Mercados y bienestar. Varios autores

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D-M-D DEBE REMPLAZAR A M-D-M

      Si la producción de mercancías es generada por el trabajo privado, el trabajo socializado solo puede existir como una cantidad de dinero resultante de los intercambios. Las compras monetarias de las mercancías son las que socializan los trabajos privados cuando el productor recibe cantidades de dinero, con lo cual la socialización de los trabajos se expresa socialmente como el monto de dinero asociado a los bienes, tras la realización de los intercambios. Mientras el enfoque del valor como trabajo abstracto desde la producción deriva en la confusión o asimilación entre trabajos privados y trabajos abstractos, ahora vemos que el enfoque de la formación mercantil del valor elimina los trabajos abstractos como magnitud inmanente y existente independiente del dinero, puesto que los trabajos abstractos no son otra cosa que otro nombre para la cantidad de dinero asignada a los productos de los trabajos privados en los mercados. Así las cosas, la formación del valor por el mercado, además de abrir la puerta a la concepción de que el dinero es la verdadera sustancia del valor, necesita formular un procedimiento de formación de precios monetarios en el mercado partiendo de los precios ideales de las mercancías. Esto sugiere que en lugar de un proceso en función de M-D-M, el proceso mercantil de Marx necesita ser reformulado en los términos de un proceso de circulación monetaria, D-M-D, precisamente el que Marx utilizó más adelante, en la explicación de la generación de la plusvalía en el proceso capitalista.

      IV. LA TEORÍA MARXISTA DEL CAPITALISMO: COMERCIANTES, EMPRESARIOS Y ASALARIADOS EN UN CIRCUITO MONETARIO

      Con el fin de mostrar que el sistema capitalista es diferente del comercial, Marx propone su explicación de la generación de la plusvalía capitalista a partir de un mundo de mercancías que encarnan trabajo social (su valor intrínseco) y al cual se le agrega una mercancía adicional, la fuerza de trabajo, poseída por el obrero, la cual tiene la tarea de aumentar esos trabajos sociales. Este proceso incorpora los siguientes elementos.

      A. EL CIRCUITO MONETARIO DEL CAPITALISMO

      La forma D-M-D, conversión del dinero en mercancía y reconversión de la mercancía en dinero, comprar para vender. El dinero que en su movimiento se ajusta a este último tipo de circulación, se transforma en capital, deviene capital [...]” (Marx, 1975, vol. I, p. 180). Por consiguiente, a diferencia del mundo comercial simple ahora se introduce una circulación monetaria como principio explicativo puesto que la ganancia capitalista resulta del proceso capitalista en el que una cantidad de dinero logra, mediante un proceso, generar un excedente en dinero para los capitalistas. Ese excedente monetario es la plusvalía de Marx. Al mismo tiempo, y este es un punto fundamental para Marx, este circuito monetario se presenta como un circuito de valor: “El valor adelantado originariamente no solo, pues se conserva en la circulación, sino que en ella modifica su magnitud de valor, adiciona un plusvalor o se valoriza. Y este movimiento lo transforma en capital” (Marx, 1975, vol. I, p. 184). Encontramos la idea de que la circulación monetaria redobla la circulación de valor, en la que mercancías y dinero son dos cosas diferentes, pero ambas encarnaciones sucesivas de trabajo abstracto.

      B. EXISTENCIA DE UN DINERO INICIAL

      Marx lo hace explícito: Todo nuevo capital entra por primera vez en escena […] siempre como dinero” (Marx, 1975, vol. I, p. 180). También: “En su condición de vehículo consciente de ese movimiento [dinero que se gasta para ganar dinero], el poseedor de dinero se transforma en capitalista. Su persona, o, más precisamente, su bolsillo, es el punto de partida y de retorno del dinero” (Marx, 1975, vol. I, p. 186). Ahora el agente empresario capitalista está asociado inicialmente a la posesión de dinero y no a la posesión ni de una mercancía ni de una capacidad de trabajo para elaborarla, tal como se postulaba para el mundo mercantil simple.

      C. CUMPLIMIENTO DE LA LEY DEL MERCADO O LEY DE LA EQUIVALENCIA MERCANTIL

      La transformación del dinero en capital ha de desarrollarse sobre la base de las leyes inmanentes del intercambio de mercancías, de tal modo que el intercambio entre equivalentes sirva como punto de partida. Nuestro poseedor de dinero tiene que comprar las mercancías a su valor, venderlas a su valor y, sin embargo, obtener al término del proceso más valor que el que arrojó el mismo (Marx, 1975, vol. I, p. 202).

      Aquí vemos que se plantea que las transacciones económicas en el proceso D-D’ se someten a una ley de la equivalencia de tipo cuantitativo proveniente de las relaciones económicas del mundo comercial dominado por la circulación de valores. En efecto, las transacciones iniciales para la generación de la plusvalía se resumen en dos gastos del dinero en dos tipos de mercado: primero, los gastos en los mercados de los medios de producción. El dinero adelantado encuentra mercancías que sirven en la producción física de otros bienes: los medios de producción. Segundo, los gastos en el mercado de fuerza de trabajo: el salario compra la fuerza de trabajo de los obreros. Ahora, la producción misma no es en un principio un gasto en trabajo, sino que es representada como gasto monetario correspondiente a las adquisiciones de los bienes necesarios para la producción.

      D. LA NOVEDAD DE LA ADQUISICIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO: ¿QUÉ ES LA FUERZA DE TRABAJO?

      “Por fuerza de trabajo entendemos el conjunto de facultades físicas y mentales que existen en la corporeidad, en la personalidad viva de un ser humano y que él pone en movimiento cuando produce valores de uso de cualquier índole” (Marx, 1975, vol. I, p. 203). ¿Por qué el capitalista necesita la capacidad de trabajo? Porque requiere conseguir dos resultados: 1) obtener un trabajo concreto que transforme medios de producción en productos; y 2) y, sobre todo, recibir el trabajo abstracto hecho por el obrero, definido como la sustancia del valor. Esa doble cualidad está asignada a un bien: la fuerza de trabajo. ¿Quién posee la fuerza de trabajo?

      La fuerza de trabajo solo puede aparecer en el mercado en la medida y por el hecho de que su propio poseedor la ofrezca y venda como mercancía. [Para esto] […] es necesario que pueda disponer de la misma, y por lo tanto que sea propietario libre de su capacidad de trabajo, de su persona. (Marx, 1975, vol. I, p. 204).

      Aquí se tiene el planteamiento de que la fuerza de trabajo es un bien que es propiedad de un grupo de personas especiales dispuestas a cederlas por dinero. ¿Por qué la vende? El obrero es un sujeto jurídicamente libre, no es ni esclavo ni siervo, pero sin poder económico de ser por sus propios medios comerciante o capitalista, ya que no puede hacer efectivo su propio trabajo por carecer de dinero propio o medios de producción. ¿Cómo se adquiere la fuerza de trabajo?

      [El obrero] y el poseedor de dinero se encuentran el mercado y traban relaciones mutuas en calidad de poseedores de mercancías dotados de los mismos derechos y que solo se diferencian por que uno es comprador y el otro vendedor, ambos son pues personas jurídicamente iguales. Para que perdure esta relación es necesario que el poseedor de la fuerza de trabajo la venda por un tiempo determinado, y nada más, ya que, si la vende toda junta, se vende a sí mismo, se transforma de hombre libre en esclavo, de poseedor de mercancías en simple mercancía. (Marx, 1975, vol. I, p. 204).

      Tenemos entonces que el capitalista entrega dinero y el obrero entrega su fuerza de trabajo de manera temporal, cediendo por ese medio una jornada de trabajo que al

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