión negativa generada por otra persona, entonces hay que limpiarla o podría atraer más energía negativa. Si sigues desprendiendo negatividad, este depósito de energía por supuesto atraerá más energía negativa y seguirá creciendo.
Todas las partes de cualquier nivel del campo energético se conectan con alguna parte del cuerpo, y la energía negativa actúa como una barrera. Esa barrera reduce el grado de energía espiritual que penetra en esa parte del cuerpo. Aunque la mayoría de la gente no sea consciente de ello, la energía espiritual es un nutriente esencial que el cuerpo necesita para vivir y estar en grado óptimo. En la forma de conciencia, la energía espiritual nos hace ser quienes somos; cuando la energía espiritual recorre el cuerpo físico, activa el sistema glandular y las glándulas segregan hormonas esenciales para nuestra supervivencia. Esa energía negativa en ocasiones inhibe la correcta función de las glándulas, y nuestro cuerpo sufre porque no tiene suficientes hormonas, o porque
