Estrategias para un cambio saludable. Nidia María Tejada Rivera

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Estrategias para un cambio saludable - Nidia María Tejada Rivera страница 5

Estrategias para un cambio saludable - Nidia María Tejada Rivera

Скачать книгу

y diseño de proyectos.

      Partiendo de las competencias teóricas, para hablar de teorías en enfermería debe tenerse en cuenta lo que encierra una teoría: un conjunto de conceptos, definiciones y proposiciones que proyectan una visión sistemática de un fenómeno, utilizando un diseño de las interrelaciones específicas entre los conceptos con el objetivo de describir, explicar y predecir el fenómeno en estudio; pero, además, es importante considerar el rigor científico que se ha usado en su construcción para determinar el valor de esa teoría (Amaro Proa, 2004).

      La disciplina de enfermería, desde su campo investigativo, ha desarrollado modelos conceptuales y teorías de enfermería en el último siglo, que enmarcan el fortalecimiento del conocimiento disciplinar, y que repercuten en la identificación de la profesión y en la caracterización del enfoque de cuidado, con una estructura con principios científicos y filosóficos. La diversidad de modelos teóricos y filosóficos de enfermería muestra una gama de posibilidades para el enfoque que requiere el proceso que se desarrollará con el individuo, la familia o la comunidad.

      Para llevar a cabo la metodología de este trabajo comunitario, se tuvo como marco de referencia el modelo de promoción de la salud (1994) de Nola J. Pender, el cual permite comprender comportamientos humanos relacionados con la salud y, a su vez, orienta sobre la generación de conductas saludables. Este modelo se escogió porque los supuestos que plantea Pender y las estrategias desarrolladas en la comunidad intervenida son congruentes; ambos están fundamentados en la participación de la comunidad en conductas favorecedoras de salud, e identifican conceptos relevantes sobre las conductas de promoción de la salud y los factores que influyen en las modificaciones de las conductas saludables.

      Dicho modelo expone, entre otras, cómo las características y experiencias individuales, así como los conocimientos y afectos específicos de la conducta, llevan al individuo a participar o no en comportamientos de salud. Asimismo, identifica en las personas los factores cognitivos-perceptuales que son modificados por las características situacionales, personales e interpersonales, lo que da como resultado la participación en conductas favorecedoras de salud, cuando existe una pauta para la acción (Ariza Olarte, 2011).

      En el capítulo 2 se amplía desde lo teórico este modelo y otros más, como parte del fundamento pedagógico en el que se basó la autora para llevar a feliz término este proyecto de intervención participativo, que generó las estrategias para promover cambios saludables. En este estudio se orientó la educación para la salud y la comunicación hacia la perspectiva participativa, y de esta manera se lograron cambios en los comportamientos, con el propósito no de imponer y enseñar, sino de construir, de empoderar y, un poco, de transformar.

      Capítulo 2. Fundamentos pedagógicos para abordar comportamientos saludables

      Pedagogical foundations to address healthy behaviors

      En este capítulo se referencian los modelos educativos que se tuvieron en cuenta para el desarrollo del eje educomunicativo de las estrategias implementadas y se resaltan elementos teórico-conceptuales de la educación en salud, según Nola J. Pender en su teoría de la promoción de la salud.

      ¿Qué es lo que determina los cambios de comportamiento?, ¿cómo cambia el comportamiento?, ¿cuáles son las estrategias más efectivas?

      Isabel Serrano González (1998, p. 152) reconoce la existencia de factores que determinan el comportamiento individual y de grupos, y asocia los resultados en los cambios del mensaje y el método educativo utilizado para llegar al otro. Inicialmente, recomienda conocer los factores condicionantes del comportamiento ligado a la salud, los mensajes articulados a través de un método y los contenidos que motiven a la generación actual y al escenario social; finalmente, los mensajes deben enmarcarse en procesos educativos que posibiliten la reflexión sobre las dinámicas psicosociales a partir de las cuales las personas aceptan una conducta no saludable. Los cambios de comportamiento pueden darse utilizando la comunicación y la educación para la salud.

      La educación y comunicación para la salud, en un concepto más actualizado, se conciben como

      […] un proceso de construcción de conocimiento y aprendizaje mediante el diálogo de saberes, orientado al desarrollo y fortalecimiento del potencial y las capacidades de las personas, las familias, las comunidades, las organizaciones y redes para la promoción de la salud individual y colectiva, la gestión del riesgo y la transformación positiva de los diferentes entornos. Su intencionalidad es la de aportar al desarrollo de la autonomía individual y colectiva en la determinación de sus estilos de vida y en la garantía del derecho a la salud. (Ministerio de Salud y Protección Social, 2015, p. 21)

      Varios elementos mencionados en este concepto fueron relevantes en la intervención realizada. Se encontró que el diálogo de saberes primó entre diferentes actores, y que propició espacios de reflexión, interacción, acuerdos y compromisos. Cada una de las estrategias, con sus métodos y técnicas, permitió el desarrollo de habilidades personales que se reflejaron en el bienestar de la colectividad.

      Mosquera (2003) considera la comunicación indispensable para lograr cambios de comportamiento, y la define como:

      […] un proceso estratégico para optimizar las acciones encaminadas a lograr una utilización racional de la oferta de servicios de salud, mejorar la eficiencia y efectividad de los programas dirigidos a la prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Tiene una orientación hacia la salud de las personas por cuanto el alcanzar su propósito depende de su orientación al fortalecimiento de procesos locales que “promuevan cambios en conocimientos, actitudes y prácticas en la población, fortaleciendo la capacidad de individuos y comunidades de incidir efectivamente sobre las determinantes de la salud”. (p. 3)

      La comunicación para la salud, además de ser un proceso que permite la obtención de cambios, logra transformaciones en la salud de una población determinada. De la misma manera, la educación para la salud facilita que las personas movilicen sus propios recursos y desarrollen capacidades que les permitan tomar decisiones sobre su propia salud. Esto indica que en el proceso educativo las personas tienen que conocer y expresar su situación, reflexionar sobre esas situaciones, y para esto necesitan adquirir conocimientos y tomar decisiones, desarrollar recursos y habilidades (Riquelme Pérez, 2012).

      En relación con la educación, se parte del aprendizaje como concepto, como la interacción permanente del hombre con su entorno, de una dinámica que construye saberes, actitudes y comportamientos que se reflejan a nivel individual y colectivo. Pérez Miranda y Gallego-Badillo (2004, citados por González Serra, 2002) destacan como principio fundamental la “concepción constructivista del aprendizaje en la que los seres humanos construyen ideas sobre el mundo las cuales evolucionan y cambian; dichas elaboraciones las hacen en comunidad y les sirve para regular las relaciones consigo mismo, con la naturaleza y la sociedad” (p. 1).

      Paulo Freire refiere que “nadie educa a nadie, todos nos educamos”. Por eso, para el personal de salud el accionar deberá enfocarse, más que en brindar conocimientos (transferencia de saberes), en tener mentes abiertas, centradas en la facilitación de procesos para la motivación y la reflexión que favorezca la decisión y la acción, mediante el intercambio de ideas y experiencias. Con este método de aprendizaje se pretende despertar el interés y la integración del hombre y la cultura con base en sus propias experiencias personales. Esto permite que el individuo descubra sus falencias y logre cultivar su espíritu crítico responsable y aprenda a participar y a integrarse con su comunidad para lograr una transformación social. Desde la educación para la salud, desarrollar este proceso planteado por Freire permite generar

Скачать книгу