El año de 12 semanas. Michael Lennington

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El año de 12 semanas - Michael Lennington

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que emplearás para alcanzarlas. La manera más fácil de hacerlo es dividir esas metas en partes individuales. Por ejemplo, si tu meta es ganar $10.000 dólares y perder 10 libras, deberías escribir tácticas por separado para tu meta de ingresos y para lograr perder peso. Las tácticas son las tareas diarias que te impulsan el alcanzar tus metas. Estas deben ser específicas, realizables e incluir fechas de plazo y responsabilidades asignadas. Tendremos más que decir acerca de cómo escribir tácticas efectivas más adelante en la sección de aplicación.

      El plan de 12 semanas se estructura de tal forma que, si se completan a tiempo las tácticas, también se alcanzarán las metas. Recuerda, para evitar perder el rumbo con el enfoque de 12 semanas, tendrás que alinear tu plan con tu visión de más largo plazo.

      Un plan de 12 semanas es poderoso. Permite que te concentres en lo que es importante en el momento. Recuerda que este plan no hace parte de un plan anual; esa es la vieja mentalidad anualizada.

      Estas 12 semanas son tiempo suficiente para hacer lo que planeas, pero tan cortas como para generar y mantener cierto grado de urgencia. Para quienes tienen los mejores desempeños, los planes de 12 semanas son un mapa de ruta paso a paso que elimina la difusión, los retrasos y exige acción inmediata.

      Capítulo 5

      Una semana

      a la vez

      Los resultados a largo plazo se crean con las acciones que realizas cada día. Sir William Osler, fundador de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, afirmó que el secreto de su éxito era vivir la vida en “compartimientos de un solo día”. Lo que él aprendió es que mientras planeamos para el futuro, actuamos a diario. Para que seas verdaderamente efectivo, tus actividades diarias deben alinearse con tu visión, estrategias y tácticas a largo plazo.

      Al final, tienes mayor control sobre tus acciones las cuales generan resultados. Por eso, es tan importante hacer planes que incluyan actividades cruciales.

      “Las grandes predictoras de tu futuro son tus acciones diarias”.

      El universo físico no responderá a tus deseos, no importa cuán apasionados o intensos sean estos. Lo único que mueve al universo es la acción. Como lo mencionamos antes, la visión importa porque define el juego definitivo y la dirección general hacia donde quieres ir. La visión también te da la motivación que necesitas para actuar, pero la visión sin acción es tan solo un sueño. Son las acciones consistentes las que hacen realidad los sueños.

      Es aquí donde el progreso suele verse más afectado. La mayoría de la gente aspira a mejorar alguna área de su vida. Ya sea que desees ganar más dinero, encontrar un nuevo empleo, conocer a la pareja correcta, perder algunas libras de peso, mejorar una relación o ser un mejor golfista, padre o persona, desearlo nunca será suficiente.

      No alcanza con tener la intención de cambiar; para que las cosas mejoren, y no solo una vez, sino de manera consistente, debes emprender acciones que estén relacionadas con cumplir esa intención. Como lo indicó el antiguo filósofo romano Lucrecio: “Gota a gota el agua rompe la roca”. Las acciones que consisten en tareas cruciales necesarias para alcanzar tu meta son la clave para obtener lo que quieres lograr en la vida.

      Tus acciones de hoy están conformando tu futuro. Si quieres saber qué te depara el futuro, mira lo que haces hoy, pues tus acciones son el mejor predictor de tu futuro. Si quieres predecir tu salud futura, préstales atención a tus hábitos alimenticios y al tipo de ejercicio que haces o dejas de hacer en la actualidad; si quieres predecir la salud de tu matrimonio, observa cómo son tus interacciones con tu cónyuge; si quieres predecir tu futuro laboral y tus ingresos, mira las acciones que realizas cada día laboral. Tus acciones cuentan la historia.

      El plan semanal

      “Una onza de acción vale más que una tonelada de teoría”. —RALPH WALDO EMERSON

      El plan semanal es una herramienta poderosa que traduce tu plan de 12 semanas en acciones diarias y semanales. Es el instrumento que organiza y le da enfoque a tu semana y se convierte en tu plan de juego semanal. Mantendrá en curso las actividades principales que debes realizar cada día. Te permite estructurar tus actividades de tal forma que mantengas el enfoque en las tareas que sí son importantes a largo y corto plazo. Así, mantendrás el enfoque y serás productivo en el momento, en lugar de quedar atrapado en todo el ruido y las distracciones que tiendan a desviarte con facilidad.

      Este plan no es una lista de pendientes, sino que refleja las actividades estratégicas y cruciales que debes realizar cada semana para poder alcanzar tus metas.

      El punto de partida para un plan semanal efectivo es tu plan de 12 semanas, pues este contiene todas las tácticas que debes realizar para alcanzar tus metas de 12 semanas. Cada táctica tiene una semana asignada para ser terminada y hace avanzar tu plan semanal al indicarte cuáles son tus acciones diarias. Así que el plan semanal es solo una derivación del plan de 12 semanas; en esencia, es un doceavo de tu plan de 12 semanas.

      Con el fin de usarlo con eficacia, tendrás que dedicar los primeros 15 a 20 minutos de cada semana a revisar tu progreso de la semana anterior y planear la que comienza. Además, los primeros cinco minutos de cada día deberías usarlos para revisar tu plan semanal a fin de planear las actividades de ese día.

      Un año de 12 semanas te da mayor enfoque al destacar el valor de cada semana. Ahora, con el año de 12 semanas, un año equivale a 12 semanas, un mes ahora es una semana y una semana es un día. Si lo ves de esta manera, la importancia y el poder de cada día se hace mucho mayor. Tu plan semanal te permite concentrarte en tus acciones y ser muy bueno en unas pocas cosas y no mediocre en muchas. Para asegurarte de obtener lo mejor de tus esfuerzos, un plan semanal es una herramienta poderosa e indispensable.

      Tu plan semanal abarca tus estrategias, prioridades, tareas a largo y corto plazo, así como tus compromisos en el contexto del tiempo. Te ayuda a concentrarte en los elementos de tu plan que debes realizar cada semana para mantener el rumbo de tus metas. Estas, a su vez, te mantienen en curso con tu visión. Todo está poderosamente alineado.

      Para beneficiarte de esta herramienta tendrás que llevarla contigo todos los días y hacer tu trabajo según lo que hayas establecido ahí. Comienza cada día con tu plan semanal. Revísalo varias veces durante el día. Si has programado terminar una táctica en ese día, no vayas a casa antes de haberla finalizado. Así, te aseguras de que las tareas de suma importancia y las tácticas de tu plan no queden sin realizarse cada semana.

      En síntesis, el plan semanal, más que cualquier otra herramienta, te ayudará en la ejecución diaria y semanal ¡y a alcanzar tu visión!

      Capítulo 6

      Confrontando

      la verdad

      ¿Te has preguntado por qué los deportes son tan motivadores? De hecho, no solo motivan a los jugadores, sino también a los espectadores. ¿Te imaginas cómo sería si otras personas (aficionados) vinieran a ver tu trabajo pagando por el privilegio de verte en acción? Una de las razones clave por las cuales los deportes son tan estimulantes es porque se llevan registros de ellos en diversas áreas.

      Sin lugar a duda, llevar registros hace parte de la esencia de la competencia. Les hacemos seguimiento a los puntajes, a las medidas y a las estadísticas para determinar el nivel de éxito e identificar áreas en las que sea factible mejorar. En cualquier punto de un evento deportivo, todo jugador, entrenador y aficionado conoce muy bien la posición de su equipo, ya que esta clase de información brinda una base de conocimiento

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