Francisco Franco. Heinz Duthel

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Francisco Franco - Heinz Duthel

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junto al Parque San Francisco y dentro del complejo de edificios pertenecientes al Gobierno Civil de Asturias, se alza un monumento que en un lateral lleva un medallón de bronce orientado hacia el parque con la efigie de Franco.

      Últimas estatuas retiradas

      Hasta febrero de 2010 en Ceuta se encontraba un monumento denominado «Los pies de Franco», donde estaban sus huellas junto a la única ermita de la ciudad.[cita requerida]

      La última estatua ecuestre de Franco en Santander fue retirada el 18 de diciembre de 2008.

      Una estatua de Franco que se hallaba en el patio de la Academia General Militar de Zaragoza fue retirada en agosto de 2006.

      Un busto que permanecía situado en un lugar público de la Comunidad Valenciana se retiró en septiembre de 2005, en Puebla de Vallbona.

      En Guadalajara se acordó el mes de marzo de 2005 retirar la escultura del general Franco de la plaza Beladíez y el busto de José Antonio Primo de Rivera del parque de la Concordia.

      El 17 de marzo de 2005 se retiró la estatua situada en los Nuevos Ministerios junto al Paseo de la Castellana de Madrid.

      Monumentos y placas a los «Caídos por Dios y por España».

      Los monumentos y placas por los «Caídos por Dios y por España» se colocaron en muchos pueblos, la mayor parte en el exterior de las iglesias, y contenían una lista de nombres de los muertos de ese pueblo pertenecientes al bando nacional y seguida del grito de ¡Presentes! similar al de José Antonio Primo de Rivera. Las placas solían estar hechas de mármol y rematadas con bronce o con algún otro tipo de metal, aunque las había de muchos tipos. En ocasiones las placas se colocaban en las paredes de las iglesias o lugar del fallecimiento de las víctimas que aparecían en éstas si había alguna pared cerca; si no se solía también hacer un monumento en forma de cruz o en obelisco de baja altura y allí grababan los nombres o bien adosaban la placa al monumento. En muchos municipios se ha optado por trasladar este tipo de monumentos a los cementerios, y en algún caso se han reconvertido en homenajes a los "caídos" de ambos bandos.

      Hubo otro tipo de placas de inauguración de instituciones e infraestructuras, tales como líneas de ferrocarril, estaciones, pantanos, etc., que aún perduran en la actualidad.

      Muchas de estas placas y monumentos ni se mantienen ni se retiran. De este modo, quedan expuestas al público que pueda acceder a estos monumentos y placas que se encuentran invadidos por el deterioro o son objeto de vandalismo.

      Toponimia

      En la actualidad quedan una decena de pueblos que conservan el recuerdo de Franco en sus denominaciones oficiales. El único de ellos que tiene categoría de municipio es Llanos del Caudillo (Ciudad Real) con 726 habitantes. Muchos otros pueblos y ciudades que tuvieron nombres semejantes durante décadas, como El Ferrol del Caudillo (hasta 1982, en La Coruña), o Barbate de Franco (hasta 1998, en Cádiz), los retiraron tras la recuperación de la democracia. Franco también quiso honrar a generales del bando nacional durante la guerra poniendo sus nombres a diversas localidades, que aún conservan:

      El caso de Numancia de la Sagra (Toledo) es muy particular. Esta localidad se había denominado desde la Edad Media como Azaña, pero durante la Guerra Civil coincidió con el primer apellido del entonces Presidente del Gobierno español en 1936, Manuel Azaña, por lo que ese mismo año se sustituyó. Azaña significa noria (vocablo árabe-mozárabe), del que tomaría nombre en un principio. Actualmente se llama Numancia por el regimiento que lo tomó y la Sagra por la comarca a la que pertenece.

      Nomenclátor del callejero

      El recuerdo de Franco sigue presente también en los nombres de calles, plazas y avenidas de diversos pueblos y ciudades. Entre las más importantes está la Avenida del Generalísimo de La Coruña. También hay aún calles, avenidas y plazas en muchas de las ciudades y pueblos de España con nombres de generales del bando nacional durante la Guerra Civil, altos mandos militares como Mola, Sanjurjo, Moscardó, Yagüe, etc. Fueron utilizados asimismo como iconos franquistas las efigies y nombres de personajes como José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo, José Calvo Sotelo, etc. aunque su relación con el régimen de Franco no pudo ser personal —no les dio tiempo, ya que murieron antes o durante la guerra; el mismo José Antonio, que estaba encarcelado, se opuso al Alzamiento Nacional y a formar parte de la conspiración previa—.

      Monumentos

      El Arco de la Victoria

      El Arco de la Victoria de Madrid (erróneamente denominado a veces «Puerta de la Moncloa» por tener cierta similitud con las puertas de Alcalá, Toledo, etc.) es un monumento construido entre 1953 y 1956 por orden de Francisco Franco como conmemoración de su victoria en la Guerra Civil. Está situado en el distrito de Moncloa-Aravaca y tiene casi 40 metros de altura. En su interior se encuentran diversos planos y una maqueta de la Ciudad Universitaria de Madrid (lugar en el que se desarrolló la Batalla de la Ciudad Universitaria), a la que administrativamente pertenece. Tras él se encuentra el Edificio-monumento a los caídos por Madrid (en la actualidad el edificio en el que reside la Junta Municipal del Distrito de Moncloa - Aravaca).

      Monumento a los Caídos en Pamplona

      El popularmente conocido como Monumento a los Caídos, realmente «Navarra a sus Muertos en la Cruzada», como figura en su fachada (en la actualidad denominado «Sala de Exposiciones Conde Rodezno»), es un edificio en memoria de los navarros fallecidos pertenecientes al bando nacional durante la Guerra Civil, que se encuentra en pleno centro de la ciudad de Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra y hoy día acoge pequeñas exposiciones municipales.

      Según cifras oficiales murieron en combate 4.540 navarros. De ellos 1.766 eran soldados, 1.700 requetés y 1.074 falangistas.

      Monumentos militares

      Franco tras la guerra mandó construir monumentos en forma de cruz, de monolito, altar, etc., para recordar acontecimientos importantes que sucedieron durante la contienda y durante algunas batallas o hechos señalados como la batalla de Belchite, la batalla del Ebro, las matanzas de Paracuellos, entre otros.

      Cuartel de La Montaña

      El Cuartel de la Montaña fue una edificación militar de Madrid que alcanzó gran notoriedad por tratarse del lugar en el que se inició en la capital la sublevación militar de julio de 1936.

      Su relevancia proviene de su papel en la sublevación militar de 1936 en Madrid. El 19 de julio de 1936, el general Fanjul, militar sin mando de tropas en Madrid, pero encargado de la sublevación de la ciudad, entró, vestido de civil, en el cuartel de la Montaña. Sin embargo, en lugar de salir con las tropas para tomar los puntos vitales de la capital, proclamó simplemente el estado de guerra y se hizo fuerte junto con 1.500 de sus hombres (de los que había unos 140 oficiales) y unos 180 falangistas en el Cuartel de la Montaña.

      Esa tarde, el cuartel fue rodeado por tropas leales al gobierno de la República, guardias de Asalto, civiles y milicias populares, pobremente armadas. Al amanecer del día 20, se inició el cañoneo del cuartel. Los sublevados sólo resistieron algunas horas. Las diferencias de opinión entre los propios sublevados llevaron a unos a enarbolar la bandera blanca mientras otros seguían disparando sobre los asaltantes. Cuando se utilizó la aviación contra ellos, el cuartel cayó, siendo prácticamente destruido. La entrada de las fuerzas asaltantes se tradujo en el asesinato de la mayor parte de la oficialidad (noventa de unos ciento cuarenta) y de los falangistas. Se contabilizaron entre 150 y 300 muertos.

      El

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