La cocina ayurvédica. Carmen Frigerio
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23. Esperar sentado entre cinco y diez minutos al finalizar la comida
24. Caminar luego para facilitar la digestión
25. Controlar si la respiración es predominante por la narina derecha (a través de la cual el cuerpo experimenta más calor)
26. Beber leche separadamente del resto de las comidas y hervirla siempre previamente
27. Nunca calentar la miel
28. Agradecer la comida cada vez que nos sentamos a la mesa
TEORÍA DE LOS TRES GUNAS
Existen tres principios primordiales (gunas) que interaccionan para dar vida al universo a través de los cinco elementos. Los gunas son: Sattva, Rajas y Tamas.
En el ser humano, estas tres fuerzas determinan las tendencias mentales de los individuos.
Sattva nos permite superar los deseos mundanos, tener control sobre los sentidos, liberarnos de la ira, la codicia, la dependencia de objetos y de personas, sentir devoción y fe.
Rajas nos estimula todas aquellas actividades que garantizan nuestra supervivencia en esta sociedad materialista, donde se prestigia la sobreestimulación de los sentidos y se promueve este tipo de tendencia. Esto, a su vez, condiciona la aparición de nuevos deseos –dinero, confort, etc.– generando un estado de insatisfacción permanente.
Tamas impide avanzar, genera pereza, codicia y envidia y causa dolor.
Sattva sería el principio de vida, verdad, virtud, belleza, equilibrio y discriminación aguda.
Rajas, principio de la acción, daría la fuerza y el impulso; pero el exceso de actividad mental terminaría debilitando nuestro poder de discriminación.
Tamas se opone al movimiento, lo restringe, y tiene una tendencia involutiva. Esta actividad mental resulta insuficiente y distorsiona la discriminación.
Entre los alimentos considerados sáttvicos, podemos mencionar aquellos que son livianos, frescos, nutritivos, jugosos, oleosos y dulces, como por ejemplo: leche, ghee, arroz, trigo, azúcar, miel, almendras, castañas de cajú, verduras de hojas verdes y frutas. Para que estos tengan el efecto deseado sobre la mente –expandir la conciencia, brindar mayor armonía y no causar enfermedad– es importante que sean ingeridos apropiadamente tanto en horarios como en cantidades adecuadas y sin que haya pasado demasiado tiempo desde su preparación.
Los alimentos que más predominan en nuestra cultura son los rajásicos, ya que aportan esa energía pasional que nos permite enfrentar las exigencias de la vida cotidiana y superar los desafíos que nos impone nuestra subsistencia. Entre los alimentos de esta categoría –que estimulan los sentidos, la ambición, los celos, la motivación, la fantasía y el egoísmo– encontramos: alimentos muy condimentados, ácidos, salados, picantes y secos, ajo, cebolla, vino, cerveza, té, café, bebidas cola, exceso de frituras, hongos, ajíes, legumbres, aves y pescado.
Los alimentos tamásicos incrementan la ignorancia, el pesimismo, la ambición, la duda, las tendencias criminales, la vagancia y los complejos de inferioridad. Estos alimentos requieren de una gran cantidad de energía para ser digeridos –como la carne–, generalmente están fermentados –como el alcohol–, preservados con sustancias químicas o enlatados, embutidos o en mal estado.
Los alimentos también se modifican al ser procesados, cocinados y servidos por la conciencia de quien los manipula.
Los grandes maestros seleccionan al más evolucionado de sus discípulos para que se encargue de cocinarle. Estos discípulos recitan versos de los Vedas mientras cocinan, con la finalidad de impregnar la comida con sattva. A su vez, los alimentos son cultivados en el mismo ashram, o ámbito, en el que habita el maestro. La leche, por ejemplo, es ordeñada de vacas que se alimentan de pastos orgánicos (sin agroquímicos), mientras escuchan música del Gandharva Veda.
A su vez, la comida más pura puede transformarse en tamásica si el que la cocina está enojado o tiene pensamientos negativos.
Por lo general es difícil encontrar, hoy en día, alimentos en estado sáttvico, ya que hay demasiadas cosas que escapan a nuestro control: el uso de agroquímicos, la recolección, el transporte, el envasado, etc. Es por eso que es altamente recomendable tratar de cultivar uno mismo los vegetales que más consumimos, o consumir productos de cultivo orgánico.
ELEMENTOS DE LA COCINA AYURVÉDICA
MENÚ DIARO PARA VATA
Desayuno
1. Chai (sin té en hebras) con tostadas de pan de cuatro cereales con ghee y miel
2. Porridge de avena cocida con leche hervida con especias (canela, cardamomo y jengibre) con higos de Esmirna y dátiles, almendras y castañas de cajú
3. Compota de ciruelas caliente + crema de quinoa
4. Licuado de banana, frutillas y jugo de naranja con una cucharada de aloe vera y semillas molidas de girasol, sésamo y chía + una papaya
5. Infusión de té Vata + tostadas de pan de arroz con tahine (pasta de sésamo)
6. Malta con leche (hervida con cardamomo, canela, cúrcuma y jengibre) con dos barritas energéticas o chapatis con ghee y miel
Almuerzo
1. Arroz yamaní con verduras cocidas con salsa de castañas de cajú y dal de porotos mungo partidos
2. Soufflé de espárragos + empanadas integrales de calabaza y ricota
3. Croquetas de couscous y calabaza + seitán con salsa de tamarindo
4. Dal de lentejas rosadas con especias + tarta de palmitos y champiñones
5. Soufflé de calabaza con tofu + quinoa con verduras + mayonesa de remolacha
6. Wild Pulao + dos cucharadas de hummus + ensalada de remolacha con palmitos
7. Kichadi de porotos mungo + sabji Vata con chutney de limón y dátiles
Merienda
Idem desayuno
Cena
1. Pastel de seitán con puré de batatas + ensalada de zanahorias con mayonesa de palta
2. Crepes de espinaca y tofu con churna vata + ensalada de hinojos y champiñones con raita de zanahorias
3. Milanesas de soja con mostaza ayurvédica + quinoa con zanahorias glaceadas
4. Patties de tofu con chutney de mandarinas con almendras + croquetas de zanahoria y calabaza
5. Budín de zapallitos + calabacín relleno de trigo burgol + hinojo con castañas de cajú
6. Sopa crema de calabaza y jengibre + tarta de espárragos