El trabajo de tu vida. Ignacio Álvarez de Mon
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу El trabajo de tu vida - Ignacio Álvarez de Mon страница 3
Cierto es que la humanidad ha tenido grandes avances en los últimos años. La salud de la población mundial ha mejorado considerablemente (como la elevación de la esperanza de vida de 47 años a 69 en los últimos 50 años). La pobreza extrema se ha reducido (700 millones menos de pobres en los últimos 30 años). Ha habido grandes avances en sanidad pública, educación, derechos humanos y desarrollo tecnológico. Pero todo ello no habría sido posible sin un importante equilibrio de todos los ecosistemas terrestres. Sin embargo, diversas instituciones y estudios (Global Environment Outlook, MEA-Millennium Ecosystem Assessment, IPCC-Intergovernmental Panel on Climate Change) advierten de que el rápido deterioro de estos equilibrios naturales supone ya una seria amenaza para la salud del planeta. El cambio climático se encuentra en niveles que superan ya los límites de seguridad y está afectando negativamente a variables tales como los índices de extinción de las especies, la destrucción de la masa forestal, el grado de acidificación de los océanos o la calidad del agua.
Varias son las medidas a tomar que contribuyen a un mejor estado del planeta. Entre ellas destacan la reducción de residuos a través de la elaboración de productos de más larga duración, que requieran menor cantidad de materiales y de energía para ser fabricados. El reciclaje, la reutilización y la reparación de materiales usados, unido a la sustitución de sustancias peligrosas por alternativas más seguras, son otras medidas favorecedoras del mayor equilibrio medioambiental. Estos cambios requieren de nuevos diseños y soluciones innovadoras, además de la reducción de la demanda y el consumo de recursos que dañan la calidad del medioambiente durante su proceso de extracción, producción o utilización.
Un reciente informe del IPCC-Intergovernmental Panel on Climate Change, Global warming of 1.5°C, analiza las consecuencias de un posible incremento de la temperatura global de 1,5°C desde la era pre-industrial. Según este estudio, la actividad humana ha causado un calentamiento global desde la era pre-industrial que estaría entre 0,8°C y 1,2°C. Si seguimos la misma tendencia que hasta ahora, el calentamiento global alcanzaría los 1,5°C entre 2030 y 20522. Esto tendría consecuencias muy negativas para la salud, la expectativa de vida, la calidad de los alimentos, la disponibilidad de agua, la seguridad en general y el crecimiento económico. La solución pasaría, entre otras medidas, por reducir las emisiones de CO2 un 45% hasta 2030, llegando a emisiones netas cero en 2050.
En el ámbito del plástico, hay muchas iniciativas (Straw Wars, Lonely Whale, Ocean Conservancy, entre otras)3 que tratan de contribuir a la drástica reducción de su consumo, dado su impacto tan negativo en la flora y fauna marinas. Los científicos estiman que más de ocho millones de toneladas métricas de plástico entran en nuestros océanos cada año afectando muy negativamente a la vida en el mar, ya que muchas especies consumen y se enredan en esta ingente cantidad de plástico. En los próximos diez años podríamos acabar con medio kilo de plástico en el mar por cada 1,5 kg de pescado. El plástico no se biodegrada, dura para siempre, se descompone en pequeños fragmentos e inunda paisajes y océanos, entrando en la cadena de alimentación, y por tanto formando parte de nuestra dieta.
Las bolsas de plástico son malas para el medioambiente porque acaban en los océanos. Las pajitas de plástico están entre los diez objetos más comunes encontrados como residuos en las playas. Las pajitas son una gran amenaza para las especies marinas (aves, tortugas, peces) porque se las comen. El plástico es basura en el agua que los animales confunden con comida o que les atrapa con fatales consecuencias. El plástico además atrae y concentra otros contaminantes, con lo que su efecto es doblemente nocivo. Desde el plancton hasta las ballenas, los animales oceánicos se contaminan con él. El plástico ha sido encontrado en el 59% de las aves marinas, el 100% de las tortugas, y en más del 25% de los peces que se han investigado en diferentes lugares alrededor de todo el mundo.
La solución al problema del plástico comienza en tierra, empezando por una reducción de su uso, especialmente de aquellos artículos que solo se utilizan una vez, como por ejemplo las pajitas. También pueden ayudar su recogida y reciclaje. La educación y la toma de conciencia de la gente son muy importantes. Cada vez son más los bares y restaurantes que han erradicado el uso de millones de pajitas entre sus clientes.
En definitiva, se trata de darnos cuenta del poder que tenemos entre todos y cada uno de nosotros para mejorar el medioambiente. Cuanta más gente se preocupe por la salud de la Tierra, y sea capaz de poner esa preocupación en acción, más cerca estaremos de conseguir el objetivo común de vivir en un planeta más sano. Es hora de pasar de una inconsciencia temeraria e irresponsable a una toma de consciencia global, personal y activa. El movimiento se demuestra andando.
SORBOS4
En Sorbos cuidan el medioambiente sustituyendo el plástico por pajitas biodegradables y comestibles. Sorbos ofrece un valor añadido convirtiendo el continente en contenido mediante la elaboración de productos exclusivos y personalizados 100% (color, aroma, sabor y tamaño). Las pajitas Sorbos son productos biodegradables 100% y representan una apuesta por un mundo sin plástico. Sorbos se define como una empresa consciente e implicada con el desarrollo sostenible del planeta, y por ello le da un gran valor al medioambiente y a los productos biodegradables. No utiliza ningún tipo de plástico en todo el proceso de fabricación.
Los productos biodegradables son capaces de descomponerse de manera natural en otros componentes químicos en un período breve, y de esta manera pueden reintegrarse en la tierra y son mucho menos perjudiciales para el medioambiente. Algunos datos que desde Sorbos quieren compartir:
En los últimos trece años se han producido más de 4.000 millones de toneladas de plástico y la producción sigue creciendo a una increíble velocidad.
Solo el 9% de este plástico ha sido reciclado.
En el mundo se consumen más de mil millones de pajitas al día y en España más de 5.000 millones al año. Al no ser biodegradables, la gran mayoría terminan en los mares y océanos contaminando y dañando gravemente el medioambiente, la flora y la fauna.
Entrevista a ViCTOR SaNCHEZ, presidente y fundador de Sorbos
IAM ¿Qué valor personal domina en tu vida y en qué medida Sorbos es la expresión de ese valor?
VS La pasión. Cuando doy charlas a los chavales, siempre les digo que la idea de Sorbos nació de la cabeza pero creció desde el corazón, la pasión y la persistencia. Creo que la gran diferencia entre un emprendedor normal y un emprendedor social es que este último busca conseguir algo importante. Si finalmente lo consigue, seguramente el dinero vendrá detrás. A toda la gente con la que trabajo le pregunto cuál es su objetivo, cuál es su misión a la hora de colaborar conmigo. Ninguno de ellos me habla nunca de dinero; me hablan de desarrollo, de hacer algo bonito, de cambiar las cosas. Para mí eso es fundamental.
IAM Tu relación con los demás, con tus colaboradores especialmente, ¿siempre ha sido así?
VS Al inicio predominaba la incredulidad. Ahora nos conocen más, pero antes no. «¡Este chaval ¿a dónde cree que va?!». Este chaval era yo y ese podía ser el pensamiento de la gente con la que yo me reunía hace dos años. Recuerdo una anécdota con una profesora, decana de Dietética y Nutrición de la Universidad de Barcelona. Ella me tenía que presentar a los ingenieros que iban a facilitar el desarrollo de nuestro producto, y lo primero que me dijo al escuchar mi idea fue: «Esto va a ser una moda. Estás loco; además,